Las aberraciones que esconden los cuadernos ocultos del Próvolo

La causa sumó una serie de documentos que registran las situaciones de abuso ocurridas en el instituto.

Las aberraciones que esconden los cuadernos ocultos del Próvolo

Por: Mendoza Post

Los allanamientos en las instalaciones del Próvolo revelaron la existencia de una serie de cuadernos y actas que dan cuenta de los terribles abusos que se producían en el instituto instituto

Los documentos eran irregulares y eran duplicados de los libros formales, los cuales siempre se mantuvieron ocultos, lejos de las autoridades del Gobierno.

Esos cuadernos duplicados registraban las  situaciones de abusos y maltratos que sufrían los chicos que asistían al establecimiento, los cuales nunca fueron denunciados por los docentes y autoridades.

Los familiares piden justicia por las víctimas.

En uno de esos registros consta una situación advertida por el profesor de informática. El docente expresó que las claves de las computadoras del establecimiento solo las tenían Graciela Pascual, ex representante legal, Nicola Corradi y la ex directora pedagógica, Gladys Pinacca. Al iniciar sesión en el equipo encontró en el historial más de 300 páginas pornográficas visitadas, según informó la periodista Sofía Fernández de Canal Siete.

En el libro 7/5bis duplicado del original da cuenta del reclamo de una madre que informa que los compañeros de su hijo se referían a él con gestos obscenos.

La furia de los familiares de las víctimas.

En otro de los documentos hay registro de una alumna embarazada. En general, el repaso de los cuadernos y actas da cuenta de la ausencia absoluta de control, respecto a lo que sucedía en el instituto, dando cuenta también que los docentes, al momento de declarar, omitieron la existencia de estas situaciones. 

El cura, Nicola Corradi.

Otros de los hallazgos en los allanamientos fue una carta escrita por quien fue directora del colegio entre los años 97 y 2008, Gladys Pinacca Andrade, que es un claro ejemplo de que tenían conocimiento inclusive de los hechos cometidos por el sacerdote Nicola Corradi, en la sede de La Plata. En los escritos Pinacca les reconoce a Corradi su mal trato a los docentes a los alumnos.

El cura, Horacio  Corbacho.

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