Los criadores de cabras mendocinos en una situación crítica

La escasez de nevadas hace sentir sus consecuencias en primavera cuando el agua de deshielo apenas abastece las vertientes.

Los criadores de cabras mendocinos en una situación crítica

Por: Mendoza Post

El cambio climático sigue pegando fuerte y el impacto del bajo nivel de los ríos en Mendoza está causando problemas para muchos sectores y uno particular es el de los criadores de cabras.

Según comentó Antonio Sazo, tercera generación de criadores de cabras en Arro Poñigüe, en el paraje El Alambrado, a 350 km al sur del Gran Mendoza, cada año tiene que llevar más lejos a los animales para poder alimentarse debido a los efectos del cambio climático.

"Sigo luchando con los chivitos acá en el puesto", dijo Antonio a la AFP, de 68 años, que junto a su esposa y tres hijos tiene 300 cabras.

"Ha cambiado mucho la situación. Ni parecido a antes, hace dos años (el invierno) era más bueno, más nevador", dijo.

La escasez de nevadas hace sentir sus consecuencias en primavera cuando el agua de deshielo apenas abastece las vertientes, los lagos se vuelven salitrosos y las pasturas escasean. 

De acuerdo al  ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA) de San Rafael, Iván Rosales, "el cambio climático ha alterado todo el ciclo de vida en la región".

Tal como anticipó el Departamento General de Irrigación, el caudal de agua de los ríos en 2019-2020 será un 11% menor que la temporada anterior y 54% inferior al promedio histórico provincial. 

Según el informe de la AFP, el drama de Sazo contrasta con la pujanza de los viñedos del centro y norte mendocinos alimentados con sofisticados sistemas de riego donde se producen vinos de exportación y se cultiva la valiosa cepa Malbec.  "Aquí tenemos mucha sequía, mucho frío, mucho viento", se queja. Sazo sabe que los rindes serán menores este año, porque los animales reducen sus crías o dejan de alimentarlas como respuesta a la falta de pastura y agua. Los rebaños, que antes promediaban las mil cabezas, se redujeron a un tercio.

Los criadores de cabras, diseminados en lo alto del valle, compiten por el agua con explotaciones agrícolas medianas que se dedican al cultivo de papa y ajo en el valle, con mayores recursos para infraestructura, como canales de riego. 

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