Este producto lácteo aporta grandes beneficios a la salud ya que protege y fortalece al sistema inmune en la prevención de enfermedades.
Cómo preparar kéfir de leche en simples pasos
El kéfir o kefir, cuyas raíces turcas significan "sentirse bien", es una bebida láctea fermentada, similar al yogur. Se consume desde hace cientos de años en Europa del Este, particularmente por los habitantes de la región montañosa del Cáucaso, quienes poco a poco fueron mejorando la manera artesanal de producirlo.
Este lácteo contiene una gran cantidad de "microorganismos benéficos" que posteriormente fueron conocidos como probióticos. Los probióticos, cuyo significado es "a favor de la vida", son microorganismos que forman parte de la microbiota (flora) intestinal. Cuando los probióticos se encuentran en cantidades adecuadas, "mantienen a raya" a microorganismos patógenos que producen infecciones, además de promover la absorción de calcio, hierro y magnesio, así como mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmune.
De hecho, existen ciertos estudios científicos que han avalado sus beneficios en la prevención de enfermedades como pueden ser la diabetes o el cáncer de mama o de colon. Otras ventajas reportadas en la literatura científica incluyen efectos antihipertensivos, antialérgicos, anticancerígenos, reductores del colesterol y otros más.
Cabe destacar que, para que los beneficios se presenten, el consumo de kéfir debe ser continuo y en cantidad suficiente, de tal forma que garantice la llegada de los probióticos al intestino y su permanencia en el mismo.
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En este sentido, para quienes buscan una alimentación saludable, este producto puede ser considerado como una alternativa a los yogures comerciales.
Su aspecto es similar al de estos últimos, de semejantes propiedades probióticas, pero contiene diferentes bacterias y levaduras, más líquido y de sabor más ácido.
La preparación final se puede consumir tal cual o agregarle un toque de miel, frutas o cereales, o bien como ingrediente de otras recetas, tales como batidos o postres.
Aunque también puede elaborarse con distintos tipos de leche: vaca, cabra, oveja o incluso bebidas vegetales, aunque estas últimas precisan de ciertos ajustes.
Cómo preparar esta bebida láctea
El proceso de elaboración del kéfir de leche comienza con la colocación de los nódulos de kéfir en un frasco de vidrio limpio con leche a temperatura ambiente. Se cubre con una gasa o tapa que permita la circulación de aire y se deja fermentar entre 24 y 48 horas, dependiendo de la temperatura y del sabor deseado. Una vez fermentado, se cuela para separar los nódulos del líquido y se puede consumir directamente o refrigerar para una textura más espesa.
Durante la fermentación, los nódulos se alimentan de la lactosa de la leche, transformándola en una bebida ligeramente efervescente, ácida y cremosa. Es importante no usar utensilios metálicos, ya que pueden dañar los cultivos. Los nódulos se reutilizan indefinidamente si se conservan en buen estado, simplemente enjuagándolos con agua no clorada entre usos y manteniéndolos sumergidos en leche y refrigerados, pues el frío adormece a los búlgaros. Cambiando la leche cada semana, este método de conservación puede durar hasta un mes.
Tiempo de preparación
(Tiempo total estimado: entre 24 y 48 horas)
*Preparación inicial (colocar los ingredientes en el frasco): 5 minutos.
*Fermentación a temperatura ambiente: entre 24 y 48 horas.
*Colado y envasado del kéfir: 5 minutos.
Ingredientes
*1 cucharada de nódulos de kéfir de leche (5-10 g)
*500 ml de leche entera (puede usarse semidesnatada o leche cruda, preferiblemente sin UHT)
*1 frasco de vidrio con tapa o tela y goma elástica1 colador de plástico
*1 cuchara de madera o plástico
Cómo hacer kéfir de leche, paso a paso
1) Colocar los nódulos de kéfir en el fondo de un frasco de vidrio limpio.
2) Verter la leche sobre los nódulos, llenando el frasco sin llegar hasta el borde.
3) Cubrir el frasco con una gasa o tela transpirable y sujetarla con una goma.
4) Dejar fermentar a temperatura ambiente, lejos de la luz directa, entre 24 y 48 horas.
5) Una vez fermentado, removerla suavemente y colar el kéfir usando un colador de plástico.
6) Guardar el kéfir colado en una botella hermética en la nevera hasta 7 días.
7) Lavar ligeramente los nódulos con agua sin cloro si vas a volver a usarlos, o guárdalos en leche en la nevera para el siguiente uso.
¿Cuántas porciones se obtienen de esta receta?
Esta receta rinde aproximadamente 2 porciones grandes (unos 250 ml cada una) de kéfir de leche fermentado.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de este lácteo?
Cada porción de 250 ml contiene aproximadamente:
*Calorías: 150Grasas: 8 g
*Grasas saturadas: 5 g
*Carbohidratos: 10 g
*Azúcares: 8 g
*Proteínas: 8 g
Cabe apuntar que todas estas son estimaciones, ya que los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El kéfir de leche fermentado se conserva hasta 7 días en la nevera, aunque su sabor se vuelve más ácido con el paso de los días. Es recomendable mantenerlo en un recipiente hermético.
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