Europa endurece el confinamiento y prohíben reuniones

El rebrote de la pandemia y la cantidad de contagios que crece nuevamente en Europa, más la cercanía del invierno, llevaron a que varios países volvieran a tomar fuertes medidas restrictivas de confinamiento para contener el virus.

En Italia, el martes pasado se cerraron espacios de esparcimiento y se redujo el horario de bares y restaurantes. Esto provocó grandes manifestaciones y protestas. Italia impuso un confinamiento estricto de dos meses durante la primera ola de contagios y ahora atraviesa la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.

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En Francia, el presidente Emmanuel Macron anunció que, a partir del mañana y hasta el 1 de diciembre se cerrarán todos los comercios "no esenciales". Sin embargo, las escuelas permanecerán abiertas "protocolos reforzados" y volverán las clases virtuales en la educación superior así como el teletrabajo en toda actividad donde pueda usarse esa modalidad.

Estas medidas se suman al toque de queda nocturno impuesto hace dos semanas en París y las principales ciudades del país.

Alemania, por su parte anunció que aplicará el "rompeolas": un paquete de restricciones a la vida pública y la actividad económica que comenzarán a regir desde el próximo 2 de noviembre durante un mes.

Esas restricciones implican el cierre de bares y restaurantes, las actividades de ocio, oferta cultural y desplazamientos turísticos nacionales. Las reuniones podrán ser de un máximo de 10 personas de dos hogares distintos.

Sin embargo, también mantendrá abiertos la escuela y el comercio.

España, en tanto, continúa con su programa de confinamientos regionales, algo que despertó mucha tensión con Madrid. Esta semana, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, puso como condición para cerrar la comunidad de Madrid que el presidente del Gobierno español acepte la opción de hacer confinamientos en las comunidades autónomas solo "por días", teniendo en cuenta, por ejemplo, los días festivos como el Día de Todos Los Santos.

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En el Reino Unido, el presidente Boris Johnson decretó estrictas medidas para Inglaterra el viernes pasado.

Entre ellas, los "pubs" y bares solo pueden abrir si sirven comida y estarán prohibidas las reuniones de personas que no vivan bajo el mismo techo.