Viñateros: "La manera de salir de la crisis es ayudando al productor"

Viñateros y bodegueros del este piden que se apruebe una partida de emergencia por 1.000 millones de pesos y que luego la política discuta si el fondo anticíclico se financia con deuda o reasignación de fondos.

Viñateros: "La manera de salir de la crisis es ayudando al productor"

Por:Adrián Lira
Periodista Diario Vox

Mientras el gobierno y la oposición continúan sacándose chispas sobre cuál es la mejor opción para afrontar la crisis que atraviesa la industria vitivinícola de la provincia, desde instituciones como el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, que agrupa a referentes de toda la cadena productiva del vino, entienden que hay que dejar las discusiones de lado ya que la cosecha está en marcha y los tiempos para encontrar una salida son cada vez más acotados.

En ese sentido Mauro Sosa, director ejecutivo del Centro de Viñateros, dijo que le han hecho saber a sectores de la oposición que en su opinión deberían aprobar una partida de 1.000 millones de pesos destinada a un operativo de compra de uvas por la emergencia y que a mitad de año las partes se vuelvan a sentar a discutir qué es y cómo se va a aplicar el fondo anticíclico plurianual que propone el gobierno como también el bono fiscal para compensar la falta de competitividad en las exportaciones.

En esa línea manifestó "esto se lo hemos hecho saber a todos los partidos con representación parlamentaria, estamos en una crisis, estamos en una emergencia y algo hay que hacer. 

Mauro Sosa, del Centro de Viñateros

Creo que lo primero que tiene que haber para un fondo anticíclico es un criterio determinado y acordado entre todos los sectores, públicos y privados, de cómo se calcula la existencia de vinos porque allí pueden surgir diferencias muy sustanciales".

Esto viene a cuenta que desde el sector viñatero no comparten la opinión de que existan excedentes vínicos sino que es más una especulación por parte algunos actores para hacer caer los precios y luego comprar vinos y uvas baratas. En este punto recordó que cuando se produjo la importación masiva de vinos durante 2016, justificada por la falta de stock vínico, según datos del INV de ese año el volumen de stock era de 7.6 meses. Y cuando hoy ese porcentaje es de 7.1 aún se sostiene que existe abundancia de vino.

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Para el referente viñatero si la decisión del Estado es intervenir en el mercado, la manera acertada de ayudar al eslabón más vulnerable de la cadena, el productor, es a través de un operativo de compra de uvas, puntualmente, de la destinada a la elaboración de mosto. Es que según Sosa muchos de los que hace un tiempo sostenían que la reconversión a uvas tintas era la solución para la industria hoy están pidiendo que le compren las uvas que son para elaborar vino. Lo que deja a la vista que también hay una clara línea divisoria entre las instituciones vitivinícolas donde unas pugnan por la creación de un fideicomiso para impulsar las exportaciones (bodegueros) y otros por la asistencia a los productores y viñateros. Aquí lo único en común parece ser la crisis.

Finalmente Sosa afirmo que es "la política quien debe decidir si los fondos se obtienen por endeudamiento o reasignación de partidas" y que no le corresponde meterse en esa pelea porque no cuenta con los fundamentos necesarios. A lo que agregó: "Lo que sí puedo decir es que hoy se está ofreciendo pagar un quintal de uva rosada para mosto a $350 cuando el año pasado el precio que se pagó fue de $453".

Una discusión eterna