Crónicas del subsuelo: Oraciones

Crónicas del subsuelo: Oraciones

Por:Marcelo Padilla

El bucle de las canciones siguió girando, ventosa la respuesta de la gotería -salpicones en la cara, al momento de fotografiar la mirada- una de las canciones trepó desde los pies y estancó en el pecho.

"Sí, el pecho es el lugar", le dijo el médico antroposófico luego de tres horas y media de sesión. "Tengo una canción en el pecho -doctor-, cúreme la canción o el pecho", inquirió el paciente, mientras sus manos aleteaban y sus piernas realizaban un repetidísimo movimiento de apertura y cerradura. La fuerza humana en la cadena de oraciones que "el pueblo infundado" apalancó, luego de seis consultas, modificaron el bucle y la canción fue otra. El cuerpo del paciente había sosegado.

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Cadena isomorfa. Collar de dientes del último animal. Oración.

*** "No hay mejores navegantes que los habitantes del desierto. Desde la arena o la tierra seca han partido unos barcos de viento y en "el pueblo infundado" ya no hay noticias de ellos".

Se activa la cadena de oración que propala la fuerza humana. Apalanca. Investiga "el pueblo infundado" su crudo crimen. Reza.

*** Las cartas ajustan las cuentas. El problema es cuando no llegaron nunca. Entonces, un "estado de miedo y guerra permanente" infiltran en "el pueblo infundado". Gotean personas que luego romperán el dique. "No prosperará lo que no ha de Ser Siendo". Decía una carta.

*** A 14 mil kilómetros llegó el audio. O, el audio, ya estaba allí en la fibra de lo que quería escuchar. Todos los domingos en "el pueblo infundado" fueron todos los domingos. No hubo días. No hubo orden, ni razzia. La unidad de un pueblo con otro fue su frontera.

*** Se ha llenado de silencio. Empezaron como separadores de párrafos o sonetos escritos con la técnica. Ese virus mató la palabra y es por eso que "el pueblo infundado" habla a través de cadenas de oración. Lo demás lo hace por necesidad honda de "no ser", o sentir la nada desgranada. Exhalaciones que aspiran toda cosa, acto o hecho que le designe una palabra. Es el pecho, sí, como dijo el doctor. "¿Y el aleteo de los brazos? ¿Y ese ritmo repetitivo de piernas que se abren y se cierran hasta el mareo o el hipnotismo de la casta de hipocráticos?". Reza el pueblo infundado.

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Nada se supo de los barcos. Hizo frío. Bajó el agua y luego la nieve. Noche en "el pueblo infundado". Oraciones.