Exministro de Seguridad de Mendoza contó cómo se investigó el caso Prado

Carlos Aranda, quien estaba a cargo en el momento del asesinato del médico, aseguró que no varió mucho la investigación que encararon en 2013

Exministro de Seguridad de Mendoza contó cómo se investigó el caso Prado

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

Esta semana se desarrollará el juicio por jurados por el crimen del médico Sebastián Prado, a quien acribillaron en un supuesto intento de robarle el auto.

En el momento, la esposa y los hijos de Prado estaban dentro de la Renault Duster que habrían intentado robarle, pero la mujer, aunque va a declarar en el juicio, al parecer no logró ver a los asesinos de Prado.

El asalto fue el 6 de septiembre de 2013, en la calle López de Gomara en la sexta sección.

La Policía cuestionada

En ese momento, dada la brutalidad del crimen (le tiraron tres balazos a Prado y la situación de la esposa e hijos en el auto), el por entonces ministro de Seguridad Carlos Aranda fue el encargado de recibir los reclamos.

"Fue un momento muy duro, pero nosotros teníamos que estar en la calle y poner la cara y, lógicamente, éramos los receptores de la situación", recordó en entrevista con el Post.

"Incluso yo me enteré en ese momento que Prado era cuñado de un amigo que yo conocía desde chiquito", agregó el exfuncionario que renunció tres meses después del hecho.

El ex ministro Carlos Aranda

Por ese momento, además del reclamo por falta de seguridad, el problema recayó también en la investigación policial (que por entonces era la encargada de la instrucción que ahora realiza el Ministerio Público Fiscal). La fiscal del caso es Claudia Ríos.

Lo cierto es que la policía se basó primero en el testimonio de un hombre que vivía en una villa cerca de donde sucedió el asalto (donde ahora están los edificios Procrear), pero que luego se supo que tenía problemas mentales.

Ese testigo había señalado a dos hombres: Ismael Pipi Merlo y José Tyson Gómez. Ambos estuvieron detenidos un tiempo pero salieron en libertad. En el interín, Tyson (de quien se decía era informante de la policía), agregó un nombre a los sospechosos: Jonathan Morales.

El juicio que inicia hoy tiene como imputados a Merlo y a Morales, ambos señalados por Tyson, quien dijo que ambos le confesaron el crimen. Tyson cumple 20 años de condena por un asesinato cometido en 2014.

En la época de Aranda, las pistas apuntaban a Morales pero tenía una coartada: los dueños de un bar aseguraron que estaba trabajando ahí de cocinero.

Mientras tanto, a pesar de que se encontraron prendas con manchas de sangre en la casa de Tyson, nunca se hizo cotejo de ADN y esas pruebas fueron "destruidas". Finalmente, Tyson se sumó a la causa como testigo reservado, pero ahora que está preso declarará con identidad.

Entre esas acusaciones, el ex ministro Aranda recordó que "fue una investigación difícil pero se aproximó mucho a lo que ahora se está resolviendo, son los mismos sospechosos", dijo.

"Fue difícil porque el hecho se produjo en una calle interna, adonde no había cámaras y tampoco testigos", agregó.

Hubo en ese momento dos cámaras que se analizaron pero una corta la filmación antes de que se produjera el asalto y la otra "se borró".

Con esas pruebas, doce mendocinos deberán decidir si Morales y Merlo son culpables o no culpables de la muerte de Sebastián Prado.

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