Por primera vez en la historia, condenaron a un ginecólogo por obstruir una ILE

Leandro Rodríguez Lastra, ex jefe de obstetricia en el hospital de Cipolletti, coartó un derecho contemplado en el Código Penal, y lo condenaron por incumplir sus deberes. El proceso continúa y se espera una apelación.

Por primera vez en la historia, condenaron a un ginecólogo por obstruir una ILE

Por:Silvina Carmona
Periodista. Corresponsal Cippoletti

 Un hecho histórico se vivió en una ciudad del norte de Río Negro. Cipolletti es conocida nacionalmente por un historial de violencia hacia las mujeres, con dos triples femicidios en su haber. Allí el Jefe de Obstetricia del Hospital Pedro Moguillansky, Leandro Rodríguez Lastra fue declarado responsable por obstruir un aborto no punible a una joven víctima de violación.

El Juez Álvaro Meynet afirmó que el médico pudo realizar la práctica, pero tomó una conducta contraria a lo que se establece el Código Penal, en los artículos Nº: 45 y 248 y la Ley Provincial Nº 4796 sobre la reglamentación y protocolo para realizar abortos no punibles. 

En 2017, R.P -como se identifica en la causa- fue violada mientras visitaba a su hermana en la ciudad de Roca. El 27 de marzo, a través de una prueba de sangre, descubrió que estaba embarazada. Desde el primer momento supo que no quería continuar con el embarazo. Como suele ocurrir cada vez que una mujer desea interrumpirlo, también admitió querer terminar con su vida, si debía continuar con la gestación.

Tras la derivación de los profesionales de Salud, fue trasladada al Moguillasky desde el Hospital de Fernández Oro, para realizar la Interrupción Legal del Embarazo, pero el Ginecólogo Rodríguez Lastra se negó a realizarlo y exigió un informe psiquiátrico. El 2 de abril consumió pastillas de Oxaprost y, con ese proceso abortivo en curso, llegó a la guardia del imputado, quien eligió suministrarle medicamentos para interrumpir dicho proceso.

Después de dos meses de internación sin consentimiento, la sometieron a una cesárea y dieron en adopción al bebé. Como consecuencia de la permanente re victimización que sufrió por parte del Estado, R. P. padeció un daño irreparable en su psiquis, que la llevó a cuadros graves de anorexia nerviosa e intentos de suicidio.

El ginecólogo, luego de ser denunciado penalmente por la legisladora Martha Milesi, dijo en varios medios de comunicación que no se arrepentía de su accionar y que lo volvería a hacer. Si hay algo que quedó demostrado, fue el respaldo económico, mediático y eclesiástico con que fue beneficiado durante el desarrollo del juicio. 

Los antiderechos estuvieron presentes en todo momento para ejercer presión en el Juez y los Fiscales, prueba de ello fue colocar un altar con una biblia al costado de la puerta del Poder Judicial. Una serie de hechos dejaron en evidencia que Rodríguez Lastra no tuvo intención alguna de llevar a cabo la interrupción del embarazo. Uno fue el pedido de informe psiquiátrico, cuando no es un requisito de la Ley.

Agrupaciones en contra del derecho al aborto montaron un altar con una biblia al costado de la puerta del Poder Judicial

"Quiero que me saquen el coso"

Además, no se llevó a cabo el consentimiento informado a la joven ni la declaración jurada que da cuenta que el embarazo fue producto de una violación. El médico obstructor no figura en el registro de objetores de conciencia, lo que se interpreta desde el sistema médico habilitado para realizar abortos no punibles.

"Quiero que me saquen el coso", decía R.P en el hospital. Las psicólogas aseguraron en el juicio que Lastra se ofreció ayudarla, pero le realizó una práctica que le me retuvo el embarazo. El equipo de Ginecología ya había decidido no interrumpirlo y que por esto no se derivó a otro nosocomio.

El médico ha recibido apoyo de organizaciones religiosas

Si bien, el ginecólogo antiderechos fue declarado culpable por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, el proceso judicial penal continúa. Resta una segunda etapa, en la que se determinará qué pena le corresponde dentro de la escala de mínimos y máximos que establece el Código Penal de la Nación. Así también, la defensa aseguró que apelará que resolvió el magistrado.

"Se violaron todos los derechos"

La referente de la organización feminista La Revuelta, Ruth Zurbriggen le dijo al diario LMdeCipolletti que consideraba a este evento con un trasfondo "pedagógico". Porque pone en discusión al poder médico que "no lo puede todo" y que además es una "reparación para la joven que fue sometida a tanta tortura, a continuar con un embarazo forzoso contra su voluntad y a quien se le violaron todos los derechos, contemplados en muchísimas leyes".

En este sentido, es necesario remarcar dos puntos considerables: uno, el constante descreimiento cuando la víctima declara que su embarazo es producto de una violación, y dos, no ser escuchada cuando manifiesta de forma fehaciente que no quería continuar con el embarazo. Esto demuestra la incapacidad de escucha y la decisión autoritaria de un sector de la sociedad que antepone sus valores y creencias sobre les demás.

Alumbrando un derecho

Agrupaciones feministas, la Multisectorial de Mujeres del Alto Valle y mujeres autoconvocadas, se hicieron presentes en el proceso del juicio, frente al Poder Judicial y concentrando en diversos momentos para hacer frente a tanta injusticia.

La red de contención se hizo posible y luego de la marea verde se logró poner en discusión nuestros derechos reproductivos, la soberanía de nuestros cuerpos, el rol y los mandatos que cargan en sus espaldas, la educación sexual y la maternidad deseada.

El contexto fue el adecuado para que, por primera vez, un ginecólogo sea condenado por obstructor de un derecho consagrado por y para las mujeres.




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