Tres claves de una derrota anunciada

La Selección Argentina arrancó su tumultuoso camino en la Copa América con un tropezón ante Colombia. El daño que produzca la caída se sabrá recién ante Paraguay. Acá, los motivos de la derrota.

Tres claves de una derrota anunciada

Por:Emanuel Tristán

 Soñar con una travesía llana y tranquila es para los hinchas de la Selección Argentina un sueño lejano de alcanzar. La realidad viene en forma de pesadilla desde la maldita final ante Alemania en el Maracaná.

Antes y después de esa derrota en el Maracaná, la Albiceleste ha atravesado un padecimiento de cambios, transiciones y errores. Y en el medio, el mejor jugador del mundo que sigue mirando al piso cada vez que un partido termina.

El debut en la Copa América no fue diferente a esto. El estreno vino de la mano de una justiciada derrota ante Colombia. El elenco cafetero hizo mayores méritos para obtener lo que finalmente logró. Acá intentaré desmenuzarlo en tres simples claves tácticas, técnicas y actitudinales.

Scaloni quedó en el centro de la tormenta culpa de sus cuestionados cambios.

1. Planeamiento integral

Colombia ganó con absoluta claridad el duelo táctico del partido. El equipo de Carlos Queiroz ejecutó a la perfección un plan elaborado para terminar desarrollando el partido que se dio, principalmente en el primer tiempo.

Allí el elenco cafetero hizo la mayor diferencia que luego justificó con los goles en el segundo tiempo. Fue un equipo compacto que se apoyó en un triángulo que manejó los tiempos del partido compuesto por Barrios, James Rodríguez y Cuadrado.

El cero se quebró con un golazo de Roger Martínez.

En esa derrota de ajedrez, el once de Scaloni estuvo fragmentado, quedando Messi y Agüero demasiado lejos del resto de sus compañeros. ¿La consecuencia? Argentina corrió detrás de la pelota y solo se dedicó a trabajar la contención de mitad de cancha hacia atrás sin generar peligro concreto en el arco de Ospina.

2. Ejecución técnica

Dentro de un marco de lucha de titanes y mucha paridad, el duelo se resolvió con el golazo de Roger Martínez. El jugador de América de México recibió en el extremo izquierdo (con perfil invertido) un cambio de frente de 50 metros de James Rodríguez. Controló la pelota, hizo la diagonal ante Tagliafico y definió cruzado lejos del alcance de Armani. Señor golazo.

Si recurrimos al ping pong de situaciones, nuestra Selección tuvo más chances netas que la colombiana. La diferencia en la precisión a la hora de definir (como ese cabezazo de Messi en la puerta del área chica que se fue desviado) terminaron inclinando el resultado a favor de los dirigidos por Queiroz.

3. Una cuestión de actitud

Colombia salió a la cancha sabiendo de las frustraciones cósmicas y esotéricas que vienen rodeando a la Albiceleste en los últimos años y, sobre todo, a una parte importante de los futbolistas que jugaron hoy.

Si bien el mensaje de Scaloni en la previa del torneo fue que el objetivo principal era lograr que la gente se identificara con este equipo, la derrota profundizó la brecha y atrajo de nuevo los fantasmas de pasadas desilusiones.

Es imposible negar a que la Selección le faltó actitud, al contrario. Pero con eso no alcanza. Habrá entonces que agregar una cuota importante de convicción a fin de dejar las ataduras de lado para tratar de aprovechar la materia prima que hay en el plantel.

A Messi no le tuvieron contemplación. Al rosarino le dieron duro y ningún colombiano se puso colorado.

Los tiempos no ayudan a la causa y el miércoles ante Paraguay ya prima la necesidad de ganar. Un triunfo ante los guaraníes (en principio un equipo menos temerario que Colombia) calmará las aguas y dejará la mesa servida para Qatar.

Aunque si algo hemos aprendido a lo largo de estos últimos años es que la camiseta Albiceleste es como los dirigentes de la AFA y la moneda de nuestro país, devaluada y ciclotímica.

Otra vez esta foto de Messi. Duele cada partido un poco más.