Un escritor contó que "le regaló" un trío sexual a su esposa

Grant Stoddard relató el proceso del particular regalo que le hizo a su mujer por su cumpleaños número 30.

Un escritor contó que "le regaló" un trío sexual a su esposa

Por: Mendoza Post

El escritor Grant Stoddard, quien se especializa en temas de salud y sexo en diversos medios como Men's Health, The New York Times, Vice y le cumplió un insólito deseo a su esposa que cumplía 30 años.

El hombre contó que no sabía que regalarle a su mujer y quería que fuera original. "Ya tenía joyas y ropa, y sus elecciones de moda son tan particulares que tampoco quería comprarle algo que luego fuera a devolver", explicó Stoddard en un artículo que escribió para Men's Health.

"Comencé a pensar qué podía cumplirle una verdadera ilusión, y como yo suelo escribir en internet textos de cariz sexual, coincidió con que me escribió una chica felicitándome por uno de ellos. Fue entonces cuando comencé a barajar la idea de un trío", agregó.

De esta forma, el escritor contó que comenzó a enviarse fotografías con la otra mujer para ver si aceptaba la idea del trío. "Era morena, alta, curvilínea... perfecta. En su lista de deseos de siempre se encontraba hacer un trío con un hombre y otra mujer. Mi mujer me había comentado hace mucho tiempo que ese también era su sueño, así que no lo pensé dos veces, se acercaba el cumpleaños de mi esposa y tenía muchas cosas que organizar", dijo.

La esposa de Grant recibió una peculiar sorpresa por su cumpleaños.

Cuando arregló la fecha con Carla -la segunda mujer-, alquiló una habitación de hotel en Vancouver, Canadá y le compró un pasaje de avión a la otra mujer para que pudiera ir.

Finalmente, se lo contó a su mujer quien quedó entusiasmada con la idea

Al principio, el marido estaba un poco asustado de no cumplir con las expectativas de las dos mujeres. Pero cuando Carla apareció, el matrimonio quedó encantado ya que se veía más hermosa que en las fotos.

Stoddard escribe historias de sexo para importantes medios de EEUU.

"Era la primera vez que hacía algo así, por lo que me metí en el baño a intentar relajarme". Cuando salió ellas ya se habían desprendido de su ropa interior y se estaban devorando la una a la otra. 

Decidió observar durante unos segundos hasta que él también entró en el juego. Su mujer le guiñó el ojo al terminar y le susurró al oído: "Muchas gracias". 

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