Para diario La Nación, la Constitución mendocina es "sabia"

Para diario La Nación, la Constitución mendocina es "sabia"

Por: Mendoza Post

Este lunes, diario La Nación sorprende por el tono de una nota editorial donde destaca la Constitución de Mendoza. La elogia porque “no permite la reelección inmediata del gobernador”, e insta a que “no debería ser reformada, sino imitada por otros distritos”.

Recuerda el matutino que, desde 1983, “varios gobiernos de distinto signo, radicales o justicialistas, han intentado llevar a cabo una reforma constitucional que, detrás de vagos planteos modernizadores, sólo tenía como principal propósito instalar la posibilidad de la reelección de los gobernadores”.

Y agrega que “la existencia de una tercera fuerza política, el tradicional Partido Demócrata, ha impedido hasta ahora que esos propósitos pudieran concretarse. Pero la disminución en la representación legislativa de esa fracción abre la posibilidad de que los intentos reeleccionistas avancen”.

“La Constitución de Mendoza posibilita reformas parciales siempre que sean aprobadas en la Legislatura y avaladas en una consulta popular, a razón de un artículo por año”.

Para La Nación, la Constitución provincial “prohíbe sabiamente la reelección del gobernador y del vicegobernador, que deben esperar un período para volver a presentarse y, asimismo, esa limitación rige para los familiares cercanos de los citados funcionarios”.

La Constitución, elogiada

El centenario diario destaca que estas limitaciones “han logrado que Mendoza sea librada del caudillismo y de la formación de dinastías y oligarquías que imperan, en algunos casos desde antaño, en otras provincias del país”.

Y añade: “Mendoza comparte este honor sólo con la provincia de Santa Fe, tal vez porque son dos distritos donde siempre ha imperado un sistema de tres partidos fuertes, lo que asegura un equilibrio político ejemplar, con mayores controles para evitar la corrupción”.

Luego, menciona que, “no es casual que las provincias más atrasadas y pobres sean las gobernadas por oligarquías que las convierten en feudos personales, como son los casos de Santa Cruz, Formosa, Santiago del Estero y La Rioja. En algunas de ellas, como en las dos primeras, existe la reelección indefinida; en otras, como Santiago del Estero, el gobierno es un bien conyugal, como sucedió con el matrimonio Juárez y ahora con el matrimonio Zamora”.

Finalmente, La Nación asegura que el impedimento de la reelección inmediata “suele morigerar la tendencia al personalismo y al caudillismo, probablemente nacida en nuestro país durante la experiencia rosista, apoyada en el otorgamiento de la suma del poder público a alguien que gozaba de la facultad de eternizarse en un cargo”.