Harry y William: la relación de los príncipes se quebró por adicciones y traición

La ruptura de Harry y William surgió mucho antes de que Meghan entrara en la familia real. La historia detrás de la interna familiar que llevó al "Megxit".

Harry y William: la relación de los príncipes se quebró por adicciones y traición

Por: Mendoza Post

Dos escándalos protagonizados por el Príncipe Harry y su hermano William quebraron la relación entre ambos. La situación llegó al extremo que el menor rompió relaciones con la corona británica. De acuerdo a algunas especulaciones, la irrupción de Meghan Markle en el día a día del duque de Sussex fue determinante.

No obstante, de acuerdo al historiador Robert Lacey, todo comenzó luego de una larga historia de adicciones y traiciones en el seno de la familia real. Toda esta información está volcada en el flamante libro de Lacey, llamado "Battle of Brothers" (La Batalla de los Hermanos). 

Harry y William eran muy cercanos durante su infancia. El vínculo se reforzó después de la trágica muerte de la princesa Diana, su madre, en 1997. Un año después la relación cobró mayor importancia cuando Harry se unió a William en la Eton College. Pero dos años más tarde las cosas empezaron a cambiar.  

El príncipe William: "Apoyé a mi hermano toda la vida, no puedo hacerlo más" 

El historiador explicó que William había establecido un círculo cercano y confiable de amigos de Eton, y su hermano fue invitado a unirse a ellos. Pero en aquel creciente grupo, Harry era uno de los más chicos. Al igual que su hermano, la mayoría eran dos años más grandes que él, lo que llevó al jovencito de apenas 14 años a conocer demasiado rápido algunas tentaciones con las que aquellos adolescentes ya venían coqueteando.

El centro de operaciones de este grupo de jóvenes de la elite británica fue aquel refugio a prueba de bombas que, por razones de seguridad, el Príncipe Carlos había mandado a construir en el sótano de Highgrove varios años antes. Olvidado, el padre de los hermanos permitió que lo adaptaran y lo convirtieran en 'Club H', una discoteca con apariencia carcelaria, cubierta de sofás desaliñados. Harry y William eran locales allí y recibían a sus amigos de la escuela durante sus vacaciones.

Contaba con un bar bien surtido, donde Harry tuvo acceso libre a todo tipo de bebidas, junto con un sistema de sonido de última generación que hizo temblar cada piso del edificio de 200 años.

El Club H convirtió Highgrove en un lugar de moda cuando papá no estaba, lo que era un hecho cada vez más frecuente. Es que la prioridad de Charles en ese momento era su campaña para que Gran Bretaña aceptara su relación con Camilla Parker Bowles

En su ausencia, William, de 16 años, que de acuerdo al historiador ya bebía constantemente, y su hermano menor se dieron todos sus gustos. En Club H William y sus amigos mayores marcaron en gran medida el ritmo social de Harry.

Claro que los muchachos no se juntaban únicamente cuando el príncipe Carlos no estaba en casa. Los dos hermanos y sus amigos se alejaban de su padre y escapaban a The Rattlebone Inn en el pueblo de Sherston, a cinco millas de distancia. Su otro bunker.

Por supuesto, es ilegal en los pubs británicos vender alcohol directamente a cualquier persona menor de 18 años, pero el propietario de Rattlebone no pudo rechazar la visita de los príncipes y la posada también permitió que sus jóvenes clientes reales participaran en actividades nocturnas.

Además del alcohol también se fumaba mucho cannabis, con total libertad ya que los autos de los guardaespaldas reales mantenían a la policía local alejada. Expuesto a todo esto, el príncipe Harry comenzó a beber alcohol en grandes cantidades. Y, según informó el Daily Mail, algunos miembros del círculo Rattlebone también "comenzaron a probar sustancias exóticas".

Descontrolado Harry, se ganó el apodo 'Hash Harry' en Eton, debido al aroma que emanaba de su habitación. Lacey opinó que "una tranquila palabra de advertencia (de parte de William hacia Harry) podría haber evitado lo que sucedió a continuación".

En agosto de 2000, William, que tenía 18 años, dejó Eton y se dirigió a Belice para descansar en un año sabático antes de comenzar sus estudios universitarios. Fue entonces que Harry se descarriló por completo: comenzó a drogarse en exceso, hasta que las noticias sobre los problemas del menor de la familia llegaron a oídos del Príncipe Carlos.

Siempre de acuerdo al relato de Lacey que fue destacado en Daily Mail, varias semanas antes de que Charles se diera cuenta del problema de su hijo, el ex escudero del Príncipe de Gales, Mark Dyer, acompañó a Harry en una visita secreta a un centro de rehabilitación en Peckham, sureste de Londres.

La idea era darle al joven príncipe un baldazo de realidad que lo hiciera reaccionar a tiempo. Pasó unas horas hablando con ex adictos a la heroína y la cocaína, quienes también informaron a su visitante sobre "las consecuencias de consumir drogas".

Pero cuando la historia salió a la luz en enero de 2002, con el título: "La vergüenza de las drogas de Harry" se apuntaron los elogios al príncipe Carlos, asegurando que él había organizado aquella visita como una especie de terapia contra el excesivo consumo de drogas de Harry.

Y así el Príncipe, que se enteró de las adicciones de su hijo después de que todo esto hubiera sucedido, quedó en la opinión pública como una especie de salvador de su hijo descarriado. Algunos periódicos sugirieron que era William quien debería recibir el crédito por intervenir a pedido de su padre para 'salvar' al príncipe Harry.

Para Lacey las cosas fueron completamente tergiversadas, ya que Harry pagó el precio de una adicción a la que su hermano lo había impulsado y de la que su padre nunca se había enterado.

Desde entonces, para la prensa William ocupó el lugar del "Príncipe azul", mientras que Harry se convirtió en el "pícaro y sucio".

El disfraz Nazi

En enero de 2005, los hermanos fueron a alquilar los disfraces con los que asistirían a una fiesta. William optó por ser un león, en tanto Harry eligió un uniforme de color caqui. El problema era que la manga izquierda de la camisa estaba "decorada" por un brazalete rojo y blanco brillante con una esvástica Nazi negra.

Aunque no existían todavía las redes sociales, la foto se viralizó y los diarios definieron a al hermano menor como "Harry el nazi". Se disculpó, pero no alcanzó para calmar la indignación pública. Y aquí es donde Lacey volvió a marcar a William como una mala influencia para su hermano, que nunca pagó por su responsabilidad: "Lo más claro de todo es que sabemos que Harry eligió su disfraz junto con su hermano mayor, el futuro rey William, entonces de 22 años, quien se había reído todo el camino de regreso a Highgrove con su hermano menor, y luego en adelante en la fiesta a la que asistieron juntos". 

Mientras la prensa lo destrozaba y la figura de su hermano se elevaba, Harry acumulaba bronca en su interior contra su hermano. Lacey, describió: "Harry comenzó a darse cuenta del precio de jugar a ser el villano de la monarquía. Toda telenovela decente requiere un héroe brillante y un chivo expiatorio cómico, y esos eran los roles opuestos que la cultura popular había llegado a asignar a William y Harry". 

"Por primera vez, su relación sufrió mucho y apenas hablaron", aseguró un ex asistente sobre aquellos tiempos. A Harry le dolió ver a William traicionándolo y ocultando nuevamente su participación en el escándalo. Y fue entonces que en el interior del duque de Sussex comenzó a gestarse lo que varios años más tarde fue la revolución más explosiva de la corona británica. 

Esta nota habla de: