Medio ambiente: un llamado global del Papa que interpela a Argentina

Medio ambiente: un llamado global del Papa que interpela a Argentina

Por:Guillermo Villarreal (*)

La jornada mundial de oración por el cuidado de la creación fue la excusa del papa Francisco para volver a exhortar a los gobiernos a respetar los compromisos asumidos para proteger el medio ambiente, y advertir que los pobres ya sufren los efectos del cambio climático con las migraciones forzosas.

El nuevo llamado fuerte del pontífice a hacer un "mea culpa" por los pecados cometidos contra el planeta y a no ser indiferentes ante la pérdida de la biodiversidad y la destrucción de los ecosistemas, no excluyen a las autoridades argentinas.

Pero el clamor del Papa a cambiar de ruta para detener la depredación de la tierra y la contaminación no parecen estar -se advierte en medios eclesiásticos- entre las urgencias del gobierno de Mauricio Macri, más allá de algún gesto aislado, aunque significativo, como la creación de un Gabinete Nacional de Cambio Climático.

En este sentido la Iglesia cuestionó las acciones ambientales "marketineras" y que las autoridades "únicamente reaccionen" a los pedidos de una agenda ecológica cuando tienen fallos judiciales condenatorios, como lo hizo hace ocho años la Corte Suprema al ordenar al Estado nacional, a la Provincia y a la Ciudad el saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo.

La nueva exhortación global del Papa de este jueves puso también bajo la lupa las actividades extractivas, agrícolas e industriales que contaminan el agua sin reglamentación y controles suficientes. Advertencia que va en línea con la queja eclesiástica por la transferencia de recursos a raíz de la decisión de los residentes de la Casa Rosada de eliminar las retenciones a la minería y el campo.

Los obispos aseguraron que se carece de una política integral, aunque reconocieron la administración de Cambiemos carga con la "herencia" de años de errores y omisiones, y en los que se ignoraron, vetaron y cajonearon leyes en materia ambiental, como las destinadas a preservar bosques y glaciares.

Por eso en un documento reciente sobre el bicentenario patrio, la Conferencia Episcopal Argentina incluyó al descuido del medio ambiente entre los grandes "males" argentinos, en el mismo nivel que la corrupción, el narcotráfico y los desencuentros entre "hermanos".

La queja eclesiástica sobre la desprotección del medio ambiente no es nueva en la tierra natal de Jorge Bergoglio, donde la Iglesia se opuso a proyectos de megaminería a cielo abierto considerados contaminantes, reclamó una política "más agresiva" para el reciclado de residuos e incluyó a la Argentina entre los países que derrochan agua.

Ahora el planteo ecologista del Papa llegó al país de la mano de uno de sus colaboradores en el Vaticano, el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, prefecto de las academias pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales. El mismo prelado que fue víctima de la inseguridad esta semana, cuando llegaba a la Legislatura porteña para hablar de derechos humanos y delitos de lesa humanidad.

Sánchez Sorondo opinó que la Argentina tiene "mucho por hacer" en lo que respecta al cuidado del medio ambiente e instó al Gobierno a que aproveche "la potencialidad enorme" que tiene el país para producir energía sostenible, eólica y solar.

No es casual que el prelado haya estado en el país en vísperas de la nueva exhortación de Francisco a promover un desarrollo sostenible e integral, y que le haya sugerido a la administración central que instrumente "una política nueva para los parques nacionales, observando los cambios de paradigma en esta materia en el orden latinoamericano, y se transformen en estructuras de desarrollo sostenible".

Tampoco fue casual que el Papa haya designado esta semana como arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo a monseñor Jorge Lozano, quien supo acompañar la lucha de los ambientalistas entrerrianos contra las pasteras uruguayas frente a Gualeguaychú y desde noviembre deberá lidiar con las iniciativas mineras que promueve el gobierno cuyano.

Todo sobre la base de la encíclica "Laudato si'", en la que el Papa alerta que "Dios perdona siempre, los hombres algunas veces, la naturaleza nunca".

(*) Especial para Mendoza Post