Con más de 700 hectáreas, Phoenix Park es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Su historia como coto de caza real, sus fortalezas, su icónico zoo y su biodiversidad convierten a este espacio en un emblema cultural y ecológico de la capital irlandesa.
El Parque urbano más grande de Europa que surgió como un coto de caza
A solo tres kilómetros del centro de Dublín se encuentra el Phoenix Park, un espacio verde monumental que resume la historia y la vida cotidiana de la capital irlandesa.
Con 707 hectáreas y un perímetro amurallado que alcanza los 11 kilómetros, es uno de los parques urbanos más grandes del mundo. Su triple identidad como enclave histórico, pulmón ecológico y epicentro de ocio le otorga un valor único para locales y visitantes.
De coto de caza a patrimonio colectivo
El origen del parque se remonta a 1662, cuando el duque de Ormond, virrey de Carlos II, ordenó cercar los terrenos para crear un coto de caza. Se invirtieron 31.000 libras en levantar la muralla y en diseñar las grandes avenidas internas. El nombre Phoenix Park proviene del irlandés fhionnuisce, que significa "agua clara", en alusión a los manantiales que abastecían a los Caballeros Hospitalarios en tiempos medievales.
En 1745, el conde de Chesterfield abrió el parque a la población y encargó al arquitecto Decimus Burton una transformación paisajística que incluyó caminos, puertas monumentales y extensas plantaciones. Así se gestó la estructura decimonónica que aún conserva.
Durante el siglo XIX, el parque fue escenario de episodios que marcaron la historia política, como los asesinatos de Lord Frederick Cavendish y Thomas Henry Burke en 1882.
Fortalezas y símbolos históricos
El Magazine Fort, construido en 1734 y ampliado en 1801, destaca en el sector sudeste. Esta estructura de ladrillo, que fue blanco del "Christmas Raid" de 1939, recuerda el pasado militar del parque. A su lado, Ashtown Castle, una torre del siglo XV recuperada en 1989, representa el edificio más antiguo del lugar. En el extremo opuesto, Áras an Uachtaráin, residencia presidencial desde 1754, y Deerfield Residence, actual sede del embajador de Estados Unidos, refuerzan la dimensión diplomática del parque.
Entre los monumentos sobresale el Wellington Monument, un obelisco de 62 metros -el más alto de Europa- forjado con cañones de Waterloo. También se destaca la Phoenix Column, coronada por la emblemática ave fénix.
Naturaleza viva y biodiversidad
Desde el siglo XVII, una manada de gamos moteados vaga libremente por las praderas, consolidando una población estable de entre 400 y 450 ejemplares. El parque registra 351 especies vegetales, incluidas tres protegidas, y alberga 72 especies de aves, como el búho chico y el pito real.
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En materia zoológica, el Dublin Zoo, inaugurado en 1831, es uno de los más antiguos del mundo. Hoy, integra conservación, educación ambiental y entretenimiento familiar, con más de 700 animales.
Cultura, deporte y recreación
El Phoenix Park ha albergado carreras automovilísticas desde 1903, incluidas las recordadas Irish International Grand Prix entre 1929 y 1931. En la actualidad, el Great Ireland Run convoca cada abril a miles de corredores. La música también tiene su espacio: desde U2 hasta Coldplay, decenas de conciertos al aire libre atraen a multitudes que superan las 80.000 personas.
Gestión ambiental y proyección global
Desde 2009, la Oficina de Trabajos Públicos impulsa un plan que prioriza el equilibrio entre el uso recreativo y la protección ambiental. Un 30% del parque está cubierto de arbolado, y se busca su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reforzando la necesidad de preservar su valor ecológico frente a los eventos masivos.
Un símbolo de Irlanda
El Phoenix Park no solo es un espacio verde, sino un reflejo de la historia, la naturaleza y la cultura irlandesa. En sus avenidas y monumentos se entrelazan la memoria de viejas batallas, la ciencia zoológica y el compromiso con la biodiversidad, convirtiéndolo en un verdadero pulmón urbano que respira historia y vida.