Quincho: una caída, el control del PJ... y la plata... siempre la plata

El gobierno no le puso foco a la elección en la UNCuyo y perdieron. ¿Se divide el bloque del peronismo, por Cornejo? Refinanciando todo.

Quincho: una caída, el control del PJ... y la plata... siempre la plata

Por: Mendoza Post

Julián recorría los pasillos del supermercado espiando góndolas, buscando precios… Se le había antojado hacer tortas fritas, para apaciguar el maldito frío más propio de "Invernalia" que de Mendoza, y que venía apretando de lo lindo. Silbando bajito agarró harina común refinada y leudante, aceite de girasol puro, y cuando iba por la grasa de cerdo, algo pasó. Notó sus bolsillos pesados y duros. Metió la mano y empezó a sacar nueces… (-¿Y esto… qué mierda es…-?) pensó para sí. En eso se acercó la esposa de Roberto Macho, también sindicalista. –Gordo… guardame las nueces que viene la ‘gorra’ le dijo- y huyó tras la góndola de los snacks. Julián asintió, aturdido. Miró los carteles de oferta del súper, y no los reconoció. 

Observó con atención la línea de cajas… ¿¡Pero qué mierda pasa… Ese no es el Pancho García!? ¿¡Y aquél de atención al cliente… No es Carlitos López Puelles!? Julián se restregó los ojos, y en ese instante se dio cuenta que estaba metido otra vez en una de sus pesadillas horribles. Su carrito se había llenado hasta arriba de productos de Precios Cuidados: Protector solar… CD regrabables… películas berretas… herramientas inútiles… Parecía la lista de Guillermo Moreno. En la zona de juegos, alguien regenteaba la máquina de peluches, repleta hasta el tope de muñecos del Oso Arturo. Que en Paz Se Vaya, viejo oso. Unos niños con camisetas de ATE piqueteaban el pasillo.

El piso del supermercado retumbó en grado 4,0 de escala de Ritcher cuando entró en tropel una horda de muchachos y muchachas fortachones, con pashminas tipo intifada enrolladas en los rostros, gorras militares y remeras que agitaban la revolución. 

La pesadilla del gordo.

Los revoltosos entraron a saquear la góndola de leche chocolatada y galletitas Coquitas y huyeron por esa puerta misteriosa que tienen todos los súper con cortinados plásticos, de donde salen los carros cargados de comida para los repositores. Todo se volvió un despelote. En eso entró la División Roberto Macho, con una banda de chiquilines corriendo detrás. –Vamos a hacer la guerra contra el capitalismo salvaje…- le explicó el sindicalista a Julián, mientras mordisqueaba todos los panes de la góndola. Los que iban detrás saqueaban las papas fritas y tiraban los paquetes. El descontrol estaba armado. El gordo quiso agarrar el celular para avisarles a sus amigos, pero se le congelaron los dedos. La gente seguía comprando como si nada mientras los piqueteros y el valeroso Roberto Macho Argentino atacaba las nueces con pasión militante, qué mierda. Julián miraba perplejo. Su carro se había vaciado. Desde lejos sonaron los silbatos, y aparecieron Roberto Munives y Gianni Vernier con el uniforme de Carrefour y cachiporras en la mano, para reprimir a los revoltosos.

-Mire Roberto… esto que ha hecho usted es una cagada, intento de hurto… pero lo puede pagar con Ahora 12…- dijo el ministro. Macho pagó y las cuentas quedaron saldadas.

-Nosotros, el pueblo organizado que resiste al supermercadismo explotador… Vamos a hacer la revolución morfándonos las papas fritas de Walmart…- dijo Macho antes de irse. El gordo hizo lo propio, pagó con un billete de 1000 pesos y salió a la calle. Todo se volvió blanco y Julián se hundió en la nube algodonosa y levemente húmeda del sueño, hasta que despertó a la mañana siguiente.

Por las dudas, esta mañana haría las compras en el almacén del barrio.

-Es mejor no provocar a las pesadillas- les dijo a los del cuadro que adorna la pared norte del quincho, la que da a Las Heras. Y salió a por un buen asado, qué mierda.

¿Volverán los tiempos peronistas con el compañero Cornejo?

Los amigos ya estaban acomodados alrededor de la mesa. El gordo estaba sirviendo los choricitos tipo “bombón” que anabolizaba con coñac una noche antes, mientras los cortes más finos se terminaban de hacer en la parrilla del quincho. Al fondo, sobre los hierros, las costillas arqueadas eran un verdadero poema. Una vuelta de Malbec, y a arrancar. El gordo fue el primero.

-Qué bien operan… ¿eh? ¿Cómo hicieron para no colgarles a Cornejo, Cobos y Laura Montero la derrota en la UNCuyo? ¡Se viene el peronismo! ¡Y recién van seis meses de Cambiemos!- proclamó el dueño de casa, revoleando la chaira. El Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, estalló en carcajadas…

-¡Borges tenía razón! ¡Ustedes los peronistas son incorregibles!- festejó. –A ver… vamos por partes… Yo te reconozco varios errores. Para empezar, el rector es Daniel Pizzi. No es Cornejo ni Cobos. Segundo: es cierto que desde la política nos quedamos dormidos con las elecciones de “medio tiempo” de la UNCuyo. No le pusimos foco. Nadie le dio pelota, y nos quedamos mirándonos entre nosotros. Pero a fin de cuentas, la UCR y el PJ ganaron tres facultades cada uno y los independientes se quedaron con cuatro. Es duro, sí, pero no perdimos más que un par de consejeros…- se atajó el radical de la mesa, y buscó maquillar el mal paso con un trago de Malbec.

Pizzi, el primer 

derrotado de 

Cambiemos.

-Admití que hicieron mal en mandarlo a votar a Cornejo. Su lista de Graduados perdió… Expusieron al gobernador y le levantaron el precio a una elección que le importaba sólo al mundillo universitario- añadió el gordo. El Ruso y Ludovico miraban de un lado a otro como en una final de ATP en Indian Wells.

-No es tan así… primero, el Alfredo no es muy “conducible”. Fue a votar porque se le cantó… Y lo otro, te aviso, el principio del fin electoral del peronismo el año pasado, fue la “previa” de 2014 con la elección de Pizzi en la Universidad. Ustedes tenían entonces el gobierno nacional y el provincial y perdieron… Yo creo que en Cambiemos tenemos que analizar qué pasó. Pero te confieso algo. Tenemos dirigentes importantes muy metidos en los asuntos universitarios. El gobierno de Pizzi es una sucursal de la Casa de Gobierno, los comités radicales y la Legislatura juntos, y nadie le puso foco. ¿Ustedes que hicieron?- preguntó el Omar, sin ánimo de pelear. El Ruso interrumpió.

-Laburaron todos, y juntos…- dijo el hombre de los negocios del grupete.

-Exactamente. A ver… pasaron muchas cosas. Lo primero, es que Anabel Fernández Sagasti se metió de lleno, los comprometió a los intendentes que pusieron gente, laburo y militancia a trabajar la elección hasta en las listas independientes. Tiramos todos del mismo carro. Yo te digo que el miércoles, después de la elección circularon mensajes de texto entre dirigentes del peronismo, felices de haber ganado algo después de las palizas que nos comimos el año pasado. Fue un aliciente de cara a lo que viene…- dijo el Gordo, y Ludovico metió la cuchara.

¡Levantando la manito!

-¿Lo que viene es una alianza con Cornejo? Me enteré de los apurones para apoyar en la Legislatura el acuerdo por el 15 % de coparticipación con Nación…- dijo con sorna. Al gordo le subieron los colores a las mejillas pero no puteó, y explicó lo que sabía.

-A ver… es cierto que el último miércoles de mayo hubo una reunión entre todos los legisladores del PJ y todos los intendentes. Entre las cosas que se acordaron, como no andar batiendo en los medios los problemas del peronismo, se determinó que no se iba a aprobar la ratificación de acuerdo de Cornejo con el gobierno nacional por el 15 % de la Coparticipación, hasta que el Congreso de la Nación no aprobase el paquete completo, porque como ustedes saben forma parte del blanqueo y de los juicios a los jubilados. 

Bueno… hasta ahí íbamos bien… el asunto es que después, a la semana siguiente, los compañeros estaban en la Legislatura, y el miércoles a las 9:00 llamaron los intendentes apretando y hubo que aprobar todo así como estaba. Y a votar. Los muchachos se quejaron de un duro apriete de la Casa de Gobierno… y bueno… el Alfredo juega fuerte… Miren hace un tiempo dijimos en esta mesa que Cornejo era el único jefe al que estaba haciendo caso el peronismo… y yo les digo que no estamos tan lejos…- dijo el gordo, y los muchachos estallaron en carcajadas. Después de un brindis por el bipartidismo,  Ludovico tiró un dato que había escuchado en la Legislatura.

-¿Es cierto que se divide el bloque del PJ?

-Puede que sí…- admitió el gordo. –Hubo una reunión muy importante del sector azul, todos… El Elián Japaz los fue llamando de a uno y después no fue, porque anda resfriado, parece… pero bueno… los compañeros se juntaron el viernes, se han hinchado las pelotas de los manejos de los hermanos turcos del Sur. Cuentan que el Omar Félix dice una cosa y el Emir otra y con ese jueguito te quieren manejar el peronismo. Así es que yo creo que los ocho diputados azules, un par de algún otro bando, hacen rancho aparte. Se cansaron que haya “emisarios” legislativos criticando gestiones sensibles que les tocaron a los azules en los últimos dos gobiernos…

-¿Para qué?- quiso saber el Omar, sorprendido por el dato.

-Para ayudar a los intendentes y ayudarlo al petiso, que después de todo en los dos primeros años de Paco votó casi lo que le hemos pedido. Así es que por lo menos hasta las elecciones, hay un peronismo que quiere ayudar a las gestiones y que salgan las cosas... lleguen obras, caiga la guita… Esas cosas.

-¿Y Ciurca?- insistió el radical del grupete.

-Y… queremos que esté con la mayoría. Él ha estado caminando por todos lados, viendo qué pasa, hablando con compañeros. Vamos a ver. Pero habrá novedades en la semana…- dijo el gordo. –Como peronistas, ya hemos tocado fondo… y ahora hay que salir, como decía el ‘Chueco’, Dios y el General lo tengan en la gloria…- dijo el gordo, alzando la copa de Malbec. 

El Ruso estaba preocupado por la plata.

-Omar… ¿Qué pasa? ¿Llegan bien a fin de año?

-Falta alguna guita… la refinanciación con el Banco Nación a cinco años, de aquellos 2.200 palos con los que el Paco iba pagando los sueldos mes a mes… Vamos a llegar dentro de lo previsto, es decir, a fin de año van a faltar los cinco mil palos de déficit que se proyectaron y presupuestaron…- dijo el Omar.

-¿Cómo es…? ¿A ver?- se interesó el gordo, con más ganas de chicanear que de otra cosa.

-Había 2.200 palos del Banco Nación que ahora es “amigo”, y que vencían ahora en tres cuotas. Martín Kerchner los está renegociando. Hay que refinanciar otros 150 palos verdes de Credit Suisse, que es el otro asunto en la agenda financiera y la vamos a ir llevando. Y en acuerdo con los intendentes del PJ puede que se voten otros 561 millones de mangos para Seguridad y 50 palos verdes para inversiones en agua y clocas en Aysam, que los compañeros de la gestión anterior tomaron por la crisis financiera de la provincia y mandaron a los gastos corrientes. Si a eso le sumamos la guita que perdemos por coparticipación de Ganancias, el acuerdo con Nación del famoso 15 %, a fin de año el resultado de todo esto va a ser más o menos neutro, teniendo en cuenta que hay una fuerte restricción de gastos, además…- contó el Omar. Los muchachos se deprimieron un poco. Si en algo tuvo razón Cornejo en la campaña, es que las noticias de guita iban a ser pobres en el primer año de gestión.

Juntando la platita... tarea ingrata.

Después de comentar los partidos de la Copa América, la explosión de Messi ante el siempre complicado y fuerte equipo de Panamá -unos muchachos con una trayectoria futbolera que haría empalidecer a Holanda- la cena fue llegando a su fin. De postre, había unas peras al Malbec de esas que el gordo cocina a fuego lento y con ramas de vainilla auténticas. Los amigos partieron rumbo a los autos.

-El colmo de la mala suerte es que se te muera el Oso Arturo…

-Y sí… le va a tocar a Cornejo… los más amigos en el gobierno, lo gastan. Están esperando que venga Susana Giménez a hacer algún quilombo.

-Qué papelón el de Macho… ¿no?

-Justicia Divina, en el peronismo se morían de risa. Y encima el cana que lo mandó al frente es de apellido “Maure”. Decime si eso no es destino.

-Gordo… ¿Cómo está el clima social acá? ¿Lo ves complicado?

-Y… a ver… hay distintos planos. La gente menos pudiente, la realmente pobre, sufre menos los tarifazos porque están protegidos por la tarifa social. Sí se comen enteros la inflación y los precios. Hay un nivel importante de puteadas de la clase media, del comercio… Mirá el centro… negocios vacíos y locales en alquiler… La gente tiene disposición a bancar a Macri, pero se les va en cuanto les llega la boleta. Igual, no hay ‘movida’ rara como esas de las que se habla en La Matanza. Acá, por ejemplo, la “mesa” reservada de jefes de seguridad de los locales y supermercados grandes y de centros comerciales con el ministerio de Seguridad, no se han estado reuniendo. Y hay barrios de Mendoza donde se nota la diferencia de cómo los atendían las áreas sociales antes, y ahora. Hay ausencia… eso recogen en el peronismo, por lo menos… Desde el PJ y los sindicatos, coordinados por la Intersindical estatal, están tratando de armar una estadística social de Mendoza. Vamos a ver con qué aparecen.

-¿Qué es eso de la descentralización hospitalaria que están tratando de sacar por ley?

-Simple. El Alfredo les quiere afanar poder interno a las comisiones y a los directorios que manejan los hospitales.    Sería  como legalizar las intervenciones y sacarles autarquía. Desde hace mucho años  mucha gente de la política sabe que la descentralización de los hospitales fue un fracaso.  La teoría era buena y  lo recomendaba hasta el Banco Mundial pero la verdad es que solo sirvió para gastar mas y  que haya choreo descentralizado,  y no mucho mas. Lo que quiere es que haya una línea política directa entre los directores y el ministerio de Salud, y no que cada hospital haga lo que le parece. Y el PJ estuvo de acuerdo. Paco Perez en su momento lo tuvo en la agenda pero luego no lo ejecutó,

-Bueno… entonces… ¿No debería llamarse “centralización”?

-Y sí… Pero… ¿A quién le interesa cómo se llama? ¡Lo importante es que se haga, que se desarme el cartel de los proveedores y que los hospitales empiecen a funcionar mejor!

-¡Jajaajajaaaaaaaaaaa! ¡Tenés razón!

Y así, entre risas y apretados por la helada cortante de la madrugada mendocina, los amigos se perdieron en el sentido estricto de la palabra.