Tras el escándalo en FIFA, Maradona se despachó con todo

 Diego Maradona aseguró hoy que disfruta de la explosión mediática que generó la detención de siete importantes dirigentes de la FIFA en Suiza, en el marco de la investigación que realiza la Justicia de Estados Unidos por supuestos actos de corrupción, al destacar que lo había dicho "hace mucho" y lo "trataban de loco".

"Estoy disfrutando de algo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo"

"Estoy disfrutando de algo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo. Me trataron de loco pero hoy se dijo la verdad. FIFA tiene reservas por 1,5 billones de dólares y no ayudan a nadie", disparó Maradona en una entrevista con radio La Red.

El ex astro argentino, quien desde hace tiempo apoya la candidatura a presidente de la FIFA del jordano Ali Bin Al Hussein en oposición a la del actual titular Joseph Blatter, consideró que con la investigación que realiza la justicia estadounidense "gana el fútbol, gana la transparencia".

"Los americanos no son santos de mi devoción pero hicieron un trabajo impecable", remarcó Maradona, quien tiene a Ernesto "Che" Guevara tatuado en su piel y mantiene desde hace años una relación de afecto mutuo con el cubano Fidel Castro.

"Basta de negociados y de mentirle a la gente y de hacer una cena show para bendecirlo y reelegirlo a Blatter. Cuando hablé de las cuentas de (Julio) Grondona en Estados Unidos me trataron de loco. Yo le pedí a Grondona que dejen de chorear", arremetió con énfasis el ex entrenador del seleccionado argentino.

Sobre lo que ocurrirá en FIFA si Ali Bin Al Hussein gana las elecciones, Maradona sostuvo que van a "hacer una limpieza general de la FIFA. Los buenos se van a quedar y a los malos me voy a encargar de pegarles una patada sabés donde".

Por útimo y sobre su relación con la FIFA, Maradona dijo que viene "peleando a muerte desde hace mucho tiempo" contra dirigentes como Blatter y contó que lo quisieron "convencer con dinero y yo el dinero me lo gano trabajando, no cagando a la gente".

Las 14 imputados por la Justicia estadounidense, entre ellos 9 importantes dirigentes de la FIFA y otros cinco empleados, enfrentan acusaciones por supuestos casos de corrupción en el curso de las dos últimas décadas, y que tendrían que ver con las atribuciones de sedes para los Mundiales, los derechos de comercialización y televisión por los cuales habrían incurrido en delitos como fraude, estafa y lavado de dinero.