Almacenar algunos de ellos, lejos de mejorar su conservación, empeora su sabor y favorece la formación más rápida de mohos.

Cuáles son los alimentos que no debés guardar en la heladera

Por: Mendoza Post

 La tendencia de muchos es guardar aquellos alimentos que no se van a consumir en la nevera pensando que se conservarán mejor, una idea que no vale para todos los alimentos. Pero esto no siempre así.

 A pesar de que la nevera se considera un refugio seguro para los alimentos, lo cierto es que algunos no toleran bien las condiciones de refrigeración.

 Eroski Consumer enumeró algunos alimentos que no deben almacenarse en la heladera.

Tomates

Pierden todo su sabor en la heladera porque el aire frío detiene el proceso de maduración, que da el sabor a este producto. También altera la textura porque el frío rompe las membranas de la fruta y lo hace más harinoso. Deben almacenarse a temperatura ambiente.

Bananas

Como los tomates, el frío ralentiza el proceso de maduración de la fruta. Si se guarda verde, esta permanecerá así durante un periodo de tiempo relativamente largo. Sí pueden llevarse a la heladera las bananas más maduras que no se vayan a consumir de manera inmediata. 

Papas

 El frío puede aumentar la cantidad de azúcar que contienen y dar lugar a un producto arenoso, con mayores niveles de acrilamida cuando se cuecen al horno o se fríen a altas temperaturas. Deben almacenarse en un lugar fresco y seco. 

Cebollas

La humedad de la heladera favorece la formación de mohos. La mejor manera de almacenarlas es mantenerlas en un lugar fresco, seco y bien ventilado. 

Ajo

 La refrigeración hace que el bulbo se deteriore de manera más rápida porque añade humedad y favorece el crecimiento de moho. Solo puede almacenarse ajo en la nevera si se ha picado, y se hará en un recipiente cerrado herméticamente. 

Pan

El frío reseca el pan, por lo que no es aconsejable guardarlo allí. Excepto si se trata de rodajas de pan de molde, que sí podrían almacenarse en frío, es preferible almacenarlo a temperatura ambiente o congelarlo. Si se congela, debe envolverse para que conserve mejor su humedad. 

Miel

Si se mantiene cerrada herméticamente, puede conservarse fuera de la helader sin ningún problema durante años, siempre y cuando el envase esté bien cerrado. De lo contrario, entraría humedad en el interior. Con el frío, lo único que se consigue es que se cristalice.