Relatos virales mendocinos: la reconversión del empresario Canci

Gabriel y Fernando Canci, los hermanos empresarios del espectáculo en Mendoza se quedaron frenados por la pandemia. Los barbijos "estilados" son parte de esta historia.

Relatos virales mendocinos: la reconversión del empresario Canci

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

Por única vez el jueves 12 fue peor que el viernes 13. A Gabriel y a Fernando les pasó esto en la segunda semana de marzo: el efecto global de una pandemia los "infectó" y los obligo a tomar una decisión crucial como empresarios artísticos. Los hermanos Canci son los que hace varios años montan la "Vendimia para Todos". El clásico espectáculo que nació como un acto de transgresión en la última parte de la década de los años '90 conocida como la "Vendimia gay".

Los Canci están arraigados a Mendoza como cepa genuina, son ellos que tomaron la posta de Tito Bustos, el creador de la fiesta. Los hermanos desarrollan su actividad haciendo epicentro aquí y fueron las primeras "víctimas" del coronavirus. 

La cuarentena temprana que Rodolfo Suarez aplicó luego del Acto Central los obligó a hacer la Vendimia para Todos sin público. Bajaron de la cartelera el acontecimiento artístico masivo y constreñirlo para televisión. "Nos hizo bolsa. Tuvimos que suspender dos días antes", rememora Gabriel desde el chat. Fueron días de calentura y amargura. 

La Vendimia para Todos pensada para para muchos sólo se pudo en televisión por la pandemia.

A más de un mes de aquello, y ya cumpliendo cuarenta días de aislamiento interactuamos para hacer esta nota que forma parte de los "Relatos virales mendocinos". En este espacio vamos contando como nos afecta el virus en nuestras vidas maniatadas e intentando de moldear nuevas "normalidades" mientras esperamos que aparezca una vacuna.

Escenario vacío

"Esta es una situación límite que ninguno podíamos imaginar que llegaríamos. Al deteriorarse y deprimirse la energía productiva impacta en toda la economía general y en lo turístico, lo gastronómico y el esparcimiento más aún", diagnostica Gabriel con tono ferreo.

Tiene una mirada global de la situación como empresario y una observación local como habitante de este valle. Así explica que al interrumpirse las importaciones y las exportaciones "hay un montón de canales de negociaciones que se cortaron, por ejemplo, las bodegas, que ya no venden como lo venían haciendo".

Canci con Dj Wernik quien tuvo volverse a Nueva York sin poder actuar en la Vendimia para Todos corrido por el ataque viral.

"Para los que producimos espectáculos no tenemos certeza de nada. Creo que será el último sector en reactivarse y más si trata de concurrencia masiva", sentencia con dureza su propia realidad.

Mirando qué hacer desde el aislamiento

Los Canci se fueron acomodando a esta nueva realidad pandémica  desde aquella magra semana de marzo para continuar como el resto de los mendocinos. Se concentraron en el "emprendimiento de desarrollo de La Hermandad". Se trata de la tienda de ropa de alta costura y sastrería, o sea para mujeres y hombres. "También tenemos la representación marcas que traemos y comercializamos. Aunque esto está frenado y ha comenzado a moverse tímidamente con la venta on line será así mientras dure la pandemia", describe.

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Reflexiona Gabriel sobre su propio proyecto textil original impulsado con Fernando. Para eso se aleja un poco de su estilo energético como lo conocemos a través de los medios y contempla desde su casa esta escena de encierro social. "No están las condiciones económicas de la sociedad ni el espíritu para hacer este tipo de compras. Si pensás en ropa para esta época vas a pensar en abrigo por si tenés que salir y además va a depender de cómo se vaya desarrollando la cuarentena. La gente está abocada a las necesidades básicas de superviviencia", observa.

Tapaboca

"Con Fernando nos asociamos con talleres que estaban parados y lanzamos una producción de barbijos con estilo y estamos mayorizando porque es una forma de no parar la industrial textil y volcarnos a la confección de elementos para la higiene que en este momento es tan necesario", describe Canci en modo diseñador de emergencia sanitaria.

Gabriel Canci enfundado en su barbijo de diseño.

La situación lo hace volver a revisar sus pasos previos a este tiempo de quietud no querida. Es un narrador pródigo y desde es lugar repasa otro emprendimiento trunco por la acechanza del microbio. "También tenemos un desarrollo económico con unos aliados estratégicos de Salta con los que producimos y comercializamos el champagne 'Let me in my Queen' que se produce aquí en Mendoza que también está frenado. Ahí te das cuenta la situación cuando ves que el entretenimiento, la actividad textil y lo gastronómico están muy quietos".

Fernando Canci modela el futuro viral con tapabocas.

Plegaria de un hombre encerrado

La voz se desacelera en el audio. El tono se agrava levemente. Gabriel abre el ojo que mira lo invisible. Su fe busca un impulso espiritual como cualquier mendocino inmerso en la inmensidad del aislamiento preventivo.

Los hermanos Canci posan junto a sus padres después del show.

El empresario cierra el audio improvisando un rezo por WhatsApp:   "Rogamos a Dios que esto pase pronto y nos de la capacidad mental y emocional para llevar adelante este proceso que es muy difícil para todos. Donde todos nos tenemos que ayudar y nos ha demostrado que somos iguales. Lo que de alguna manera declarábamos a viva voz desde nuestro sector, lo digo a nivel personal y desde el colectivo LGBT, pronunciamos la igualdad, hoy más que nunca, la energía y el planeta, y dios, en mi caso que soy creyente, nos han demostrado que somos iguales, nunca lo hemos sido tanto como en este momento".

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