Un clásico que no falla. La receta básica ideal para principiantes.
Cómo preparar un bizcochuelo casero en simples pasos
Este bizcochuelo es perfecto para disfrutar en el desayuno, la merienda o como base para un postre más elaborado. Es una receta sencilla que no requiere ingredientes complicados ni técnicas de repostería avanzadas, ideal para principiantes o para cuando tienes poco tiempo. Con esta receta, obtendrás un bizcochuelo esponjoso y delicioso que seguramente encantará a todos.
Ingredientes
* 3 huevos
* 1 taza de azúcar
* ½ taza de leche
* ½ taza de aceite (girasol o maíz)
* 1 cucharadita de esencia de vainilla
* 2 tazas de harina leudante (o harina común con 2 cucharaditas de polvo para hornear)
Modo de preparación
1. Precalentá el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde para bizcochuelo (aproximadamente 20-22 cm de diámetro).
2. En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro. Puedes usar una batidora eléctrica o un batidor de mano.
3. Agregá la leche, el aceite y la esencia de vainilla a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla suavemente hasta integrar todos los ingredientes líquidos.
4. Incorporá la harina tamizada (si usas harina común, mézclala con el polvo para hornear) poco a poco a la mezcla líquida, mezclando con movimientos suaves y envolventes para evitar que se baje la preparación. No batas en exceso, solo hasta que no queden grumos de harina.
5. Verté la masa en el molde preparado y hornea durante 30-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
6. Una vez listo, retirá el bizcochuelo del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.
¡Y listo! Ya tenés un delicioso bizcochuelo casero para disfrutar. Podés espolvorearlo con azúcar impalpable, decorarlo con frutas o utilizarlo como base para otras preparaciones. ¡Que lo disfrutes!