Si no sabés cuántas veces masticás la comida podés tener un problema

Estos son los beneficios de masticar y digerir correctamente los alimentos.

Si no sabés cuántas veces masticás la comida podés tener un problema

Por: Mendoza Post

La costumbre o un estilo de vida vertiginoso puede estar haciendo que no mastiques bien los bocados de comida que ingresan en tu boca. Y el problema que eso puede provocarte es para prestarle atención.

Los especialistas en nutrición aseguran que no solo hay que poner el foco en lo que comemos, sino en cómo lo comemos. Y contario a los que muchos piensan, una buena digestión comienza con la masticación. 

Más precisamente con la alcalinidad de la saliva, que es la que empieza a romper las estructuras de la comida para que lleguen bien a tu estómago. 

"Cuando masticamos bien, la saliva se mezcla con el alimento, haciéndolo más alcalino, lo que significa que la comida podrá ser óptimamente absorbida por las secreciones ácidas del estómago, así si nuestra sangre es más alcalina, disfrutaremos de una inmunidad alta y mayor resistencia a las enfermedades", afirma Patricia Restrepo, del Instituto Macrobiótico de España.

No es solo lo que ingresás a tu organismo, sino cómo.

Y asegura que si no masticamos correctamente los alimentos hasta convertir el bolo alimenticio en perfectamente digerible, los órganos implicados en la digestión trabajarán forzados, lo que generará malas digestiones, dolores estomacales, hipoglucemia, tensión, ansiedad y alta emisión de gases. 

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Una buena masticación que consiste en triturar los alimentos de treinta a cincuenta veces cada bocado, derivará en múltiples beneficios, por ejemplo:

- Optimizar la digestión.

- Todo el trabajo innecesario que le ahorrarás a los órganos digestivos, se devuelve en energía y vitalidad.

- Comer justo la cantidad necesaria para satisfacer las necesidades psicofísicas, lo que contribuye a mantener el peso ideal.

- No sentirse atraídos por "picar algo", ni optar por los alimentos refinados entre comidas.

-Al estar los órganos relajados, este estado de relajación retumba en un estado de paciencia, equilibrio y relajación interior.

- La mente está clara y lúcida, pudiendo así tomar decisiones coherentes e intuitivas.

- Hay una mayor percepción con el sabor natural de lo que se come, encontrando el verdadero sabor de cada alimento.

- Se reducen los gases y las digestiones pesadas.

- Se estimula el funcionamiento general del sistema endocrino y con ello se refuerza el sistema inmunitario. Al crear una sangre más alcalina se previenen enfermedades.

- Fortifica los dientes, encías e incluso los huesos de la cara, refinando el rostro y manteniendo la expresión despierta y abierta.

- Masticar regula los movimientos peristálticos.

- Es indispensable estar presente y ser consciente de esa presencia, evitando comer mientras se ve la TV o se lee. 

-Es conveniente no comer de pie, pues el sistema digestivo fue diseñado para que se relajara mientras estamos sentados.

- No te obligues a beber mientras comés, en todo caso obligate a masticar para obtener el líquido necesario para poder tragar el alimento.

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