Tragedia de Tucumán: el jubilado mendocino que salvó a su esposa

La tragedia de Tucumán, en la que murieron este lunes 15 personas que salieron desde Mendoza hacia Termas de Río Hondo, enlutó al país y, por supuesto, a nuestra provincia. Quince familias viven ahora con el dolor y la angustia de haber perdido a un ser amado en ese contingente de jubilados que iba en el micro que volcó. Hay quince historias dolorosas, tristes, desgarrantes y otras de sobrevivientes. 

Una de esas historias es las de Héctor Marcos Cisterna. Tiene 69 años y viajó con su esposa desde Mendoza en el micro que volcó junto a otros 56 pasajeros. Lo que vivió no lo podrá olvidar nunca, esos segundos del colectivo volcando, derrapando y los momentos después de encontrarse golpeado, buscar a su mujer, verla y luego el rescate en medio del llanto y grito, quedarán con él para siempre.

El periódico La Gaceta de Tucumán entrevistó a Héctor. En un extenso relato dio detalles del siniestro y lo que vino después. "Me acuerdo de que en un momento comenzó a tambalear, que se dio vuelta y que después se arrastraba. Para mí venía rápido, desde hacía un rato que venía rápido. Yo se lo había dicho a mi señora y también que había neblina. Y a la curva se la comió", detalló el jubilado mendocino que aún continúa acongojado y lleno de incertidumbre.

"Yo salí ileso porque me salvó el baño", explicó Héctor. 

Él y su esposa, Lucrecia Liendro, viajaban en la parte inferior del colectivo de la empresa Destino Cero que tiene dos pisos: "Si no fuera porque ahí estaba el baño, pasábamos de largo hasta la cabina de los conductores. El impacto fue tremendo. Nos salvamos por eso. Cuando salimos yo le dije al coordinador que mi cinturón de seguridad no andaba, así que yo no lo tenía puesto", aseguró.

La pareja de Héctor está internada en el hospital Padilla. Continúa en observación a la espera de algunos estudios que verificarán, a través de una tomografía, su estado físico. 

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Si bien, como dijo el jubilado, a él no le pasó nada, Lucrecia sí sufrió las consecuencias del accidente: "Ella iba sentada del lado de la ventanilla, para donde se cayó el ómnibus. Sufrió todo el golpe y quedó abajo, atrapada. En la desesperación de verla así pude sacarla y ayudé a otras dos personas. Pero había otra gente que no pude ayudar, estaban muy enganchadas".

Héctor contó que luego logró salir a la ruta y que un hombre que pasaba en su auto se ofreció llevarlos a él, a su esposa y a otras personas al hospital, aparentemente el de La Madrid, que es el más cercano al lugar del accidente. "Ese hombre iba pidiendo en el barrio a otra gente que fuera a la ruta ayudar en el rescate", recordó el vendedor de empanadas jubilado.

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Afortunadamente, su mujer está estable y Héctor piensa en una sola cosa: "me quiero ir ya. Me quiero ir a mi casa. No importa si llegamos hoy o mañana, pero me quiero ir a mi casa. He vivido un momento malo, estoy muy angustiado. Lo que más siento es lo que le pasó a mi mujer. Yo nunca la vi a mi señora así, tirada y sangrando".