Hoy en Memo: ¿Y si fuese necesario romper?

El 26 de junio habrá una reunión clave entre gobernadores por Portezuelo del Viento, luego de que el presidente puso en duda la obra. El entorno del gobernador Rodolfo Suarez está dividido: algunos sostienen que no debería participar.

Hoy en Memo: ¿Y si fuese necesario romper?

Por:Santiago Montiveros
Director periodístico

Si bien Rodolfo Suarez dio señales a favor de buscar el consenso con Nación y el resto de las provincias que atraviesa el río Colorado para concretar la construcción de la represa Portezuelo del Viento, la postura del radicalismo mendocino no es uniforme. Algunos, incluso, sostienen en estricto off que el gobernador de Mendoza debería tomar otro camino.

Entonces aparecen las proezas del radicalismo mendocino, desde el lencinismo que peleaba con el gobierno central de Hipólito Irigoyen, hasta la toma de los Nihuiles de Santiago Felipe Llaver en contra del mandato de Raúl Alfonsín, para justificar una actitud más combativa de Suarez: que rompa y, tal como hizo el peronista Arturo Lafalla, judicialice el caso.

Sostienen, bajo esta premisa, que Alberto Fernández apunta a frenar la construcción de Portezuelo del Viento. Afirman que no quedan dudas tras las palabras del presidente en La Pampa, hace exactamente una semana. Allí, señaló textualmente que "no quiero financiar una obra que es resistida por cuatro de las cinco provincias por las que pasa el río Atuel (SIC)".

Sobre este punto, surge un dato curioso: afirman que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, le anticipó a Suarez lo que diría el presidente en La Pampa y que el funcionario nacional "no tenía idea que la plata era de Mendoza producto de la deuda que tenía Nación. Se lo tuvo que explicar el Rody", en referencia al gobernador mendocino.

Ir o no ir, esa es la cuestión

Fue el propio Fernández el que comunicó en La Pampa que habrá una reunión entre los gobernadores de las provincias que integran el Coirco (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) el próximo 26 de junio para hablar de Portezuelo del Viento. En la previa, surgen las dudas sobre la conveniencia o no de la presencia del mendocino.

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Por un lado, hay quienes enfatizan que "por una cuestión de buenos modales" Suarez debe participar, atendiendo también a la necesidad de ATN (Aportes del Tesoro Nacional) que tiene Mendoza en medio de la crisis y sobre los que no hay un criterio que los regule: una primera mitad se repartió entre las provincias por porcentaje de coparticipación, pero el resto podría ser a discreción de la Casa Rosada.

Confían además que en la reunión del 26 no se podrá votar nada, y será más bien un encuentro informativo y de debate. En otras palabras, "es necesario que Suarez esté". Otros, agregan que el gobernador debe ir, pero a la vez podría impugnar la validez del encuentro, atento a que la construcción de Portezuelo ya cumplió con los requisitos previstos en el reglamento del Coirco.

Y los más extremos van por el rompimiento: desconocer todo lo que determine a partir de ahora el Coirco y acudir a la Justicia, tal como hizo el peronista Lafalla a finales de la década del '90. Agregan, además, que en el peor de los casos se podría reclamar el desembolso de los 1.023 millones de dólares, indiferentemente del desarrollo de Portezuelo del Viento.

La queja de La Pampa

La razón real del malestar de La Pampa es la rivalidad que hay con Mendoza, la cual excede a Portezuelo del Viento. La respuesta técnica, en cambio, apunta a una interpretación a la hora de votar el estudio de impacto ambiental regional que generaría la construcción de la represa sobre el río Grande, el cual desemboca en el río Colorado.

En su momento, el estudio de impacto ambiental regional, que abarca toda la cuenca y que fue elaborado por las universidades de La Plata y El Litoral, fue aprobado en el Coirco por 4 votos contra 1; Mendoza, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires lo avalaron, mientras que los pampeanos lo rechazaron. Esa votación se realizó en el Comité Ejecutivo del organismo y, como no fue unánime, se solicitó el laudo del entonces presidente Mauricio Macri, que aprobó la obra.

Lo que plantea La Pampa es que esa votación debería haberse realizado en el Consejo de Gobierno del Coirco, donde participan directamente los gobernadores de las provincias, y que por lo tanto el laudo de Macri debería declararse nulo, ya que se dio tras una votación en el Comité Ejecutivo, integrado por representantes de los gobernadores.

Si bien la Corte Suprema de la Nación desestimó el reclamo y ratificó que los laudos son inapelables, como sostiene el reglamento del Coirco, La Pampa insistió bajo el argumento de que el laudo de Macri era nulo porque deberían haber votado los gobernadores y no sus representantes. Fue el gobierno de Alberto Fernández el que finalmente le concedió sus deseos.

¿Cómo lo hizo? De Pedro revocó la resolución 2019-604-APN-M que había tomado el gobierno de Macri en 2019 archivando la apelación al laudo presidencial presentada por La Pampa. A la vez, el ministro del Interior habilitó la actuación al Consejo de Gobierno del Coirco para que incluya este tema en la reunión del 26 de junio.

¿Por qué se dieron vuelta las otras provincias?

Por mandato de sus gobernadores, los representantes del Coirco de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires avalaron el estudio de impacto ambiental de Portezuelo del Viento. Sin embargo, años después, plantean algunas dudas. De hecho, es real lo que dijo Fernández: cuatro de cinco provincias resisten actualmente la obra.

Concretamente, en el caso de Buenos Aires, el cambio de postura tiene relación directa al cambio de gobierno. Sin embargo, distinta es la realidad en Neuquén y Río Negro.

En Neuquén sigue el mismo gobernador, Omar Gutiérrez, cuyo partido, el Movimiento Popular Neuquino, se ha caracterizado por ser un oficialista eterno: fueron cercanos al kirchnerismo, al macrismo y ahora a Alberto Fernández. Aquí radicaría el fundamento para el cambio de postura sobre Portezuelo del Viento: plegarse a la voluntad del nuevo gobierno nacional.

En el caso de Río Negro el escenario es similar: si bien cambió el nombre del gobernador (Arabella Carreras reemplazó a Alberto Weretilneck), ambos pertenecen a un frente político provincial y, desde la muerte del peronista Carlos Soria, el Poder Ejecutivo provincial siempre acompañó al gobierno nacional de turno.

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