Tapabocas para los niños: ¿Qué tener en cuenta?

Especialistas recomiendan una serie de especificaciones respecto a los entornos y su utilización.

Tapabocas para los niños: ¿Qué tener en cuenta?

Por: Mendoza Post

Los tapabocas se han convertido en un elemento de uso obligado en nuestras vidas diarias. Los hay de diversos materiales, colores y tamaños. Pero, en lo que respecta a los menores de edad, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para que se adecuen a sus necesidades y los especialistas recomiendan que utilicen mascarillas higiénicas, reutilizables, y que se ajusten a su tamaño.

Principalmente, las autoridades sanitarias destacan que las mascarillas deben ser capaces de filtrar bacterias, como así también de ajustarse al tamaño de quien la lleva y garantizar la respirabilidad.

Vale mencionar que desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitieron advertencias sobre cómo deben usarse en forma correcta y los tamaños aconsejados para evitar lesiones.

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Recomiendan colocar tamaños adecuados para evitar lesiones.

En ese marco, la mayor preocupación manifestada por el Comité de Prevención de Lesiones de la SAP está centrada en poner máscaras faciales en bebés y niños para protegerlos de una potencial infección por coronavirus?.

"La asfixia involuntaria es la principal causa de lesiones y muerte en los bebés. La mayoría de las veces ocurre mientras los bebés duermen, pero una máscara facial de tela también podría afectar la respiración", señalaron los expertos.

El principal temor es la asfixia involuntaria. 

En tanto, si bien en Buenos Aires la reglamentación establece que los mayores de seis años deben llevar tapabocas en forma obligatoria; dentro del territorio provincial, aún no hay especificaciones sobre desde que edad rige esta disposición.

Por su parte, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaron que los niños a partir de los 12 años utilicen tapabocas en las mismas condiciones que los adultos en lugares con aglomeraciones, para evitar contagios.

La OMS recomienda su utilización a partir de los 12 años. 

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