La Argentina no existe más, nos la robaron

Las mentiras más grandes que siempre nos dijeron.

La Argentina no existe más, nos la robaron

Por:Federico Ponce
Periodista

Soy Federico Ponce, tengo 27 años y en 2016 tuve la suerte de irme a viajar.

Viví en Nueva Zelanda, España e Inglaterra, 3 países de primer mundo pero de políticas sociales bien establecidas, donde los que menos tienen viven dignamente. Salud, educación y seguridad son una garantía.

Eso de que la educación y la salud son solo gratis en Argentina es la mentira más grande que siempre me dijeron.

Trabajé de obrero, camarero y recepcionista en hostel, nunca me faltó nada.

Lo que sucede es que en estos países cualquier empleo te permite vivir bien. Comprarte un teléfono o un televisor no es un sacrificio, y si organizas bien tu plata todos los meses podés hacer algún viajecito de fin de semana.

En todos lados donde estuve hay una comunidad de argentinos, y viven de puta madre.

Ya desde mi primer empleo en Nueva Zelanda me di cuenta de lo mal que se vive en la Argentina.

En Argentina se vive mal, se nota en la calle y en las redes. Hay odio, enojo y mal estar, y cada vez que vuelvo es más notorio.

"Pero bueno, los países ricos no son comparables", me dicen. ¿Y por qué no? ¿A donde tenemos que apuntar si no?

Desde marzo de este año vivo en el nordeste de Brasil, un país mucho más cercano a la realidad Argentina, y mi pensamiento es el mismo: ¡Qué mal se vive en Argentina!

Aquí también hay corrupción, inseguridad e inflación (%12 anual) pero aún así el estilo de vida es mucho mejor, con poco se vive bien, y donde primero se nota es en el ánimo de la gente, no se percibe ese odio en cada rincón.

En Brasil la pobreza no aumentó 15% en 20 años.

Viajar te permite formar una opinión desde otra perspectiva y lo que yo percibo es un país destruido, que año a año se deteriora a un ritmo que asusta.

Ya no solo no me planteo volver y establecerme allá, intenté dos veces y no conseguí trabajo, sino que sueño con que todos mis seres queridos se vayan a vivir una vida normal a otro lado, sin tanto odio e incertidumbre.

Disculpen tanta negatividad, pero para mi la Argentina no existe más, nos la robaron.