Las cartas que pueden salvar, o condenar a Hisa

Son las que escribieron dos presos confesando que el video de un imputado por el crimen de Norma Carleti es un fraude. Qué dicen. Cómo sigue el caso.

Las cartas que pueden salvar, o condenar a Hisa

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

La investigación por el crimen de Norma Carleti dio dos giros importantes en las últimas semanas. Primero, se supo que los dos presos que grabaron el video en el que Kevin Guerrero incriminó al empresario Leonardo Hisa y a su propio padre Juan Carlos Guerrero en la conspiración para asesinar a la empresaria, lo habrían hecho a instancias de abogados de la familia Carleti. Por plata, y por favores carcelarios. En sendas cartas firmadas y con sus huellas dactilares impresas, los detenidos Carlos Albornoz y Manuel Cepeda dijeron haber presionado a Kevin a cambio de dinero y beneficios. Involucraron en esa supuesta operación a miembros de la familia Carleti y a sus letrados. Pocos días después, y cuando esas cartas iban a ser incorporadas al expediente, Juan Carlos Guerrero sorprendió al señalar a Leonardo Hisa, en medio de una audiencia y ante todas las partes, como jefe del plan que terminó con la vida de Carleti. Guerrero fue hasta el momento del crimen un empleado de máxima confianza de Hisa. Pero todo parece haber cambiado.

La sorpresiva declaración de Guerrero hizo que el juez Oscar Balmes debiera suspender la audiencia, porque antes de su revelación, el hombre había revocado el poder de sus abogados defensores Pablo Cazaban y Juan Pablo Chales. El cuarto intermedio sería hasta mañana y hoy notificarían una nueva audiencia.

Por el Caso Carleti ya pasaron diez fiscales, desde que ocurrió el crimen en marzo de 2018

La declaración de Guerrero no sorprendió del todo a los abogados de Hisa, Daniel Sosa Arditi y Daniel Álvarez. Esperaban alguna jugada, justo cuando el tribunal debía decidir sobre hacer declarar o no a los presos que escribieron la "carta salvadora" para Hisa. Es que Guerrero ya había cambiado de opinión en el expediente. En abril, había dicho que Hisa era "incapaz" de mandar a matar a su ex mujer. Y meses antes, al salir de una audiencia, le mandó una suerte de mensaje en clave al empresario: "Hágase cargo..."

Una de las audiencias del Caso Carleti.

Juan Carlos Guerrero no es testigo. Es un imputado en el crimen, al igual que sus hijos Kevin y Alexis, los más complicados. Por lo tanto, no tiene la obligación de decir la verdad.

Los testimonios de Cepeda y Albornoz, los presos que supuestamente se "arrepintieron" de hacer hablar a Kevin Guerrero, también son vidriosos. Tanto como las declaraciones contradictorias de Guerrero. A pesar de las cartas que escribieron, sólo una declaración en una audiencia con preguntas de las partes, permitiría dar grado de certeza a sus escritos. Si dicen la verdad, Hisa tendría chance de esquivar una condena, si es que el jurado popular que actúe en el juicio cree en la versión del empresario y sus defensores. La causa sería elevada a juicio antes de la primavera, y es muy difícil que Hisa no llegue imputado como instigador del crimen.

Todo se resolverá en las próximas horas. Si las cartas -guardadas en una caja de seguridad y custodiadas por la justicia- se incorporan al expediente, si Albornoz y Cepeda son traídos a declarar, y si Juan Carlos Guerrero amplía lo que dijo respecto de Hisa, cuando le señaló como instigador del asesinato de Norma, en la última audiencia de la semana pasada.

Las cartas

En tanto, este diario tuvo acceso a copias de las cartas, donde pueden leerse parte de los escritos de los presos Cepeda y Albornoz, en donde dicen haber hecho "confesar" la línea argumental principal del crimen, con Hisa y Juan Carlos Guerrero como protagonistas. Pero que todo, sería una farsa:

Dos hojas de la carta de Carlos Albornoz.

"Como sabían que yo manejaba el pabellón y sabían que ahí estaba Kevin, me ofrecieron dinero que les daban los hijos y la hermana de la mujer asesinada... y beneficios que los abogados podían conseguir" escribió Carlos Albornoz (su carta es la misiva escrita con tinta azul).

"Kevin se demoró mucho en querer contar, hasta que un día comenzó a contar una versión de los hechos en los que decía que Hisa y su papá habían intervenido0 en el homicidio" cuenta. También aseguró haber buscado contactar a Hisa, para pedirle dinero a cambio de no difundir el video de Kevin, conocido en junio del año pasado.

"La familia de la señora asesinada lograron lo que querían metiendo preso al papá de Kevin y dejar a Hisa como culpable, sabiendo que todo es mentira" escribió Carlos Albornoz. Y pide que el juez le haga declarar.

La carta de Cepeda dice que no participó de la grabación, pero que conoce los hechos a través de Albornoz, y también pidió declarar:

La carta de Cepeda.

Como se ve, el caso es complejo, los testigos y acusadores de la trama "del video" brindan testimonios en los que se combinan dinero que nunca habría aparecido, extorsiones, y necesidades personales.

"Nunca cobré" dijo Guerrero la semana pasada. Ahora la expectativa es saber si da detalles de cómo Hisa organizó el crimen de Norma, tal como señaló en su gravísima y novedosa acusación.

Quién es quién del Caso Carleti:

Leonardo Hisa: Ex esposo de Norma Carleti. Preso desde el año pasado. Juan Carlos Guerrero acaba de incriminarlo como instigador del crimen, cambiando su versión del caso:

Hisa perdió peso en la cárcel.

Juan Carlos Guerrero: Ex empleado de confianza de Hisa. Padre de los tres jóvenes Alexis, Kevin y Eber, acusados del crimen. Guerrero está imputado en el caso también. Como partícipe, junto a Hisa. Cambió su declaración original. Antes había desligado a Hisa del crimen. Y ahora, afirmó que fue el instigador.

Alexis, Kevin y Eber Guerrero: Son los acusados del crimen de Norma Carleti, en distinto grado de participación. Hijos de Juan Carlos Guerrero.

Carlos Albornoz y Manuel Cepeda: Piden ser testigos. Son presos que compartieron pabellón con Kevin. Uno de ellos grabó al joven Guerrero en una larga "confesión". Ahora dicen que es todo un fraude y que lo hicieron por dinero y beneficios carcelarios. Están detenidos por un secuestro extorsivo en una condena federal, que no guarda conexión con el Caso Hisa-Carleti.

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