"Por fin la noche": una obra de actores y desencuentros

 A veces tengo un juego mental cuando voy a ver teatro o escuchar una banda: antes de que comience el espectáculo observo al público y, en lugar de encontrar diferencias, trato de descubrir qué tienen en común las personas que ya están sentadas, esperando que comience la función. Descontando, por supuesto, que todos los que están ahí invierten su tiempo para dar a sus agitados días un espacio al disfrute que nos provocan las expresiones artísticas.

Pero el público que la noche del viernes ocupó a medias el Teatro Independencia para ver "Por fin la noche" me desorientó un poco. Una mitad era demasiado exultante y la otra aguardaba en silencio el comienzo de la obra. El grupo de amigas que se saludó tan efusivamente en la puerta del teatro, sin importar que se ven todo el tiempo y esperaron que una de ellas deslindara la responsabilidad de cuidar su bicicleta a alguien al costado del teatro, fue toda una señal.

Luego de que la voz en off pidiera con clemencia que silenciaran los celulares (que siempre suenan en cualquier formato de show) la obra, que ostenta ser la Comedia Municipal Cristóbal Arnold, empezó a contar su historia. Aunque mi juego mental quedaba inconcluso, los primeros pasos de la protagonista sobre las tablas desataron unas risas sorpresivas y apresuradas que me hicieron reparar en que una parte de los asistentes se comportaron durante toda la noche como una "hinchada", un fandom acompañando a los actores.

La obra trata sobre una joven, Clarita, en los años 30, cuyos padres deciden enviarla a Corrientes para aprender a ser una buena esposa en una prestigiosa Escuela de Señoritas. Hay una mixtura entre lo tradicional de los años 30 y una búsqueda de libertad e identidad que, encima en modo jocoso, intenta llevar el cuento. Y es tan arriesgada la fusión que en lugar de encontrar una buena historia la obra se diluye, pierde fuerza, peso y desaparece en medio de la noche casi sin avisar. Luego, lo que queda, hasta llegar al final es una suerte de recortes que tratan de encajar para llegar a un remate.

Los actores sobresalen; hay talento, a pesar de las risas cómplices y aplausos -de una parte de los asistentes- en la escena del beso de los protagonistas, como festejando batallas que, en este presente, ya fueron ganadas. Cuesta entender qué historia se intentó contar en "Por fin la noche": si sobre descubrir el amor entre dos personas del mismo sexo o la libertad de soltar los amarres de los años 30. Si hay espacio para ambas líneas argumentales, no se encuentran en ningún momento.

Los chistes algo infantiles, apenas capaces de despertar una mueca, eran asombrosamente motivos de carcajadas para la parte del público que festejaba exageradamente. Los que no experimentamos nada de eso nos sentimos intrusos en una función especial para una comunidad que sí se sentía bajo una misma bandera. Eran una gran familia y los demás.

Todo sobre un escenario casi vacío, con una escenografía escolar que logró más entorpecer la visión del espectador que alimentar la imaginación. Un detalle descuidado de casi todos los elencos locales que no aciertan con escenografías acordes a estos tiempos.

Sobre el costado del escenario, la presencia de los instrumentos musicales nos hizo crear expectativas de que la trama se musicalizara en vivo. Sin embargo, ese recurso tampoco logró sobresalir.

Por último, "Por fin la noche" fue elegida por un jurado de expertos que, por estos días, están iniciando el camino de selección de lo que será la próxima obra que cargue con el prestigio de ser la elegida para presentarse como: "Comedia Municipal Cristóbal Arnold" de la Ciudad de Mendoza.

Tal vez sea tiempo de revisar el modo de selección y que los jurados -de todas las actividades que se concursan en la provincia- apunten y renueven su sapiencia, y así confiar en sus manos el resultado para dar el mejor arte al público mendocino, que al final de todo, es el destinatario principal de cada gestión cultural que se emprende.

Ficha técnica

-"Por fin la noche" fue producida por el Teatro Quintanilla y la Secretaría de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Ciudad de Mendoza, en el marco del concurso público para la 19°Comedia Municipal Cristóbal Arnold, realizada entre los meses de septiembre de 2023 y enero de 2024.

-Dramaturgia y Dirección: Manuel García Migani

-Elenco: Axio Blanc, María Pereira, Karim Pabst, Gustavo Álvarez

-Intérpretes musicales: Silvina Inés Ormeño, Álvaro Alaniz

-Asistencia de dirección y producción: Laura Angélica Rodríguez

-Diseño y realización escenográfica: Ayelén Bonelli

-Diseño de iluminación: Paloma Rayen Barrera Guisasola

-Diseño y realización de vestuario: Valentina Martínez

-Realización de máscara: Agustina Rodríguez Giorcelli

-Asesoramiento vocal: Cecilia Salinas

-Asesoramiento en movimiento y coreografía: Analía Iacopini

-Maquillaje: Luis Fernando García

-Peinado: Damián Soloducha

-Diseño Gráfico: Damián Olivera