"Los últimos días de la víctima", del año 1982 y dirigida por Adolfo Aristarain, muestra como un sicario asesina y hace pasar la escena como un suicidio.

La película ¿premonitoria? del caso Nisman

La película protagonizada por Federico Luppi y Soledad Silveyra,  muestra una clara escena donde un sicario realiza un homicidio y prepara la escena de manera tal que parezca que el hombre se quitó la vida.

El argumento sigue los pasos de asesino a sueldo que trabaja para importantes sectores del poder quienes le señalan diferentes víctimas. Uno de los trabajos solicitados a Raúl Mendizabal, interpretado por Luppi, es el de eliminar a un tal Kulter y el film gira en torno a eso.

"Los últimos días de la victima" está basada en la novela homónima de José Pablo Feinmann.  

Sin embargo, otra de las tareas que realiza Mendizabal al inicio de la película es asesinar a Carlos Ravenna (Julio de Grazia), quien es un financista acusado de maniobras fraudulentas y que, con su muerte, varios poderosos políticos resultarán beneficiados.

En el largometraje, Ravenna es el tema central de todos los medios e iba a dar una conferencia de prensa a las 15 pero apareció muerto el día anterior. Una gran coincidencia con el caso Nisman, según Perfil.

¿Cómo ocurre todo?

En la escena en cuestión, el personaje de Luppi logra ingresar al departamento de su victima y lo obliga a abrir la caja fuerte que este tiene. Luego lo desmaya y coloca en la bañera llena de agua.

Ahí, el sicario le dispara en la sien a la distancia apropiada para que parezca un suicidio. Obviamente coloca el arma en la mano del muerto.

Lo genial de esta parte es la huida del asesino sin dejar rastros, a punto tal que logra cerrar la puerta del baño desde el lado de afuera, para aparentar que no entró nadie.