El uso de este tipo de tecnologías beneficia a los usuarios que usan mail y deben responder constantemente mensajes que llegan a sus casillas.

Cómo la inteligencia artificial puede ayudarnos a usar nuestro mail

Por: Mendoza Post

Al parecer la inteligencia artificial tiene más usos de los que ya nos comenta la ciencia y la tecnología, existe otro uso que está pasando desapercibido y puede ser muy útil, y con útil se refiere a que las IA pueden leer y contestar nuestros correos electrónicos, ahorrando tiempo valioso al usuario.

De acuerdo a una publicación en La Nación realizada por el periodista Tomas Balmaceda, quien lleva la delantera en esta tendencia de inteligencia artificial en mails, es Google. Desde noviembre del año pasado, aquellos usuarios del correo de Google que utilicen la aplicación Inbox acceden a smart replies o respuestas inteligentes. A partir del análisis de todos nuestros mensajes que realiza un algoritmo, cuando abramos algunos correos electrónicos nos ofrecerá tres alternativas de respuesta, ya redactadas con nuestras palabras y el tono con el que nos solemos dirigir a ese destinatario. La función está disponible tanto en la web como en la app para teléfonos y funciona muy bien en español. Una vez que uno comienza a usarla, es difícil de abandonarla, porque sólo hace falta un click para elegir qué opción de respuesta deseemos y será enviada sin que el otro sospeche que le respondió un algoritmo. Si ninguna de las opciones nos sirve, basta indicarlo y el sistema lo tomará en cuenta para el futuro y aprenderá más de nosotros.

Bálint Miklos, ingeniero en sistemas y responsable del desarrollo en Inbox dialogó con Balmaceda sobre este avance. "Durante mucho tiempo debatimos con nuestro equipo la posibilidad de crear respuestas automáticas e inteligentes a los correos electrónicos. Sabemos, por experiencia personal, que pasamos una gran parte de nuestro día frente a la bandeja de entrada pero no siempre son mensajes que requieren nuestra atención. ¿Habría manera de automatizar estos correos? Y fue ahí que nos encontramos con los algoritmos que publicó el equipo de Greg Corrado sobre cómo utilizar inteligencia artificial para entender y modular conversaciones. A partir de eso fuimos creando respuestas muy sencillas que fuimos sofisticando cada vez más", explicó. Miklós, quien publicó mayores detalles del proceso en el blog de investigación de Google, trabaja hace casi seis años en Gmail y es la persona a cargo de la implementación de inteligencia artificial, que ellos llaman "Machine Learning", en nuestro correo electrónico.

Pero Google no es el único que cree que nuestro problema con los correos electrónicos se puede solucionar con algoritmos. LinkedIn (hoy en manos de Microsoft) también está trabajando en una receta similar, aunque con otro enfoque: su objetivo es ofrecer a sus usuarios una plataforma para poder crear mensajes relevantes que no molesten y que sean tenidos en cuenta. El proyecto se llama Air Traffic Controller (ATC) y ellos mismos lo están utilizando para sus comunicaciones, incluyendo SMS y notificaciones móviles. Gracias al uso de este método, la red social orientada a empresas y empleos redujo en un 50% la cantidad de correos que envía y bajó en un 65% la cantidad de quejas.

Linkedin también trabaja para emplear IA en su plataforma.

Otra compañía que también confía en este enfoque es la startup Knowmail, que está desarrollando herramientas de inteligencia artificial para que puedan aplicarse a clientes de correo de empresas o plataformas con Outlook. "Necesitamos ganarle a la saturación de los emails, que en términos de productividad puede ayudar a ahorrar casi un millón de dólares al año cada mil empleados", explicó su CEO Haim Senior. Y para asegurarse su efectividad, los robots de Knowmail capturan información no sólo de correos, sino también de contactos, agenda y otras informaciones sobre cada persona.

El uso de estas tecnologías busca optimizar el tiempo para los usuarios.

Si bien la posibilidad de poder responder a una gran cantidad de correos simplemente con un click es auspiciosa, la idea de que una máquina nos conozca tanto también abre algunos interrogantes. En Google lo saben y por eso Miklós aclara que su compromiso principal "es con la privacidad y la seguridad", acentuando que ningún humano accede a nuestros correos. Y agrega: "El algoritmo busca y reconoce las formas en que correos electrónicos similares han sido respondidos en el pasado y lo hace sin la intervención humana, lo que es un verdadero seguro. Y el desafío es crear una respuesta que sea tomada como parte natural de la conversación. Debemos respetar el tono que se viene manteniendo, si es más formal o si es coloquial. Para eso son relevantes datos como quién es el destinatario del mensaje, la frecuencia con la que nos escribimos con él, qué tipo de correos solemos escribir, etc.".

Aunque se trata de un terreno aún experimental, los resultados son auspiciosos y abren posibilidades inesperadas. Por ejemplo, en Google llegaron a detectar que en ocasiones el algoritmo llegó a identificar una broma en un email, a la que ofreció responder: "¡Ése es un buen chiste!". Una insólita postal de lo que nos espera.