Comedores: así se trabaja en la frontera mendocina de la pobreza

Cómo sobreviven y qué hacen para continuar trabajando en el peor momento económico del gobierno de Macri.

Comedores: así se trabaja en la frontera mendocina de la pobreza

Por:Matías Sosa
Periodista

 Mauricio Macri mencionó que "su horizonte" gubernamental era lograr pobreza cero en Argentina. "Nos indica el rumbo y el índice por el cual el presidente pide y acepta que se juzgue el éxito de su gestión", puede leerse en la página web de Cambiemos.

Una cosa fue la promesa de campaña y otra es la realidad: las cifras del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) marcan que 32% de los ciudadanos es pobre y 6,7% es indigente en el país.

En febrero, en Mendoza, una familia necesitó $24.163 para no ser pobre y $9.152 para no ser indigente, 59% más con respecto al mismo mes de 2018. La inflación provincial del año pasado fue de 53,7%, más que la nacional (47,6%).

Hay 300 mil personas pobres en Mendoza.

Estadísticas, números y más números que ayudan a tener un noción general de lo que está pasando. Sin embargo, detrás de cada indicador hay personas que sufren día a día las peores consecuencias de la crisis.

El barrio Santo Tomás de Aquino de El Borbollón, Las Heras, está rodeado por villas y basurales. La gente propia y aledaña está urgida de satisfacer las necesidades básicas para darle batalla al hambre y a la pobreza.

En el lugar se encuentra el Jardín Maternal Manaslú, donde funciona un comedor comunitario, de los más grandes de Mendoza. Por día entrega más de 800 raciones de alimento entre desayuno y almuerzo.

Vecinos esperan su porción de comida en un almuerzo. 

"La ayuda siempre se queda corta", le expresó al POST Verónica Herrera, titular del Jardín, refiriéndose a la colaboración en raciones que reciben de Nación y Provincia.

Destacó que "la gente que nos ayuda con plata o cosas concretas y vamos haciendo lo que se puede. El Banco de Alimentos es una súper ayuda, pero es una fundación y también necesita tener una entrada de dinero".

Ver: En Mendoza hay 300 mil personas bajo la línea de pobreza 

El jardín tiene cerca de 45 niños. En el lugar también funciona un Centro de Apoyo Educativo (CAE) con unos 80 chicos. Además, alberga un Centro de Capacitación del Trabajo (CCT), Centro de Educación Básica para Jóvenes y Adultos (CEBJA), orquesta infantil y talleres. El establecimiento está relacionado con más de 250 familias y por día pasan más de 1.000 personas.

Trabajan siete docentes, un papá y 25 mamás. Aproximadamente 15 de ellas reciben un Salario Social Complementario (la mitad de un salario mínimo, vital y móvil, sin aportes ni obra social) y el resto "vienen por el plato de comida y por la mercadería".

Parte del equipo de trabajo.

"Las mamás que no tienen el Salario Social se llevan dos bolsas al mes y las que sí lo tienen se llevan una. Además les damos verduras todas las semanas a las que no cobran", contó Gisela, una de las docentes.

Sobreviviendo...

Para caracterizar la crisis actual, Herrera dijo que "hay que sobrevivir. Es el día a día, no nos podemos programar más. Para entregar mercadería dependemos de los donantes. Si ellos no tuvieron plata para ayudarnos, las madres no se llevan su bolsón. Se nos hace muy difícil sostener las entregas sistemáticas como las teníamos antes porque a la gente se le complicó".

Verónica y Gisela.

"Los lunes es llegar y que las chicas se pongan a amasar porque no tenemos nada. Usamos 30 kilos de harina para el desayuno. Antes podíamos hacer milanesas. Ahora hace rato que no vemos carne. Un día a la semana tenemos una donación de carne molida y a veces de pollo", explicó Gisela.

"La realidad del país repercute pero no hemos bajado los brazos. Siempre tenemos a alguien que nos da una mano, pero justamente no es el Estado. Nuestra tarea pasa, en un 75%, por la ayuda de la sociedad", agregó Herrera.

A pesar de todo

Para hacer frente a otras necesidades, como el pago de impuestos, realizan eventos para generar los recursos. Hay preocupación porque están cerrando cursos en establecimientos cercanos, porque hace tiempo no consiguen trabajos para las mamás ya capacitadas y, porque a pesar de que "siempre existió", están sorprendidos de "cómo se multiplicó" la droga.

Las manos en la masa: así cocinan día a día.

Lamentan que ya no funcionen algunos programas estatales como "Comer en familia", y notan cada vez más distancia entre ricos y pobres y que juzguen a las personas de estas barriadas como "vagos".

Herrera fue clara: "Se me van las lágrimas cuando escucho una barbaridad así. Defendemos a rajatabla a estas comunidades porque nadie eligió dónde nacer. Hay que ver cómo se hubiera criado esa persona que juzga si hubiera nacido en una villa".

"Defendemos a rajatabla a estas comunidades", dijo Herrera.

A pesar de todo esto, creen y desean que un día la historia cambiará y la pobreza comenzará a desaparecer. "No podés estar en un lugar así si no tenés la esperanza de que las cosas se van a mejorar", dijo Herrera. "Confían que pueden y de que van a estar mejor. Por eso la pelean tanto y son tan positivas", cerró Gisela.

Colaboraciones y contacto

Si desean colaborar, pueden hacerlo con harina, levadura, azúcar, elementos de limpieza, pañales, toallas húmedas, papel higiénico, guantes, salsas, carne, carne molida, pollo, ropa, útiles, Platsul y leche en polvo maternizada, entre otros.

Entre las necesidades concretas, una familia necesita una leche que no puede conseguir (Nutrilon Pepti Junior HE). Pueden comunicarse al 2615991994 (Gisela) o al correo electrónico giselamoran68@gmail.com

La leche que una familia necesita conseguir.

Contacto: msosa@mendozapost.com

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