Fue el deseo del Papa que sus restos descansen en la imponente Basílica de Santa María la Mayor.
El Vaticano difundió imágenes de la sencilla tumba del papa Francisco
El anhelado deseo del difunto papa Francisco, quien partió de este mundo el pasado lunes 21 de abril, se ha cumplido este domingo con su sepultura en la imponente Basílica de Santa María la Mayor, ubicada en el corazón de Roma, un lugar que él mismo había designado para su descanso eterno. Las primeras imágenes divulgadas por el Vaticano muestran un escenario de sobriedad y modestia que conmueve a propios y extraños.
En un gesto que refleja su característica humildad, Francisco optó por alejarse de los fastuosos protocolos. Su tumba, emplazada bajo la majestuosa cúpula de Santa María la Mayor, ostenta únicamente su nombre en latín: Franciscus. Sin ostentaciones, sin distinciones, sin opulencia. Solo una rosa blanca reposa delicadamente sobre la lápida de mármol de Liguria, la tierra que vio nacer a sus ancestros.
El cardenal Rolandas Makrickas, coarcipreste de la basílica, ratificó que Jorge Mario Bergoglio había dejado instrucciones precisas para su último descanso: deseaba ser sepultado "en tierra firme; con simplicidad, sin adornos especiales y con la única inscripción: Franciscus". Asimismo, solicitó que su tumba estuviera entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la basílica, espacios que frecuentó en múltiples ocasiones en silenciosa contemplación durante su pontificado.
Mientras multitudes de fieles se acercan para rendirle homenaje, en el Vaticano han dado inicio a los "Novendiales", los tradicionales nueve días de duelo. Según las directrices vaticanas, el Cónclave destinado a elegir al próximo Sumo Pontífice deberá llevarse a cabo en los próximos 20 días. Se baraja que el cónclave comience el lunes 5 o martes 6 de mayo, cuando los cardenales se congreguen en la Capilla Sixtina, en un estricto aislamiento, para iniciar el proceso de elección mediante votación secreta.