Por qué la corporacion judicial está detrás del #18F

En torno a Nisman se monta toda una escena mediática golpista.

Por qué la corporacion judicial está detrás del #18F

Por:Cynthia García
Periodista

Día a día, como si fuese una novela en capítulos, la extraña muerte del fiscal Alberto Nisman suma nuevas aristas, vueltas, enredos e intrigas. Desde los canales de noticias y hasta los programas abocados a la farándula del espectáculo se vierten hipótesis, opiniones y conjeturas, la mayoría de ellas sin más fundamento que repetir lo que se leyó o escuchó al pasar. Y en medio de la gravedad que implica esta muerte, aparecen los riesgos de convertir la coyuntura en una crónica policial. Porque hay una cuestión macro, que excede los datos que se ventilan a diario: en torno a Nisman se monta toda una escena mediática golpista.

El próximo miércoles 18, los fiscales Guillermo Marijuan, Ricardo Sáenz, Carlos Stornelli y José María Campagnoli junto al titular del gremio de los judiciales, Julio Piumato, encabezarán una marcha “en homenaje” a Nisman. 

Marijuan adelantó que la movilización se realizará “en silencio, para que ese silencio signifique la paz que necesitamos como sociedad y que necesitan los investigadores para encontrar la verdad”.

Guillermo Marijuan.

-¿No será aprovechada como un acto de la oposición?

-No creo que el 18F se particidice. No me interesa que vengan políticos a la marcha. Que vengan cómo ciudadanos, porque esta marcha no es contra nadie, no busca disturbios sino reflexión, porque no hubo día de luto ni de recordación.

Sin embargo, esta manifestación de silencio que nace desde “la familia judicial” responde a la parte corporativa de la Justicia. “Está bien que se expresen, pero muchos de los que convocan a la marcha fueron denunciados por querellantes de la causa AMIA”, expresó Carlos Gonella, titular de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, más conocida por su sigla PROCELAC.

¿Quiénes convocan al 18F?

Antes de repetir que la marcha es apartidaria y busca “homenajear” a Nisman, vale repasar los nombres de los fiscales que la impulsan:

En diciembre pasado Guillermo Marijuan fue desplazado de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises) por hacer “concursos” de ingresos “no transparentes”. Y es quien Hernán Arbizu, expresidente de la banca JP Morgan señala por “cajonear” sus denuncias por evasión, lavado de dinero y estafas contra el Grupo Clarín.

El historial de Marijuan contra funcionarios y personas afines al gobierno nacional es conocido: envió a juicio oral al vicepresidente Amado Boudou, a Ricardo Jaime, a Felisa Miceli y a Romina Picolotti. Pidió la indagatoria de su propia jefa, Alejandra Gils Carbó, y allanó el Ministerio Público Fiscal. También pidió la indagatoria de Lázaro Báez por presunto lavado de dinero. Amigo de Sergio Massa, Marijuan no descartó trabajar con él si logra la presidencia.

Carlos Stornelli calificó el fallecimiento de Nisman como una “muerte macabra” y vaticinó que “podría no ser el último. El Estado Nacional tiene que garantizar la independencia y seguridad de los fiscales que investigamos, aun cuando los investigamos a ellos”. Stornelli, un precursor de Nisman, es fiscal en la causa Hotesur y en 2012 imputó a la presidenta Cristina Fernández por las medidas restrictivas a la compra de dólares. Además festejó las victorias electorales porteñas en los bunkers del PRO junto a Mauricio Macri.

El fiscal favorito de la oposición es José María Campagnoli. Tenía una carpeta con fotos de niños, niñas y adolescentes generalmente de bajos recursos y la utilizaba para hostigarlos, estigmatizarlos y criminalizarlos. Las imágenes pertenecían a personas del barrio Villa Mitre y en algunos casos eran familiares de personas que habían cometido delitos. Campagnoli les presentaba esas fotografías a quienes habían sido víctimas de un delito para inducirlas a culpar a los vecinos de ese barrio.

 El fiscal favorito de la oposición es José María Campagnoli.

Ricardo Sáenz, vicepresidente por los fiscales en la Asociación de Magistrados, es uno de los que encabezó la oposición al nuevo Código Penal por considerarlo “garantista”. 

Es un experto en eliminarle obstáculos al Grupo Clarín para sus negocios en Internet. 

Es profesor de la UCA, donde estudió. En su cuenta de LinkedIn se presenta como “especialista en derechos informáticos”, por lo que lo llaman “el fiscal 2.0”. 

Es un experto en eliminarle obstáculos al Grupo Clarín para sus negocios en Internet (por ejemplo, fallo donde censuró a Cuevana, competencia de Cablevisión On demand). Se cruzó a través de Twitter con el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández: “Piensa que es correcto que usted desde el Poder Ejecutivo me interrogue de esta forma en una red social?”, lo increpó. En su actuación judicial fue responsable de la apelación que logró que se revocara el sobreseimiento de Macri en la causa por escuchas.

Sáenz participa habitualmente como entrevistado en programas radiales y televisivos del Grupo Clarín. Forma parte de la estructura orgánica de CERTAL con el cargo de Secretario General en Argentina; esta ONG está vinculada con el Grupo Clarín y pagó viajes de jueces y fiscales a cursos en Miami. También escribe con frecuencia en Infobae.

En su “currículum”, también cuenta la defensa al exjefe del Ejército Cristiano Nicolaides en la causa por privaciones ilegales a la libertad y desapariciones de 6 personas durante la llamada “operación Murciélago”. El militar fue condenado a 25 años de prisión, pero Sáenz argumentaba que no eran delitos de lesa humanidad y estaban proscriptos.

 Al día siguiente de la muerte de Nisman, Moldes apareció en los medios de comunicación por darle curso a la denuncia.

Con menos exposición mediática, Germán Moldes es otro de los fiscales que convocan. Según una investigación de Página 12, Moldes fue designado en julio de 1994 fiscal ad hoc para el caso AMIA por Anzorreguy y ayudó a “instalar” la pista iraní sugerida por la CIA y el Mosad. Está sospechado de ser parte del grupo de funcionarios judiciales que entorpecieron la investigación: impidió que el propio Nisman avanzara en algunos tramos de su trabajo, lo señalan por haber instalado pistas dudosas que “embarraron” la causa, y tiene vínculos con la SIDE desde la época de Hugo Anzorreguy. En mayo de 2013, Memoria Activa denunció ante Gils Carbó que Nisman y Moldes (además de Raúl Plee y Patricio Evers) no cumplían con el deber constitucional de promover la acción penal y defender los intereses de la sociedad.

Al día siguiente de la muerte de Nisman, Moldes apareció en los medios de comunicación por darle curso a la denuncia (presentada en octubre pasado) de los diputados del Pro Laura Alonso, Patricia Bullrich y Federico Pinedo. Moldes denunciaba una “estructura de encubrimiento” para favorecer al empresario Lázaro Báez.

Julio Piumato, Secretario de Derechos Humanos de la CGT (Moyano) y Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación también está en la convocatoria. Aunque apoyó al gobierno de Cristina Fernández en una primera etapa, se sintió traicionado y comenzó a hacerle oposición. Se opuso a las reformas del Código Civil y del Código Penal. Es es uno de los más críticos del nuevo Código Procesal Penal que se debate en el Congreso, pero también lo es de la gestión de la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó, a quien acusa de estar formando “grupos de tareas”, en referencia a los 1700 empleados afines que podrá nombrar con la sanción de la norma. En realidad, su preocupación viene por otro lado: con esos nuevos funcionarios Gils Carbó y el Gobierno podrán aspirar a arrebatarle la conducción del sindicato.

  Se opuso a las reformas del Código Civil y del Código Penal.

El fuero federal y la Inteligencia

De los tribunales de Comodoro Py no salieron presos durante los años de la fiesta menemista. Tampoco hubo condenados por el saqueo a la banca.

Paula Litvachky es abogada y directora del área de seguridad y justicia del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Tiene una visión definida de los mecanismos de la inteligencia: “Todos estos episodios y la causa AMIA desde sus comienzos, mostraron como muy problemático el funcionamiento de las áreas de inteligencia del Estado. Es necesario modificar las formas de funcionamiento de la SI. Modificarla estructuralmente”.

 Paula Litvachky.

El caso AMIA dejó en evidencia el manejo de los fondos reservados: “recordemos que el pago de 400 mil dólares a Telleldín salió de los fondos de la SIDE”, apunta Litvachky.

-La relación entre Secretaría de Inteligencia y la Justicia es histórica...

-Lo mostró el caso AMIA en la primera investigación, donde se vio la intervención de los delitos para encubrir, para generar pistas falsas. Esto se dio a través de funcionarios judiciales que lo permitieron. Lo otro es la dependencia casi absoluta de lo que haga la SI para avanzar en investigaciones complejas. Por distintas razones, donde los funcionarios se quedan sin ninguna autonomía respecto de lo que hagan las fuerzas de seguridad o la SI.

-Otro aspecto relevante de esta relación es la participación cada vez mayor de la SI en la designación de jueces y fiscales.

-Es parte central de la discusión de la democratización de la justicia y por eso son muy extrañas las reacciones que se dan en la justicia federal, en los tribunales de Comodoro Py. Son reacciones para mantener el statuo quo y aceptar este tipo de relación; esto es medular en la discusión para la transformación del sistema judicial.

Litvachky señala como otra necesidad, establecer controles políticos del Ejecutivo y del Parlamento: “La comisión de diputados está virtualmente parada. También es central establecer reglas para la clasificación y el acceso a la información, y la regulación que es secreta pero que le falta regulación, los procesos de desclasificación... Y por último, es importante cómo se judicializan las pruebas de inteligencia. Es central. Cuáles son las reglas de la actividad de inteligencia que es parte de una investigación judicial. Una reorganización de la SI, cómo debe ser la estructura”.

Fuentes cercanas a la Procuración, aseguran en off que a Gils Carbó “le quisieron meter gente de la SIDE” y que la causa de Mariano Ferreyra “tuvo un intento de infiltración”. La fiscal federal en lo criminal Cristina Caamaño, ex fiscal del caso Ferreyra, conoce muy bien el paño. Calificó a la marcha anunciada para el 18 como “una puesta en escena para victimizarse, no sabemos muy bien de qué” y señaló que “los fiscales que convocan están operando políticamente. Si los fiscales que organizan quieren mejorar la justicia, deberían quedarse trabajando. Los convocantes tienen más de 20 años en el fuero, no quieren cambios, ni el ingreso democrático, ni que haya procuradurías, que trabajan con nosotros, los toman como interferencia y toda modificación es pensada en forma negativa”.

Los fiscales se preparan para marcha.

-¿Hay sectores corporativos en la Justicia?

-Es evidente, por esas reuniones que están haciendo permanentemente para abroquelarse, incluso hasta para decir cosas que no tienen nada que ver, pero se juntan igual.

-Usted tuvo una experiencia en el juzgado de Claudio Bonadío...

-Cuando era funcionaria del Ministerio de Seguridad, habíamos hechos varias denuncias y cuando me presentaba Bonadío era súper amable conmigo, me invitaba un café, pero nunca me informó, ni me dio un solo dato de lo que había ido a buscar. Pero no es el único que impide a la defensa acceder a los expedientes. Esa es una manera inquisitiva de actuar.

El golpe blando

¿Qué significa el “Yo soy Nisman”? Con una denuncia jurídicamente débil, se cae el poder del gran Nisman investigador... En diez años no logró avances en la causa. En el fondo, todo buscaba montar una escena mediática que potencie la coyuntura en el marco de un “golpe blanco”.

El jurista Beinusz Schmucler, representante del Instituto Espacio para la Memoria en el ejecutivo no vacila en sostener que “la marcha implica una actuación desestabilizadora de las instituciones de la República. Quieren hacer parecer que no es política y sí lo es”.

-Los organizadores hablan de un “homenaje” a Nisman.

-Lamento la muerte de Nisman, porque era un hombre joven, por su familia, pero no se entiende lo del “homenaje”. ¿Homenaje por qué?, si la causa no avanzó nada en diez años. Nisman no investigó nada por fuera de lo que marcó la CIA, el Mosad y los servicios de inteligencia locales.

-¿Es más bien una marcha de la corporación judicial?

-El sector que convoca va más allá. No sólo está defendiendo sus propios intereses: a los Estados Unidos no les interesa la justicia argentina, ni Nisman. Quieren desestabilizar a un país -con todas las críticas que podemos hacerle- que juega un papel destacado en la región. Y estos fiscales, conscientes o no, sirven a esos intereses.


Esta idea de desestabilición no es percibida solamente en los sectores del oficialismo. El exparlamentario radical Leopoldo Moreau denunció elementos que se venían gestando para preparar un “golpe blando en Argentina”, y que iban a utilizar la denuncia de Nisman para llevarlo adelante. “En el país se fue incubando un entramado mafioso que ha ido reuniendo grupos económicos, agentes de los servicios de inteligencia y un sector del poder judicial”, sostuvo en el canal A24.

-¿Hasta dónde se proponen llegar?

-Este entramado llegó a la conclusión de que podía actuar como un Estado dentro del Estado, como lo intentan hacer los grupos mediáticos. Se han dedicado a negocios, a extorsionar dirigentes políticos... A encubrir el encubrimiento.

-¿Y la denuncia de Nisman?

-Es tan floja que es muy probable que Nisman hubiera terminado investigado por esa su denuncia, era un hezmereír. Terminó siendo el mascarón de proa de un intento de golpe blando en Argentina. Lo que no pudieron hacer con los fondos buitres, lo intentaron por otro medio.

-¿Le quitaron el apoyo a la presentación de Nisman?

-A Nisman lo desbordó la situación. Alguien le había dicho que a Cristina la iban a sacar con un portaaviones norteamericano como a Noriega, pero no pasó nada de eso. El departamento de Estado estadounidense dijo que no tenía nada que ver con la denuncia. El jefe de la Interpol, lo mismo. Eso sucedió también con (los jueces) Canicoba Corral y Servini de Cubría. Salvo el apoyo de Clarín, en ese marco a Nisman se le vino el mundo abajo.

-¿Nisman pretendía una reunión secreta?

-Sí, pero su notoriedad hizo que muchos pidamos que sea una presentación pública en el Congreso. Ahí se le vino el mundo abajo. Nada de lo que le habían dicho la semana anterior ocurrió. Y en el Congreso iba a tener que enfrentar la ridiculez de su denuncia y responder preguntas, porque ahí no hacés un discursito y vas.