Independiente Rivadavia venció 1 a 0 a Los Andes en el Gargantini. Fue la primera victoria de local del Azul en el torneo.
La Lepra se sacudió la mufa con un triunfo ajustado
La tarde del domingo se presentaba ideal para que Independiente Rivadavia rompiera con el maleficio que no le permitía sumar de a tres puntos en condición de local. El empate en Gualeguaychú como motivación y el mal momento de Los Andes, su rival, ayudaban a ilusionarse con la levantada en casa.
La Lepra engrosó su flojo promedio con un triunfo valioso
Desde el comienzo, el Azul mostró sus intenciones de llevarse por delante al Milrayitas y tuvo algunas chances para ponerse en ventaja pero no tuvo precisión para convertirlos en el primer gol del partido.
En la respuesta del visitante, Bordacahar pudo lograr una inmerecida ventaja para Los Andes pero su cabezazo se fue desviado y en ese momento iba a golpear Independiente. Curuchet armó la jugada, lanzó el centro y Cardozo de cabeza marcó el 1 a 0 para los de Astudillo.
La próxima emoción iba a llegar con una contra de Los Andes en el inicio de la segunda parte que no fue el empate parcial de milagro y gracias a Cristian Aracena.
El resto del partido fue impreciso, casi sin ideas Independiente trataba de cerrar el encuentro mientras Los Andes sin herramientas no lograba inquietar al arquero mendocino. Las chances de gol fueron fruto de la casualidad o la voluntad de algunos de los delanteros.
Es la primera victoria del Azul en casa en este torneo y le ayuda a engrosar el pobre promedio que aun lo tiene en zona de descenso.
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