Los precios del asado: un "mapeo" de la situación en Mendoza

A pesar de que el Gobierno Nacional pidió que bajen los precios, los carniceros locales se defienden y acusan a los proveedores de no darles las facilidades para hacerlo.

Los precios del asado: un "mapeo" de la situación en Mendoza

Por: Mendoza Post

El asado es una de esas comidas argentinas "sagradas" desde que el país es tal. Pero los constantes aumentos en el precio de la carne despertaron verdaderas molestias tanto en los consumidores mendocinos, como desde el Gobierno Nacional que pidió que la gente "se abstenga de consumir carne". Es que un kilo supera con creces los 100 pesos desde hace varios meses y esta tendencia está lejos de acabar.

A casi dos meses de la asunción del nuevo gobierno, el valor de los cortes vacunos subió y siguen subiendo en las góndolas y carnicerías de todo el país, mientras que en el mercado de Liniers, bajó casi un 7% en lo que va de enero. 

En las carnicerías porteñas asciende a 14o pesos el kilo de asado de primera.

Fue por ello que el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, declaró recientemente sobre esta situación que "hay que incorporar a los supermercados a la mesa de discusión de la cadena de valor de la carne, porque lo que ha bajado la hacienda en pie no ha retrocedido en la misma proporción en los supermercados”.

Mendoza no está ajena a estas subas. Tanto en los supermercados como en la mayoría de las carnicerías de barrio ya se notan como los números se dispararon: en promedio, el kilo de asado de novillito se ubica sobre los 105-120 pesos (o más). "Nosotros subimos la carne porque desde el frigorífico no la han bajado. No nos queda otra y no podemos ponerla más barata como pidieron", contó Javier, quien trabaja en una clásica carnicería del Mercado Central.

¿De quién es la culpa?

Desde el Gobierno Nacional apuntan a que los comerciantes locales son los responsables exclusivos de estos aumentos. "Casi el 60% de la carne se vende en ese canal, pero los carniceros a veces se hacen los distraídos ante la baja del precio de la hacienda y siguen atribuyendo el tema a los proveedores", añadió hace unos días el ministro Buryaile en un programa radial de Buenos Aires.

También en esta línea, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, relató durante una conferencia de prensa en esta semana: "Ví lo que sucede: el precio de kilo de asado estaba en 140 pesos, y ese valor es excesivo, pese a que algunos cortes han bajado".

A pesar de estas declaraciones de buena intención, nada pasó. Los precios de los cortes no se han reducido y el bolsillo de los mendocinos sigue sufriendo a la hora de querer darse un gustito en familia.

Como una manera de "mapear" los precios del Centro, desde el Post decidimos recorrer algunos pequeños y grandes locales comerciales (incluido dos súper) para conocer el precio en que está hoy el kilo de asado de novillito y ver si realmente adhirieron a la premisa de Buryaile y Prat Gay.

Los resultados 

- VEA (Patricias y Barcala) - $103,39

- Frigorífico De Carolis (Av. Gdor. Ricardo Videla) - $110  

- Carnicería "popular" (Patricias y Gral. Paz) - $120

- Carnes Rizzo y Los dos hermanos (Mercado Central) - $120

- Frigorífico Trovato (Juan B. Justo y Granaderos) - $125  

- Ke Karne (Mercado Central) - $139,90

Los carniceros sufren

Todos los vendedores locales de carne consultados coincidieron en un punto: la intención del Gobierno Nacional es buena pero no se puede llevar a cabo empíricamente. En la realidad, se complica.

Según ellos, los proveedores que los abastecen no se muestran dispuestos a bajar los costos y de esta manera la cadena de distribución  no llega con valores más accesible al consumidor.

"Esta situación lleva años así. Imaginate que en este tiempo solo bajó dos pesos la carne. La gente que quiere comer un buen corte está llevando menos cantidad que antes y sino paga resignada el precio actual", relató Luis a este diario mientras acomodaba recortes de una caja a otra.

La alternativa es clara ya que en todos estos negocios existen cortes más baratos pero (obviamente) son de menor calidad. Una frase puede describir a la perfección la situación de este segmento del mercado: "Si le gusta celeste, que le cueste".

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