Cannabis medicinal: "Las primeras en llegar fuimos las más desobedientes"

Miles de personas en nuestro país consumen el aceite de cannabis para fines medicinales, sin embargo en 2019 aún existen prejucios en sobre el consumo y trabas legales para el autocultivo.

Cannabis medicinal: "Las primeras en llegar fuimos las más desobedientes"

Por:Constanza Terranova
Periodista

El uso médico y cultivo del cannabis en nuestro país implica la rotura de un paradigma. Los tratamientos médicos tradicionales ya no son la única opción. Ahora las familias, cuidadoras y pacientes tienen la posibilidad de hacer algo más que seguir al pie de la letra los procedimientos médicos ineficaces.

MamáCultiva Argentina es una ONG autogestiva conformada, por madres, familiares y personas con diferentes síntomas que facilitan información sobre cannabis para la salud. Su origen se encuentra en la falta de respuestas alternativas dentro de la medicina hegemónica en cuanto a la gestión de la salud y debido a la demora en la reglamentación de la ley nº 27350.

Talleres sobre el uso del cannabis medicinal. 

En dialogo con La Trenza, integrantes de Mamá Cultiva, nos cuentan su experiencia con el uso del cannabis medicinal. "Nuestro principal trabajo es contar que existimos". Las cultivadoras comparten la importancia de la planta a la hora de mejorar la calidad de vida de los pacientes:

"Con la medicina tradicional muches de nuestros seres queridos estaban dopados, dormidos. Por eso hablamos de empoderamiento y autoconocimiento con el cannabis"

"Hay mamás que descubrieron la voz, la sonrisa, la personalidad de sus hijes gracias a la planta"

A pesar de los beneficios que el cannabis puede tener sobre la salud de pacientes y los testimonios de las familias asegurando la diferencia en los tratamientos, cuidadoras y cultivadoras siempre se encuentran con prejuicios. Incluso, las madres son apuntadas ante el uso en los tratamientos de sus hijos.

"Somos cuestionadas y juzgadas a diario por la sociedad patriarcal en la que vivimos donde el estereotipo de madre es casi la virgen María. A las mujeres se nos juzga absolutamente por todo. Si hacemos lo que dice el médico o no, también somos juzgadas. Por eso las primeras en llegar a la terapia con cannabis fuimos las más desobedientes"

La mamá cultiva porque aún es la mujer la encargada, en su mayoría, de los trabajos de cuidado. "Tenía sentido que seamos nosotras también las que tomemos las riendas en los tratamientos, desde la elección, haciendo valer nuestras voces" Desde la organización interpretan estos cuestionamientos y prejuicios como consecuencias de la falta de información.

Una autogestión de la salud

En un contexto donde la ley, reglamentada hace menos de dos meses, aun no prevé el autocultivo, algunas integrantes de la fundación lo describen como un proceso de transformación feminista, sororidad y experiencia de empoderamiento:

"De la sumisa consultante que acepta ciegamente la orden médica, a la mujer que se conoce y sabe que puede gestionar con sus propios recursos, la salud que se merece"

Lorena y su hijo Elías. Fuente: Mamá Cultiva Argentina

 "La planta nos brinda autonomía y ahí es cuando entendemos el feminismo en el cultivo"

"La planta es feminista. Hay un camino que se transita con ella que te lleva a cuestionarte la relación con el cuerpo, el espacio y les otres que construimos. Poder decidir el camino que queremos recorrer esta realidad es un acto de rebeldía propio de movimiento"

Yasmín y su hija Stephania. Fuente: Mamá Cultiva Argentina

La legalidad que no contempla

En nuestro país la ley nº 27350, que permite el uso del cannabis medicinal, se promulgó en 2016 y reglamentó hace menos de dos meses. Este condicionamiento legal influye directamente en las personas que cultivan sus plantas para uso personal y médico, de los cuales no hay un registro oficial.

La ley garantiza a ciertos pacientes - con epilepsia refractaria, dolores crónicos y fibromialgias - el acceso al aceite de cannabis, y prevé la importación del producto hasta que el Estado pueda producirlo. Sin embargo, no prevé el cultivo personal y priorizará el de laboratorios públicos, Conicet e INTA con fines investigativos. Desde Mama Cultiva Argentina afirman que está ley no funciona:

"La tierra se la están dando a laboratorios extranjeros en un claro acto con fines comerciales mientras que cultivadores para la salud y solidarios son perseguidos"

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