El entrenamiento de este jueves de Independiente Rivadavia era a puertas cerradas para la prensa, sin embargo se coló una bandera que fue colgada por manos anónimas en la tela olímpica de la popular sur con un mensaje amenazante.
En medio de la situación de violencia que se vive en la Lepra y a horas de que salga el fallo por los incidentes en el partido contra Atlanta (en principio se le daría el partido ganado al Bohemio, no habría quita de puntas, el Azul recibiría una multa económica y debería jugar a puertas cerradas en los próximos partidos), la situación no colabora en lo más mínimo a favor de los intereses genuinos del club.
"No es una guerra, es una revolución. Al club no se le roba más", juraba la bandera, alimentando un capítulo más de la guerra entre bandas que está ocurriendo por el liderazgo de la popular leprosa. Al estadio Bautista Gargantini ya llegaron varios móviles policiales.

La bandera que apareció en la práctica.
Los uniformados procedieron a interrogar a varios hinchas que estaban en las inmediaciones de La Catedral y que habían irrumpido en la práctica para dialogar con los futbolistas y el presidente Ignacio Berríos. Esta situación causó un profundo malestar en el cuerpo técnico encabezado por Matías Minich, quien inmediatamente
Cuenta @Rioschipi que la policía demora algunos hinchas que estaban en las inmediaciones del estadio Gargantini para hacer averiguaciones. Los jugadores se metieron al vestuario. Mucho malestar en el cuerpo técnico. Lo cuenta en #Ovación90 por @radionihuil pic.twitter.com/wzKuhAfYh0
— Matias Pascualetti (@MATIPASCUALETTI) February 20, 2020