La mala suerte de tener meningitis y caer en el Hospital Español

Un hombre de unos 42 años ingresó hace días al establecimiento. Lo operaron de apendicitis pero a los dos días descubrieron que era meningitis. Así comenzó su periplo de dolor y al tiempo que vueltearon a su familia.

La mala suerte de tener meningitis y caer en el Hospital Español

Por:Leonardo Otamendi
Editor Post

Lo sucedido en el Hospital Español en los últimos seis días es difícil de contar, mucho más de entender. Un hombre de unos 42 años ingresó con vómitos y dolor de cabeza, lo operaron de apendicitis. Como seguía quejándose lo trataron de “mañoso” y le dijeron a su esposa que lo lleve a un psicólogo. Luego, descubrieron que padecía meningitis y no le precisaban a su mujer si era grave o benigna. Recién cuando el Post se comunicó con la dirección del hospital para consultar sobre el caso, los médicos cambiaron el trato hacia el paciente y su familia, por supuesto para mejor.

Juan Guevara es el paciente. Un empleado en una empresa conocida de Mendoza. Su esposa es Laura Privitera. La pareja tiene dos hijos: de 4 y 10 años.

Tras la operación, Juan se revolcaba de dolor.

Son una familia común y el contacto de ellos con el Post llegó a través de un profesional del hospital que se indignó por el destrato con Juan y Laura, sobre todo con él.

Laura contó que el sábado por la noche llevó a su marido al Hospital Español. Sufría vómitos, dolor de cabeza y tenía, de acuerdo al estudio practicado, el apéndice apenas inflamado. El domingo lo operaron.

“Durante la madrugada, antes de la operación, Juan se revolcaba de dolor y nadie lo venía a ver, ni le dieron nada para que pasara mejor la noche”, contó Laura.

Tras la intervención, por la tarde del domingo, el cuadro empeoró. “Comenzó a sufrir una fuerte cefalea, vómitos y eso que hacía tres o cuatro días que no comía debido a que ya venía sintiéndose mal”, explicó la mujer.

“Le dieron un paracetamol y se desvaneció. Los médicos comenzaron a correr para atenderlo, mientras mi marido me decía: ‘Yo tengo algo, no puede ser, me siento muy mal’. Los médicos nos dijeron que la fiebre, la cefalea y los vómitos eran normales después de una cirugía”, relató Laura.

Con esos síntomas pasó toda la noche y en la mañana del lunes los cirujanos y los clínicos fueron a ver a Juan y le dijeron a su esposa que estaba bien. “Sin ser médica les pregunté si mi marido no tenía meningitis, lo que me respondieron fue una barbaridad: ‘No. Tiene depresión’. No podía creer que me estuvieran contestando esa barbaridad”, confesó Laura.

Lo trataron de mañoso, depresivo y lo mandaron al psicólogo.

Entonces los profesionales insistieron en que se trataba de un cuadro intestinal y el cirujano se quejó a través de una pregunta retórica: “¿Siempre es tan mañoso cuando se enferma?”. Y ahí le dijeron, según contó su mujer: “Lo tiene que llevar al psicólogo”.

Era lunes, ya lo habían operado y Juan empeoraba. Su esposa estaba desesperada y esa sensación se profundizaba ante los comentarios de los médicos.

Así pasó la noche y el martes por la mañana el paciente seguía igual, o peor. Entonces, relató Laura, “viene a verlo la médica clínica y le pido que le hagan una tomografía por las fuertes cefaleas que estaba sufriendo. Me volvió a decir que lo lleve al psicólogo. Le insistí —recordó— y entonces llamó a la neuróloga”.

Tras 4 días de internación y una operación le diagnosticaron meningitis.

La profesional le practicó una punción en la columna “y a las 17 del martes me confirmó que era una meningitis viral y que no era contagiosa”, aseguró Laura.

Pero a la noche a Juan lo aislaron y le dijeron en el hospital que la medida se debía a que la meningitis era bacteriana y muy grave. “El miércoles por la mañana me confirman ese diagnóstico pero la neuróloga me dice que es viral”, contó la esposa del hombre que para ese momento ya no entendía nada.

Llegó al hospital con un cuadro, lo intervinieron por una apendicitis, no mejoró, lo trataron de mañoso y depresivo, lo mandaron al psicólogo y horas después estaba aislado, con dos diagnósticos de meningitis distintos. Esto no es menor porque si Juan sufre un tipo de patología bacteriana, las personas que estuvieron con él pueden estar infectadas.

El miércoles por la tarde Juan empeoró más todavía, lo trasladaron a la terapia intensiva y el jueves lo llevaron nuevamente a sala común.

Laura Privitera asegura que en el hospital le han dicho que su marido “tiene el virus en el líquido encefálico pero no es contagiosa la meningitis y que se va a recuperar en unos 20 días”.

La versión y reacción del director del hospital Español

En el medio de toda esta situación, el miércoles por la tarde el Post se comunicó con el director de Epidemiología de la Provincia, Rubén Cerchai, para consultarle si del Español le habían comunicado sobre un caso de meningitis. El funcionario respondió que no, ya que no es necesario que sea inmediata esa comunicación pero que sí tienen que notificarla.

Ese mismo día también se le consultó al director del hospital, doctor Walter Vázquez, sobre el caso. Él respondió que no estaba al tanto, que recién se interiorizó cuando le avisaron que la prensa quería saber sobre el paciente y sobre qué medidas había tomado el Español en cuanto al aislamiento.

El director del hospital negó la meningitis pero se enojó al consultarle por el aislamiento del paciente.

El director aseguró que aún no se sabía si Juan Guevara tenía meningitis. “Se le detectó un síndrome de meningo, se le practicó una punción y se envió a analizar a un laboratorio de Bahía Blanca”, explicó. Agregó que los resultados estarían en unos 10 días.

Sin embargo, para ese momento los médicos ya le habían dicho a Laura que su esposo tenía meningitis y por eso lo habían aislado. Al decirle esto al doctor Vázquez, se enojó y dijo que no tenía por qué responder más a los periodistas sobre la salud de un paciente y que un caso de meningitis en un hospital privado no es un tema de salud pública.