Quincho: De la ley "anti trapitos" a quién cobra el bono

Fin de año con todo. Se viene una ley polémica. Cornejo, protagonista excluyente de la política. La jueza raquetera. Mala noticia petrolera. Bono: si ATE no acepta, no hay un peso.

Quincho: De la ley "anti trapitos" a quién cobra el bono

Por: Mendoza Post

La música navideña atronaba en plena Capital mendocina, en los alrededores de la legislatura. A Julián le gustaba la Navidad, por las grandes ingestas y los regalos. Pero no era muy amigo de las exageraciones festivas. Todo el mundo sabe que a los peronistas de ley, en el fondo, el mítico Papá Noel les hacía recordar un poco a Spruille Braden, aquel lobista embajador norteamericano que terminó enredado en una de las consignas electorales más famosas e ingeniosas de todos los tiempos: Braden o Perón, en 1946. Hay otras interpretaciones más modernas que asaltaron al gordo mientras recorría la calle: Hay quienes piensan que Papá Noel, en realidad, son los padres. Y otros, que es Cornejo.

El gordo iba caminando por la calle Patricias, cuando un Papá Noel algo desgarbado, barbudo, con un trapo mugriento al hombro y un porro en la mano le salió al cruce en Patricias y Peatonal. -Te lo cuido, gorda… dale… que tengo que vivir yo también…- Julián pensó en resistir, pero accedió. La última vez que se hizo el Batman le habían dejado unos rayones de recuerdo. Hizo el pulgar hacia arriba, y el Santa Claus de la pobreza sacó un balde de agua de la acequia y lo enchastró contra el Audi A4 modelo 2011 que Julián cuidaba como un tesoro. Los gusanos trepaban por el parabrisas. Caminó unos pasos más, y vio salir de la Casa de las Leyes una procesión de legisladores radicales vestidos de niños cantores de villancicos, con cuernos y ojos de reno. El gordo reconoció a César Biffi por los anteojos. Llevaba -valga decirlo- la voz cantante. Julián se sorprendió con la escena. Un asistente enchufó un micrófono y el espantoso ruido de acople hizo temblar los edificios. El niño navideño Biffi explicó por lo bajo: -El Alfredo nos ha dado un rol muy importante en estas navidades… y estamos agradecidos, a ver si nos da participación en las listas del año que viene…-

Julián miró extrañado y supuso que estaba metido otra vez en una de sus pesadillas espantosas. Observó a su alrededor. Las cosas brillaban de más. El cielo lucía blanco y algodonoso, y el calor espeso derretía el asfalto y las suelas de los zapatos. De repente, nuestro amigo empezó a ver señores gordos de barba blanca vestidos de rojo con bolsas llenas de regalos. Pero todos tenían caras conocidas.

- ¿Qué hacés acá? - le preguntó a Emir Félix, uno de los Santa Claus que recorría la Peatonal.

- Callate. Vengo a verlo al Alfredo.

- ¿Para qué?

- Cómo para qué… ¿Vos no entendés de política? Todos venimos a ver al Alfredo…- dijo la aparición. Unos metros más allá, como un video reproducido en reversa, la alcaldesa de Santa Rosa, Norma Trigo, parecía un Papá Noel al revés. En vez de repartir regalos, se los llevaba. Una impresión grabada en el cerebro del gordo por el asuntito con los proveedores del departamento.

La procesión de renos algo hambreados llegaba desde Las Heras, con paso cansino. No traían regalos. El de adelante, tenía la cara sospechosamente parecida a un político del PJ de primera línea. – El Daniel Orozco se olvidó de darnos de comer… Está muy entretenido con el acto del Bicentenario del Cruce de los Andes, y no nos dejó ni agua…- explicó. Un Papá Noel con la camiseta de Huracán Las Heras los iba arreando a patadas en el tujes. Julián se restregó los ojos, saturados de rojo, verde, dorado, cintas de colores, pesebres, Villancicos… En un momento, desde una nube enorme, brillante, que parecía de azúcar, bajó el mismísimo Barba, con túnica, Biblia y Cayado.

- Gordo… ¿Lo viste al Alfredo? Tengo que ver un tema con él…- dijo. Julián era un católico no muy practicante, y sintió que la aparición le provocaba un soponcio. Respiró fuerte hasta hiperventilar, y se desmayó, fulminado. Despertó horas más tarde en el jardín que da al patio del quincho. Recuperó la conciencia en medio del pastito y los zapatitos para los Reyes Magos. Sólo que -en vez de camellos- al pie del pesebre estaba su perro, que le había meado los pantalones.

- Rajá de acá…- le increpó al animalito.

Julián se enderezó como pudo, y marchó rumbo a la heladera para hidratarse con una buena limonada con jengibre y yerbabuena.

Vaya a saber qué mambo tenía con la Navidad.

-Qué sueño raro…- dijo para sí, y se encaminó a la ducha, a prepararse para buscar el lechoncito que asaría a sus amigos.

En el cuadro que da a la pared norte del quincho, la que da a Las Heras, el General, Néstor y Raúl Querido repartían regalitos entre los querubines del cielo.

El gordo pasó la tarde adobando y preparando su lechoncito al horno de barro, famoso en toda la comarca: Ajo, perejil, limón, cebollas, romero, tomillo, vino blanco, ají molido. Lo había dejado macerar horas antes de salarlo con salmuera y mandarlo al horno de barro. Su mejor secreto de cocción era el uso de una salsa de manteca derretida, cerveza y oliva con un toque de miel, para que el cuerito quedase bien crocante.

La conversación se armó rápido alrededor de un tema recurrente, a raíz de un incidente serio que el Omar, el radial-radical-radical que habla con todos, había tenido en la calle Arístides: Trapitos, cuidacoches, limpiavidrios, y tarjeteros. La discusión se puso acalorada, mientras el lechoncito se asaba y el gordo descorchaba un Doña Paula. Ludovico, el más PRO del grupo, bronceado a full en Luján Playa, tenía un dato feroz:

- Les aviso que el gobierno está preparando una ley muy buena para ir contra trapitos y limpiavidrios. Se van a caer de culo cuando la vean… - dijo.

El drama social.

Tras la sorpresa inicial, el gordo rompió en carcajadas.

- ¿Van eliminar la pobreza por decreto? - provocó. El Omar le fulminó con la mirada. -Dejalo que explique…-

- El asunto es que le están dando vueltas al tema desde hace semanas. Hoy, si un trapito te extorsiona o si tenés problemas con un limpiavidrios, no hacés la denuncia salvo que te caguen a trompadas. Y a veces, ni eso. Es cierto que muchos laburan dignamente, pero en la mayoría de los casos se trata de banditas organizadas y manejadas por un “jefe”. Es más, en la Muni de Capital tienen la idea de que los trapitos del Bombal están organizados por un conocido barrabrava de un departamento vecino, e incluso se lo han dicho a los tipos del gobierno. Pero bueno, el asunto es que encontraron cómo hacer para que la actividad sea declarada ilegal, y no necesites de denuncias ni testigos para mandarlos 20 días en cana…- especuló, bajando la parrafada con un trago de Malbec. El gordo repartía lechón y los amigos se habían interesado en el proyecto.

- ¿Qué te ofrece un trapito, cuando estacionás el auto?

- ¿Merca? - preguntó el Ruso, el hombre de los negocios del grupete.

- No, boludo. Eso sí es ilegal. Otra cosa es… El “trapo” se acerca y te dice “¿Se lo cuido, jefe”? y vos accedés por temor al “rayonazo”. Lo que está haciendo el trapito es ofrecerte seguridad. Algo que es monopolio del Estado en la vía pública. ¿Entendés? Se-gu-ri-dad. Y eso sólo lo puede hacer la policía. Ergo, lo que están haciendo es ofrecerte de modo ilegal un servicio del Estado. Y hay una figura existente en el Código de Faltas, que es la mendicidad agresiva. Es decir, sacarte guita bajo una cierta amenaza. Eso prevé 20 días de arresto. Es decir, si por ley declarás que “Se lo cuido” es ilegal, porque el trapito utiliza un recurso que es del Estado, cualquier patrullero lo puede llevar en cana. No necesitás ni testigos, ni víctimas, ni nada. Con los limpiavidrios hay algo parecido. La ley de tránsito ya prohíbe entorpecer la circulación de vehículos circunstancialmente detenidos, como puede ocurrir en un semáforo, donde los limpiavidrios de los límites de Capital se te tiran encima. Si sos mina o discutís, la pasás mal. Bueno, están sacándole punta a la ley. La está elaborando Gianni Venier y es buenísima. Estoy cansado de las extorsiones en la calle.

- Eso no resuelve el problema de la pobreza…- se quejó el gordo. -Esa gente no va a poder laburar-

- Es verdad, pero no por eso hay que tolerar el apriete en la calle. Vamos a ver qué pasa. Muchos podrán pasar a los sistemas de Estacionamiento Medido, que es otro problema porque, aunque hay muchos pibes buenos, otros son unos forajidos importantes o tienen pequeñas pymes trapito-tarjetero-cuidacoches-delivery de ya sabés qué. No es la única ley que están armando. Puede que antes de fin de año presenten una modificación del sistema penal que va a generar mucho debate. Mucho despelote en la grieta social, política, y judicial.

-¿Por qué?

- Porque hace laburar a los presos. La semana que viene voy a saber más.

Los muchachos reflexionaron un poco, y la mesa cambió de tema.

Los gremios, encorsetados.

- ¿Qué va a pasar con el bono de los estatales, al final? - quiso saber el Ruso.

- A lo Cornejo tipo Ítem Aula. Me parce que Roberto Macho está más complicado que el día en que se afanó las nueces del Walmart. Si no acepta la propuesta del bono, los de Administración Central no lo van a cobrar. Así de sencillito. No sé si lo delegados gremiales lo saben y lo transmitieron a las bases. Pero es así. Y este lunes ATE tiene que llevar la propuesta salarial de No Profesionales de la Salud para el año que viene…- contó el Omar. El gordo estaba preocupado:

- Qué chata llega la política mendocina a fin de año… ¿no?

- Sabés qué pasa… el protagonista excluyente es el Alfredo. El peronismo está hecho pelota. La elección de Santa Rosa fue un buen termómetro. También para la interna radical y de Cambiemos. Cornejo puso huevos en las dos canastitas y les terminó ganando a Laura Montero, a Cobos y a De Marchi juntos. En política, si ves a tu vecino rasurar, ponés la barba en remojo…- le respondió el Omar. -Y los radicales no vamos a cometer el mismo error de gestiones atrás, de andar con internas al gobernador. Es un suicidio. Así es que vamos a estar prolijitos. El Alfredo está ejerciendo el poder con todo lo que tiene. Sin rivales, adversarios, ni fragotes a la vista.

Sin rivales.

- Salvo el del garantismo judicial… tienen un gran quilombo para imponer todas las reformas “mano firme” de este año…- acotó el Ruso. El gordo tenía una anécdota deliciosa.

- Miren muchachos… acá nadie hace pichí con agua bendita. Hace unos días, unos jueces tenían que hacer una inspección ocular por un juicio de homicidio. Un caso pesado de San Martín. Fue difícil conseguir que la Suprema Corte autorice el viaje… es todo un tema que te den un auto. Y una vez en camino, el chofer les pidió disculpas y les anunció que debían desviarse a Maipú. "Señores magistrados… sepan disculpar… Pero la señora jueza se olvidó las raquetas en el auto… y se las tengo que alcanzar a Maipú”. Los tipos casi se caen de culo…

- ¿Y quién era la jueza deportista? ¿Juega bien por lo menos? - preguntó el Omar, a las carcajadas.

- ¡Jajajajaaaaa! No sé si juega bien. Pero la jueza raquetera era la Excelentísima Claudia Vallejo, la esposa del Supremo Omar Palermo. En el gobierno están haciendo dulce de leche con este chisme…- dijo el gordo. Y los amigos brindaron por la transparencia.

- Yo tengo otra de la justicia, que está generando mucho “ruido”- contó el Ruso, mientras atacaba unas costillitas del lechoncito.

- Parece que hay mucho puterío interno. No sólo los jueces no pagan ganancias. Hay funcionarios comunes, empleados del poder judicial, relatores, secretarios, que son funcionarios pero no son los jueces, que tampoco pagan ganancias, y de repente los ves ganando tanto o más que algunos jueces. Esto es porque los han “equiparado” a los jueces. Y los empleados que sí pagan y los jueces que ganan menos que algún relator, están ardidos…- explicó.

- Y bueno amigos. Hecha la ley, hecha la trampa…- dijo el gordo.

La cena, la última antes de la Nochebuena, fue llegando a su fin. Los amigos brindaron, a los abrazos, con buenos deseos de Navidad. Y partieron rumbo a los autos, calle abajo.

- Gordo… ¿Sabés qué contó Cornejo cuando Macri dijo que era un "morfón" para jugar al fútbol?

- Sí... ¡Que cuando juegan juntos en Olivos, no se la pasa al presidente porque es un tronco!

-¡Jajajajaa! Se veo feo, ¿No?

- ¿Qué cosa?

- La economía, el gobierno nacional…

- El otro día, miembros del CEM contaron en un almuerzo con periodistas, que no hay actividad a la que le haya ido bien este año. No sé… es un gobierno que parece no coordinar las cosas… Tienen un gran quilombo y nadie entiende para dónde van. Falta política. Ya es cuestión de echarse alguna macana todos los días. Y esperá que se sepa bien clarito lo que va a pasar con el petróleo. Se viene otra pelea con las provincias petroleras y con las empresas.

- ¿Por?

- Letra chica. Van a dejar de sostener el precio del crudo, que actualmente está subsidiado, así como muchos años estuvo contenido. Eso quiere decir que el petróleo “Medanito” de Mendoza y de la cuenca neuquina, va a ir bajando de precio de a poco de los 62,75 dólares actuales a 55 en Julio. Van a sufrir las empresas, que te van a ajustar y dejar gente en la calle, y las provincias, por las regalías, porque van a cobrar menos. Mendoza tiene costos de producción un poco más baratos que el resto, y el sufrimiento va a ser menor. Pero va a doler igual. En la Patagonia va a ser peor. El petróleo "Escalante" de Chubut y Santa Cruz va a caer a 47 dólares. El despelote en ciernes no lo van a atajar ni con la Gendarmería.

- ¿Y entonces?

- El problema es el modelo de gestión de Macri. Tiene que despertarse y cambiar él, unificar la conducción económica, y tener un jefe de gabinete fuerte. Marcos Peña es un gran tipo, y muy capaz, pero hace falta muñeca política. Menos Durán Barba y más “frota frota” con la política, los gobernadores, los intendentes… y ser coherente… Si salís a buscar nuevos aliados políticos después de un año de gobierno, está claro dónde está la falla… ¿No?

- Por supuesto… ¿Qué hacés para Navidad?

- ¿A dónde te irías vos?

- ¡A Chile, a comprar barato!

- ¡Jajajajaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Y así, entre risas, chanzas y chirigotas, los amigos desaparecieron en el sentido estricto de la palabra.