Detrás de la pista de la Acordada nunca "acordada"

La segunda parte de una reseña que pinta el funcionamiento de uno de los poderes del Estado cuando los recursos son escasos.

Detrás de la pista de la Acordada nunca "acordada"

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

Cuando publicamos la nota titulada "La historia de la Acordada nunca acordada" se produjeron distintas repercusiones sobre algunos tejidos de la manta que abriga a toda la familia judicial de Mendoza. La mayoría de los comentarios puntualizaron sobre el rol del encargado de la Secretaría de Gestión y Control de la Suprema Corte, es decir de Carlos Quiroga Nanclares.

Ser un judicial ya es un rango en sí mismo dentro del Palacio de Justicia eso lo saben desde el personal de maestranza hasta los mismos jueces de Corte. Quizá sea por esto que a este funcionario se le atribuyen poderes casi "sobrenaturales" teniendo en cuenta que es sobrino del presidente Jorge Nanclares.

Si uno ajusta el lente comienzan a verse de cerca los lazos más finos y ajustados que soportan este entramado de relaciones y vinculaciones que se dan en los despachos oficiales de los magistrados y los funcionarios judiciales donde estos agentes públicos trabajan a diario para impartir justicia entre los "justiciables", o sea, los ciudadanos.

Imagen del acto de apertura del año judicial donde asistió el gobernador Rodolfo Suarez.

Una informante me recordó el dicho popular citado en la crónica del sábado 29. "Tenés razón cuando se dice que 'la culpa no es del chancho...'", me dijo en alusión al funcionario al que le atribuyen facultades extraordinarias. "Pero para completar esta metáfora campera mejor le cabe el otro dicho porcino", me dijo con una mueca disfrutando de su ocurrencia. "Hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño", recitó sin perder su sonrisa canchera y me dejó pensando.

La cuestión es que el "dueño" no es el que todos piensan o uno supone que ve en la superficie. El hombre pasa desapercibido casi siempre. Es el último juez de Corte que promovió el gobernador de entonces, Paco Pérez

Julio Gómez, juez de Corte.

Es el abogado Julio Gómez de raíz peronista quien fue durante dieciocho años relator del Tribunal de Cuentas y antes fue subsecretario de Justicia entre 1995 y 1999, cuando gobernó Arturo Lafalla y además fue senador provincial. Es decir, hablamos de un persona dedicada al Estado por lo menos en los últimos 25 años.

Él se responsabiliza de coordinar el fuero de Familia dentro del cuerpo de magistrados supremos y conforma la Sala I que administra el Poder Judicial junto a Omar Palermo y Nanclares.

"Leé con atención la entrevista que le hizo Los Andes y te vas a dar cuenta quién está detrás de la Acordada nunca acordada", me orientó mi guía judicial.

Hagamos "bakground", se trata de la acordada de la Suprema Corte de Justicia 29489 emitida por la Sala Administrativa y que decidió entre varias medidas trasladar personal judicial del fuero Civil al de Familia.

Qué dijo Gómez sobre esto, teniendo en cuenta ahora que es el más interesado y beneficiado con esta medida y considerada por los jueces civiles como "inconsulta" o "arbitraria".

Gómez dixit

Es interesante la defensa que el ministro de la Corte hace Quiroga Nanclares y avala su función dentro del circuito "legislativo" del Alto Tribunal. Lean, por favor:

Defensa. "Carlos Quiroga Nanclares no interviene en ninguna decisión judicial. Él es responsable de la Secretaría Administrativa, no tiene ninguna posibilidad de intervenir en los trámites de los expedientes judiciales. Y nuestra materia de trabajo es el expediente judicial". 

Legitima. "(Quiroga Nanclares) hizo los estudios que dieron origen a esta acordada, esa es su función. Es la persona que nos brindó los modos de solucionar la emergencia que teníamos en materia de funcionarios. Ahora, hablar del 'octavo ministro' (mote irónico para representar la influencia del funcionario en la Corte) es hablar de alguien que tiene que ver con las decisiones judiciales. Y nuestras decisiones judiciales no pasan ni de lejos por Quiroga Nanclares". 

Julio Gómez dio explicaciones ante el conflicto con los jueces civiles.

Primero la Familia. "Los jueces (civiles) no se han puesto en el lugar en el que estaba la Corte, que le tocaba resolver equilibradamente las asignaciones de personal en función de las necesidades de cada fuero, privilegiando al fuero que está más afectado que en este caso es el de familia". 

Desproporción Civil: "Lo que pasa es que ellos (los jueces civiles) están exigiendo condiciones que superan nuestras posibilidades. Y además me parece que en un examen razonable de la distribución de funcionarios en el Poder Judicial, hay una proporción desmedida de funcionarios en favor del fuero civil y con una más baja en el fuero de familia". 

Mi acordada. "Esa acordada fue dictada dentro de la legitimidad, es absolutamente legítima, de eso estoy convencido. Y además está perfectamente fundada en hechos, en estadísticas, en situaciones que se viven en Tribunales todos los días". 

Comprensión. "La Asociación de Funcionarios Judiciales puso el amparo (contra la acordada) para proteger los intereses de sus afiliados".

Entretela

Cuenta el periodista Leo Oliva que la entrevista al magistrado se la realizó el viernes 28 de febrero, un día después del acto de apertura del año judicial donde asistió el gobernador Rodolfo Suarez.

Se lo vio a Gómez circunspecto, concentrado en los discursos, luego dijo que se sintió a gusto con el mandatario provincial en ese hecho institucional. 

También leé: La historia de la Acordada

Pero lo que el juez se guardó para sí es el impacto que le produjo la reacción de los magistrados civiles cuando se enteraron de su medida sólo acordada con dos altos jueces de los siete que componen el supremo tribunal de Mendoza. Veamos:  

1- Con el decoro correspondiente ve un conflicto generado por los afectados y rechaza esa manifestación. 

2- Sostiene y defiende al funcionario ("lo apadrina", dicen críticamente) quien le dio información para tomar la determinación de trasladar el personal de los juzgados civiles a los de familia.

3- Parece que termina minimizando el problema y el reclamo de los jueces civiles a una "bulla" propia de la vida democrática.

Me fui caminado por calle Avenida España hacia el norte, desde Tribunales hacia la redacción del Post, recordando que un antiguo administrador de los recursos judiciales una vez me definió que "hay tantos poderes judiciales como jueces en función". 

Luego recordé que haciendo el mismo recorrido en varias oportunidades me había cruzado con el ministro de la Corte, Gómez caminando desde Tribunales hacia el centro, siempre con una carpeta en la mano.  

 



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