Cómo tener la casa limpia y ordenada todos los días de la semana

Hay trucos que permiten obtener mejores resultados con menos esfuerzo: la clave está en prestar atención a los detalles.

Cómo tener la casa limpia y ordenada todos los días de la semana

Por: Mendoza Post

Tener tu casa impecable puede ser posible siguiendo un plan basado en la constancia, en programarse tareas y no saltearse ninguna.

El sitio Hola! propone una ?operación limpieza' para mantener tu hogar día a día y que no se acumulen las tareas.

Son trucos que permiten obtener mejores resultados con menos esfuerzo. La clave está en prestar atención a los detalles cotidianos.

A diario

No se trata de no hacer nada entre semana y luego estar limpiando todo el sábado y el domingo, sino de ir haciéndolo a diario. Se trata de aplicar el experimento de ?Las ventanas rotas' al hogar. Esta teoría de 1969 establecía que si en un edificio aparece una ventaba rota y no se arregla pronto, el resto se irá rompiendo por una especie de efecto llamada.

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Además de ventilar y pasar la escoba o aspiradora por toda la casa, especialmente si tenés mascota, debés evitar que se acumule el trabajo de un día para otro. Así, en el dormitorio hacé la cama y recogé la ropa del día anterior; en el salón antes de irte a dormir, colocá los almohadones del sofá, ordená los controles y las revistas y llevá vasos y tazas perdidos; en la cocina no dejés cosas sin lavar, no olvidés limpiar olvides los grifos o el microondas; y en el baño, acostumbrate a pasar un paño a la mampara después de usar la ducha. Un truco para que te dé menos pereza es tener un kit de limpieza para cada baño.

Semanalmente

Un par de veces a la semana, debés cambiar las toallas y los trapos de la cocina, repasar los espejos y desinfectar los sanitarios. Mientras que, al menos una vez, debés fregar el suelo de toda la casa, limpiar la bañera, la ducha, quitar el polvo de muebles y objetos (no olvidés los interruptores) y cambiar las sábanas, aunque durante el verano puede que sea conveniente hacerlo dos veces.

Cada 15 días

En la cocina, la campana y el horno son tus dos objetivos, especialmente si has usado este último con regularidad. En el baño, es un buen momento para repasar los azulejos, limpiar el bajolavabo por dentro y revisar los cajones. También debés quitar el polvo de las cortinas y puntos altos (la parte superior de la estantería, por ejemplo) y de aspirar los colchones. No olvidés las almohadas, ya que en ellas se acumulan gran cantidad de ácaros.

1 vez al mes

Aprovechá el momento de la compra mensual, cuando tenés menos cosas, para limpiar los armarios de la cocina y la heladera por dentro y los pequeños electrodomésticos, como tostadores o cafeteras. 

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Repasá también la goma del tambor y donde ponés los productos (allí suelen quedar restos de jabón) del lavarropas. Limpiar las ventanas es otra de las tareas mensuales, aunque dependerá mucho de la zona geográfica en la que estás y de si llueve mucho.

2 veces al año

Si durante el resto del tiempo cumplís a rajatabla el plan que te proponemos, dos limpiezas al año serán suficientes para que tu casa reluzca y esté perfecta. Hay que limpiar los armarios y los muebles de toda la casa, las puertas, los azulejos, la despensa, los aparatos de aire acondicionado. Aprovechá este zafarrancho general para revisar ropa, libros, papeles y deshacerte o donar todo lo que no te ponés, no usas o guardás sin ningún motivo. No olvidés lavar las cortinas y hacer lo propio con las tapicerías.

Equipo de limpieza

Cuando hablamos de equipo nos referimos tanto a los productos de limpieza como a posibles ayudantes. Para que todo sea rápido y fluido, antes de las limpiezas anuales e, incluso, mensuales debés asegurarte de que tenés todo lo que necesitás, para no tener que posponer una tarea por salir a comprar.

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Además, es importante que reclutes 'voluntarios' que te ayuden. Repartí tareas según su edad y dejá que los más pequeños también ayuden. Practicá esto durante todo el año, involucrando a cada miembro en mantener el orden en casa: recoger juguetes, colgar en el armario la ropa limpia, meter en el lavaplatos los cacharros de la merienda. Bastan 10 minutos para lograr resultados espectaculares.

?Blindá' las entradas

Siguiendo los dictados de la sabiduría popular con su ?no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia', debés preparar la casa para que no entre la suciedad. Para ello, colocá felpudos tanto en la puerta de entrada como en la salida al jardín o la terraza y hacé que dejen los zapatos en el recibidor, especialmente en estos tiempos de pandemia en los que toda precaución es poca. Poné mosquiteras en las ventanas, para poder abrirlas cómodamente, incluso si tenés alergias, ya que existen modelos en el mercado que son antipolen.

Actuá al momento

Podríamos decir, siguiendo la estela de los refranes, que no dejes para mañana la mancha que se produjo hoy. Es decir, limpiá la gota de agua que cayó en el suelo, el cerco que dejó la taza en la mesa de centro de cristal o la que dejó el bote de mayonesa en la heladera. Las toallitas limpiadoras pueden serte de gran ayuda en estos casos y evitarán que tengas que equiparte con todo el kit de limpieza para una simple mancha.

Protegé las zonas conflictivas

Hay zonas que están más expuestas a la suciedad, por lo que si no querés estar todo el día trapo en mano, podés protegerlas. Así, podés colocar una alfombra vinílica delante de la vitrocerámica, que podés limpiar fácilmente, protegé el suelo y evitá que dejes huellas por toda la estancia. También podéss usar limpiadores antiestáticos para tus muebles. Productos que generan electricidad estática, de manera que, al mismo tiempo que ?atrapa' el polvo, crea una película protectora repelente que los mantiene limpios durante más tiempo.

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