Quincho: La cuarentena de 500 metros, los sueldos, el virus, la crisis

Nuevas reglas. La relación Alberto-Suarez-Provincias. La discusión sobre cómo pagar los sueldos estatales. Micro cuarentena que se discute por cada avance. Los buenos resultados del aislamiento mendocino.

Quincho: La cuarentena de 500 metros, los sueldos, el virus, la crisis

Por: Mendoza Post

Julián tenía pensando darse un gustito y compartirlo con sus amigos. Desde hacía varios días se había dispuesto a que la cuarentena no le amargase la existencia más de lo necesario. Ya bastante complicado resultaba mantener la subsistencia de cada día. Así es que se organizó con una logística importante. Haría un locro criollo, y se los mandaría a sus amigos un rato antes de la cena, con un envío de las empresas de delivery con aplicación, que no paraban de laburar.

Se había hecho traer a su casa los porotos alubia, el zapallo de plomo, el maíz amarillo, y todos los cortes de carne de cerdo, vaca, y embutidos que necesitaba. Tardó dos días en hervir y desgrasar cueritos, patas, y recortes de chancho, para que no cayera tan pesado. Y el día señalado se dispuso al armado final. Había empezado bien temprano, a las seis de la tarde, para llegar con el locro recién hecho a la cena.

- Y que esta noche duerma Magoya...- le dijo a su amigo el Ruso, que desde el otro lado de la pantalla le hacía compañía al gordo. Usaron Jitsi Meet, menos complicada que Zoom y con menos problemas de seguridad.

Conectó su celular vía bluetooth a un sistema de potencia que tenía instalado en el quincho, y le dio play a Bee Gees. Stayin' Alive transformó el ambiente en una disco de los setenta, mientras Julián iba armando el locro. - ¿Por qué no ponés una chacarera? No va esa música con la comida criolla...- le reconvino el hombre de los negocios del grupete, que ya sacaba cuentas de cuánto más pobre sería a fin de año si las cosas seguían así. A sus clientes y amigos les había aconsejado dólar MEP y "contado con liqui" para resguardarse un poco de la tormenta perfecta.

Julián se dispuso al armado del locro. Ya hervían con ganas los porotos y el maíz, agregó los cueritos, y empezó a condimentar con sal y pimienta. Luego, orégano. En una olla aparte salteaba falda, asado ruso, trozos de panceta, pechito de cerdo, con abundante ají molido y unos dientes de ajo. Cuando las carnes estuvieron selladas, mandó todo a la olla grande y agregó unos chorizos que estaba desgrasando en una antigua olla con tantos abollones como años. Dejo el zapallo para el final, previo a unas longanizas. Fue rectificando sal, y agregó un toque familiar por el que se había batido a duelo con grandes cocineros: un poco de salsa casera de tomates. Apenas, para dar un carácter especial al juguito espeso del locro. Un poco de azúcar para corregir la acidez, y luego de cinco horas de cocción estuvo listo. Julián hacía tres o cuatro locros por temporada otoño-invierno. Y nunca dejaba de maravillarse por el resultado final.

Los ingredientes del verdadero locro del quincho.

Cuando hubo entibiado, preparó los envíos para sus amigos en bolsas selladas forradas en papel de aluminio, y colocadas dentro de unas cajas de telgopor. Aparte, les mandaba la salsita picante. Las fajó con cinta, y las entregó. En unos minutos, los amigos estarían listos para la cena.

Julián pasó los últimos momentos de la preparación escuchando al presidente. Frunció el ceño y anotó una nueva fecha: 24 de mayo. Porque después de esta, vienen dos etapas más. Y todo depende de cómo se vaya reproduciendo el maldito virus.

...

Los amigos ya estaban cada uno frente a su plato, con el locro humeante que Julián había preparado para todos. El Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, dejó escapar una lágrima de emoción. Era el que peor la estaba pasando en el confinamiento.

- Es increíble este virus de mierda... hace cuatro meses no lo conocíamos, y ahora, millones, pero millones de personas de todo el mundo estamos escondidos en nuestras casa, a punto de fundirnos en la pobreza con tal de no contagiarnos. Le tenemos miedo al aire...- razonó Ludovico con espíritu filosófico.

Compras en cuarentena.

Por supuesto, todos habían escuchado a Alberto.

- No entendí bien si todo el mundo puede salir a sus 500 metros... - preguntó Ludovico, mientras hundía la cuchara en su plato de locro. Habían decidido homenajear la cena con un Rutini. Y que paguen los bancos. El Omar le hizo un resumen desde su pantalla.

- Sí, todo el mundo puede salir sus 500 metros. Hay que esperar el decreto, pero todos pueden. Chicos y grandes. No importa si viven en un conglomerado de más de 500.000 habitantes o no. Una hora, y a pie. Nada de bici o de salir a hacer ejercicio.

- ¿Y cómo van a controlar? ¿Y si alguien no tiene su domicilio actualizado? ¿Y si salió más de una hora? ¿Vas a tener que salir con el DNI? ¿Cómo sabe la policía que no saliste tres horas y te fuiste al asado a lo de un amigo? - intervino el Ruso. Estaba intranquilo con esta cuarentena flexible. El gordo intervino, mientras cortaba pedacitos de pan francés para ensoparlos en el locro.

Alberto y los ministros, con los gobernadores.

- A ver amigos... seamos sinceros... acá la cuarentena es para la economía, porque aunque hay mucha gente que se guardó, muchos otros hacen lo posible por violar el aislamiento. Sé de negocios que están laburando con la persiana cerrada recibiendo clientes. Porque son los de atención personalizada. Todos los días veo a un pelotudo del barrio que pasa paseando el perro a diez cuadras de su casa, sin tapabocas y por donde se le da la gana. Andan los de las bolsas, los testigos de Jehová, los que barren la vereda, los que venden lampazos... Los entiendo... Alberto ya lo dijo. La mitad del país se puede mover... entonces, ahora, no contagiarse depende de cada uno, de cómo  se aplique la "distancia social" y de las medidas que se tomen en casa, en los laburos, es así. Y luego, en los lugares de menos de 500.000 habitantes, para zafar de la cuarentena tienen que cumplir cinco condiciones dificilísimas. En algunos lugares de Mendoza se va a poder, e imagino que los intendentes lo van a conectar al "inflador" al Rody, para que les vaya abriendo la tranquera...- dijo el gordo, en su mesa, ante un monitor de 46 pulgadas en el que proyectaba la app para ver a sus amigos. El Ruso intervino:

- Yo lo que veo es que la pandemia se llevó puesta la economía. Y que la agenda comercial, económica, mal que les pese incluso el gobierno, debe ser puesta a la par de la pandemia o más, a esta altura y con pocos contagios. A ver... voy a ser terriblemente crudo. Y que nadie se ofenda. Funcionarios y empleados públicos nacionales, provinciales, municipales, de todo el país, jubilados y pensionados de todas las cajas y colores, beneficiarios de AUH, planes de desempleo, todo el empleo estatal desde la Casa Rosada, pasando por las provincias y hasta el último municipio, van a recibir los mismos ingresos, o parecidos, salvo un "crack" total.  Del otro lado quedaron  millones de personas que pidieron las diez lucas para sobrevivir porque perdieron "la diaria". Muchos de esos, más los que viven de su laburo de todos los días como los comerciantes pequeños, pymes, el que sea... están hartos de la cuarentena. Marzo fue muy malo y están terminando un abril espantoso... Esa gente está llorando de desesperación... Y aunque entienden el riesgo sanitario, quieren laburar. Muchos están trabajando "de canuto" dijo el hombre de los negocios. El Omar agregó otra idea:

- No se puede confiar en que el gobierno va a emitir guita sin fin... el mercado ya puso un límite a eso y la Argentina no tiene crédito.  La liquidez esta yendo más al dolar que a  las empresas y por eso tenemos una brecha demasiado amplia con el oficial. Además, es insólito que se intente denostar a las empresas grandes. A ver... Chile acaba de mandar un proyecto de ley de auxilio a las empresas gigantes... Todos los países van al rescate. Y acá estamos buscando a ver a cuál de esas le podemos caer con más impuestos. Para mí, que algunos  compañeros se están dando algún gustito ideológico... como el impuesto a los que tienen guita, liberar a los presos, pelearse en el Mercosur porque no nos gustan Bolsonaro y Lacalle Pou...

- No es por eso, es porque los "socios" quieren seguir con tratados de libre comercio que van a matar la industria local...- dijo el gordo, y los amigos estallaron en carcajadas. Julián se sirvió otra copa del Felipe Rutini. El Ruso estaba inquieto.

- Y acá... ¿qué va a pasar?

El Omar sacó la cara por el equipo:

- Lo que dijo Lisandro Nieri la semana pasada, aunque el peronismo y sus socios del Frente de Todos se enojen y recalienten la escena política, es cierto. Las cuentas de la provincia están en la lona, la recaudación está caída. ¿Qué esperaban? Acá lo próximo que podría pasar, y que en el gobierno están estudiando en la mayor de las reservas, es el pago escalonado de sueldos. Es una logística muy complicada. Algo que ya ocurre en varias provincias argentinas, que pagan en tramos o en cuotas. Incluso desde antes de la pandemia. De hecho, Rodolfo le encargó a gente de su confianza un "paneo" en todas las provincias, para ver en dónde están pagando con demora, en cuotas, o en tramos. Así es que a nivel cuentas fiscales, estamos muy jodidos. Y eso es consecuencia de la economía. Turismo, petróleo, la industria del vino. La industria que gira alrededor de la gente que visita Mendoza va a pasar a terapia intensiva pronto, y luego vamos a seguir todos los demás, en mayor o menor medida. Ni siquiera Brasil tuvo que recurrir a emitir guita. No es nuestro caso...- se sinceró el Omar.

Lisandro Nieri, abriendo el paraguas. Porque va a llover.

- ¿Pero acá no van a aflojar un poco para que la gente labure? - preguntó

- Y... ahora va a depender de los gobernadores, que podrán decidir en sus zonas, pero Nación lo puede dar vuelta si ve que suben los contagios. No estamos preparados para la incertidumbre, y lo que hay es eso respecto del virus, del que sabemos poco en realidad, y de la economía...- dijo el Omar en un rapto de filosofía.

- ¿Qué pasó que la video conferencia de Alberto con los gobernadores duró más de cuatro horas?

- Y... pasó que cada uno iba hablando, los ministros de Alberto o el presidente preguntaban... Eso... es mucha gente. Lo que sí, de economía no hablaron ni una línea. Pero bueno, lo que está ocurriendo es que la gente se va alineando a los que gobiernan. Al Alberto, y a Rodolfo. Y los gobernadores incluso de la oposición aparecen en un solo equipo con Fernández y la Casa Rosada. La dirigencia política preocupada por el Congreso o la Justicia o el funcionamiento de la democracia va a tener -lamentablemente- poco rating, porque la verdad es que la gente lo único que quiere ahora es evitar el contagio y que les pongan plata en el bolsillo. En cuanto a Rodolfo y el presidente la relación está bien, es muy buena. En el gobierno nacional tratan bien a los funcionarios mendocinos... y hay una puesta en valor importante del camino que se recorrió acá.

- Porque empezamos antes...- terció Ludovico.

- Exacto. Acá se puso antes del 20 de marzo la condición de "cuarentena para todos" los que venían a la provincia... y ese "ganar tiempo" puede que se haya traducido en esta semana sin casos nuevos. Cada día, cada caso, cuenta. Fijate que las otras provincias están pidiendo los protocolos mendocinos, que dieron buenos resultados. Pero no hay que cantar victoria. Cuando hablaban de eso en la reunión con el presidente, Alberto dijo -"hay que mirar Mendoza". Saben qué... no es cierto que las ideologías murieron en los 90. Están muriendo ahora...- dijo el Omar, y propuso un brindis. El gordo discrepó con la idea.

- No prejuzgues. Algunos, van a acelerar su ideología a fondo. Cuando todo estén distraídos en pensando cómo sobrevivir...- dijo.

Los amigos estaban felices de haber comido un locro hecho en casa, con la magia del fuego y el hierro, como le gustaba decir a Julián. La cena fue llegando a su fin, compartieron un café, y fueron apagando los monitores. El Ruso y el gordo se quedaron conversando.

- De todo lo que leíste del coronavirus en estas horas... ¿qué te interesó más?

- Que lo encontraron en el agua no potable... así que alcantarillas, desagües, acequias... a tener ojo. Y que cada virus se multiplica por cien mil, y que en la garganta infecta mil veces más rápido que el SARS de 2002...

- Ayer hubo un poco de "ruido" porque alguien inventó que se podía salir a correr...

- Ya sé. Varios grupos de runners ya se estaban calzando las zapatillas. Los paró Ulpiano Suarez... ¿Y vos qué sabes de maratones y corridas?

- Nada. Mi señora es la que corre... Yo sólo puedo correr depósitos...

- Jajajajaaaaaaaaaaaaa

- ¿Los abogados y los contadores no pueden laburar?

- No pueden ir a su estudio. No pueden circular más que a tribunales, a pleitear, o si son peritos de algo... están como locos. Sé que el Consejo de Ciencias Económicas y el Colegio de Abogados le pidieron justamente a Ulpiano una reunión. Les va a hacer de puente...- conto el Ruso.

- Hablando de la Ciudad, están laburando como locos para que los comercios chicos se anoten en un registro de la Muni...

- Sí... les están enseñando a vender online...

- ¿Es cierto que hay menos basura? Vi que bajaron la recolección...

- Es un fenómeno de la cuarentena. Bajó la cantidad de residuos que no se producen en las casas. En los domicilios cayó un 10 al 15 %, y en general, un 50 %. En el centro fue por la falta de actividad. Las urbes respiran a un costo altísimo. En junio empiezan con la recolección separada de residuos sólidos y húmedos. Godoy Cruz arranca un poco antes.

- ¿Viste la desinfección en Casa de Gobierno?

- ¡Si! ¡Es Walter White! ¡El de Breaking Bad! ¡Jajajajajajaaaaaaaaaaa!

- Decime una cosa... ¿Por qué en los números nacionales Mendoza tiene más casos? Hay como cinco de diferencia.

- Porque en el ministerio de Ginés contabilizan a dos mendocinos, hermanos, que aparecieron en Ezeiza ya contagiados, otro en Neuquén, otro en otra provincia, y un caso de uno cuyo test el Malbrán le dio positivo y acá dio negativo. Y lo siguen contando. Nada... problema estadístico.

- ¿Con los kinesiólogos qué pasa?

- Están en el límite. Hay opiniones distintas sobre si pueden abrir los centros de atención o no. Digamos que están como los odontólogos, las ópticas. Deberían abrir. Se han comunicado con el gobierno y han pedido una "certeza" de si pueden abrir o no.

- Vi algunos cruces políticos entre peronistas y radicales...

- Sí, se cruzaron Carmona y Tadeo en Twitter, que presiden los dos partidos. Cuando se extienda, la pelea por las finanzas va a ser difícil y poco edificante. Y de golpees bajos.

- Gordo... default a la vista... salirse del Mercosur y encerrarse... tengo miedo de que Pichetto tenga razón...

- ¿Y nos convirtamos en el país-merendero? Yo creería que vamos en camino.

- Cuando me tengan que mandar a un comedor de las "orgas" con mi pyme y milite en el pobrismo... ¿Vamos a seguir siendo amigos?

- Ni loco...

- ¡Jajajajajajajaaaaaaaa! - ¿Cuándo volveremos a la normalidad?

- No sé. Yo te asegura que Mendoza va a permanecer "cerrada" mucho tiempo. Mientras haya circulación de coronavirus en otras provincias, acá no vas a poder entrar si no te metés en cuarentena, totalmente enclaustrado. Hay dos barreras que ayudan. La cordillera, y San Luis. Los puntanos están durísimos y no dejan pasar casi a nadie. Es más fácil fugarse de Alcatraz.

- Cambia todo... ¿no?

- La política, la filosofía, la educación, la medicina, la ciencia, el turismo, el comercio... las relaciones sociales entre las personas, la comunicación. Nada volverá a ser lo mismo.

- ¿Y después?

- No sé. Le pregunté a Dios. Y no tiene ni idea...

...

En silencio, reflexionando sobre el mundo que viene, los amigos se fueron a descansar. El gordo agarró una novela sin terminar y se puso a leer en un sillón, con un vaso de Tennessee de Jack Daniel's. Una delicia. No se dio cuenta cuando se quedó dormido.

...

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