Disautonomía: qué significa el término que se ha vuelto viral

Nuestro sistema nervioso autónomo es quien controla las acciones involuntarias. Pero, ¿Qué sucede si comienza a fallar?, ¿Qué pasa con el cuerpo?

Disautonomía: qué significa el término que se ha vuelto viral

Por: Julieta Navarro

Desde hace unos años los conceptos de psicología, neurología y psiquiatría dieron paso, en lo que se refiere a estas áreas, a términos como salud mental o neurociencias. En este caso, el término en cuestión es disautonomía.

Cuando se habla del sistema nervioso, se trata tanto del sistema nervioso central, al cual se le agrega el sistema nervioso periférico. De este último, conciernen los nervios que se encuentran en todo el organismo, ya que el cuerpo está inervado e irrigado.

En este sistema periférico hay una parte que no es consciente,  y se llama sistema nervioso autónomo (SNA), que se extiende por todo el cuerpo y conecta al sistema nervioso central (SNC) con el resto del organismo con algunas excepciones que no podemos controlar. De allí la palabra ligada a la autonomía de los mismos.

Hay dos procesos principales dentro del SNA: está el sistema simpático (que activa los procesos corporales) y el parasimpático (al lado del simpático, que los desactiva o reduce). 

La alteración de diversas partes o funciones de ese extenso sistema es conocida como disautonomía, se manifiesta en cualquier área del organismo, puede mostrar múltiples manifestaciones clínicas.

Principales causas

Si bien se cree erróneamente que la base y causa, casi única, de la alteración del SNA es el estado de estrés o ansiedad, hay una serie de afectaciones directas de los nervios que generan su disfunción:

1. Diabetes tipo 2: la neuropatía diabética, una complicación bastante frecuente de la diabetes, puede manifestarse durante largo tiempo a través de un síntoma usual como la hipotensión ortostática, es decir, los mareos al cambiar de posición, pararse, entre otros.  posicionales.

2. Enfermedades autoinmunes como puede ser, por ejemplo, el síndrome de Guillain-Barré. 

3. Infecciones virales o bacterianas: el VIH, o aquellas transmitidas por insectos, como el dengue o la enfermedad de Chagas, son ejemplos en los que las alteraciones, por ejemplo en el ritmo cardíaco, la tensión arterial y la regulación de la temperatura.

4. Enfermedades neurodegenerativas, como la atrofia múltiple o formas de parkinsonismo.

5. Tóxicos: desde sustancias químicas industriales, pesticidas o metales como el mercurio o plomo (intoxicaciones a veces ligadas a problemas sanitarios del terreno, provisión de agua, etc.), hasta, y muy importante por lo escasamente tenido en cuenta y el efecto del alcohol.

6. Deficiencias en vitamina B12. 

7. Afectaciones mecánicas, como las ocasionadas por traumatismos o lesiones de la columna o tumores que afectan al recorrido de algunos nervios. 

Posibles síntomas 

A nivel cardiovascular.

- Palpitaciones cardíacas.

 - Ritmo cardíaco irregular (arritmia), rápido (taquicardia) o lento (bradicardia).

- Intolerancia al ejercicio (ya que ritmo cardíaco no cambia con la actividad física).

- Mareos, desmayos o pérdida de conocimiento (especialmente al levantarse).

- Hipotensión ortostática.

- Dolor o molestias en el pecho.

Neuropsiquiátricos

- Cambios de humor o ansiedad.

- Insomnio

- Migrañas o dolores de cabeza frecuentes.

- Problemas de equilibrio.

- "Niebla cerebral", olvidos o dificultad para concentrarse.

- Vértigo.

- Problemas de visión: pupilas puntiformes o inusualmente dilatadas, visión borrosa o dificultad para adaptarse a los cambios de luz).

- Sensibilidad al sonido o la luz.

Generales y metabólicos

- Exceso de salivación.

- Fatiga o cansancio continuo.

- Cambios en la temperatura corporal o de la piel.

- Ojos inusualmente secos o llorosos.

- Piel fría y húmeda o pálida.

- Secreción nasal.

- Sensación de falta de aire (especialmente cuando hace ejercicio)

- Sudoración excesiva o no poder sudar.

- Tener sed todo el tiempo

Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia).

Dificultad para respirar (disnea).