Pasta al paso: almorzar rico y económico en el centro de Mendoza

En el dinámico panorama gastronómico del centro mendocino, donde la velocidad y la calidad son cada vez más valoradas, un pequeño local ubicado en calle Catamarca irrumpe con una propuesta innovadora: "pasta al paso". Allí, Marchepasta combina la tradición de las pastas frescas artesanales con la agilidad de la comida rápida.

Detrás de este modelo de negocio se encuentra la pareja conformada por Valeria Rojas y Martín Marchetta, junto a un equipo de colaboradores que incluye a Gabriel Marchetta (arte en gráfica), y al chef Andrés Delgado y su socio Diego Herrera en la creación de las salsas y la puesta a punto de la cocina.

Martín, arquitecto de profesión y emprendedor por naturaleza, empezó a buscar una idea novedosa en el área de la gastronomía cuando le llamó la atención este formato, muy popular en países como Italia y también en ciudades como Miami, Santiago de Chile y Buenos Aires.

Y es que la cultura de la inmediatez que fomenta el consumo rápido llegó para quedarse. Hoy las personas no solo buscan la mejor relación precio calidad, sino que también necesitan nuevas experiencias y satisfacción inmediata como la entrega rápida.

"El concepto se remite a alimentos listos para ser consumidos inmediatamente, que se venden generalmente en lugares de alto tránsito. Por eso pensamos que el centro mendocino era el lugar ideal para establecer el primer Marchepasta", comenta Valeria,

y añade que entre sus clientes se encuentran estudiantes, familias y, sobre todo, empleados de comercio. El nombre surge del apellido Marchetta y del juego de palabras que hace referencia al "despacho" de una porción de pasta.

Otro diferencial del negocio se basa en el formato de presentación, un envase práctico que facilita el consumo de la pasta en cualquier lugar -el auto, la oficina, una plaza- con una porción que equivale a un plato hondo. Un envase que se puede sostener con una mano y es eficiente, ya que mantiene la temperatura de la comida.

"Trabajamos para minimizar los tiempos de entrega, precociendo la pasta y elaborando exquisitas salsas que se mantienen calientes y listas para servir lo más rápido posible. A veces la demanda es tanta y en un horario acotado, que puede presentar un poco más de demora, pero nada que una buena porción de pasta caliente no pueda recompensar", destaca Valeria Rojas.

Actualmente trabajan en el local cinco personas para cubrir las tareas básicas. También utilizan la plataforma Pedidos Ya y reciben encargos por Whatsapp para retirar por el negocio. "Una modalidad que surgió naturalmente y que en broma bautizamos ´auto march´, consiste en que hacés tu pedido por Whatsapp y te lo entregamos frente al local sin bajarte del auto", cuenta Valeria, recordando que el flujo vehicular de calle Catamarca suele ser intenso.

En cuanto al rango de precios, la porción de pasta con una salsa clásica (fileto, bolognesa, crema) cuesta $6.000, mientras que sale $8.000 con salsas especiales como Caruso, pesto, cuatro quesos o camarón. Las variedades, elaboradas con semolín y huevo, incluyen radiatori (pasta corta de formato similar a un radiador); tagliatelle (pasta larga y plana en forma de cinta); bigoli (similar al espagueti, pero más gruesa) y también ñoquis.

A mediano plazo, la pareja planea seguir trabajando en el posicionamiento de la marca, reforzando el reconocimiento del cliente y ofreciendo un producto de calidad lo más rápido posible. A futuro, una vez consolidados, sueñan con expandirse mediante la apertura de otros locales, propios o franquicias.

Marchepasta se encuentra ubicado en calle Catamarca 53 de Ciudad, con horarios de atención de 9 a 16.