"Los niños vienen movidos por el hambre"

El ex ministro de Desarrollo Social de la provincia y ex sacerdote, Cristian Bassin, lleva adelante el espacio de inclusión social "Vengo a proponerles un sueño". Las necesidades de los chicos y la ayuda desinteresada.

"Los niños vienen movidos por el hambre"

Por: Mendoza Post

Un ex ministro y sacerdote mendocino lleva adelante un comedor en una de las zonas más pobres de Palmira. Cristian Bassin, afirmó en diálogo con que los chicos que asisten al lugar son de “alta vulnerabilidad” y que el espacio pretende brindar alimento pero también inclusión social a través de apoyo escolar y contención emocional.

Si bien Bassin aclaró en diálogo con Te Digo Lo Que Pienso -que se emite de lunes a viernes de 6:50 a 9:00 en Radio La Red Mendoza 94.1- que no ejerce más el sacerdocio, afirmó que se es sacerdote toda la vida: "Si bien estaba en un sistema eclesial, siempre estuve en los barrios trabajando. Es como que yo continúe trabajando en lo social sin la sotana".

Critian Bassin ayuda a los chicos con las tareas.

El ex sacerdote aseguró que están trabajando con un equipo de voluntarios en el espacio de inclusión social “Vengo a proponerles un sueño” en Palmira Sur: “en el cual no solamente se les da alimento a los niños como la merienda de lunes a viernes y el almuerzo los días sábados sino que también se los asiste con abrigos, apoyo escolar y una biblioteca básica con manuales de primario”.

Contó que ha sufrido la pobreza en carne propia y que por eso entiende que los chicos que asisten al comedor “son hermanos de familias numerosas, son desde seis y hasta diez hermanitos, en las que los papás y mamás se encuentran ausentes por medidas judiciales, porque están detenidos, porque no tienen trabajo o trabajan haciendo changas”.

“Son niños judicializados que viven con la abuela, el hermano, el tío lo que hace que los niños estén un poco desamparados no solo en la comida, en el abrigo, en el estudio, sino también en el cariño y el afecto que un niño necesita en la familia”, completó.

“Estoy convencido de que el cariño, el afecto y la contención son muy importantes. Por supuesto que los niños van movidos por el hambre al comedor, muchos también por la recreación que se les puede brindar al niño pero sobre todo en el fondo están buscando un abrazo, una contención de un adulto”, explicó.

El comedor funciona en un salón alquilado donde también deben pagar impuestos como agua, luz, gas y municipalidad. Bassin dijo que reciben generalmente donaciones de leche ya que utilizan una caja y media o dos por día para las meriendas.

También comentó que muchas veces cocinan durante la tarde para que las mamás se lleven comida para la cena o mercadería: “Los niños generalmente comentan que toman té en la noche, desayunan té y por eso en la tarde queremos fortificar con leche, un lácteo, algún cereal”.

Las mamás preparan la merienda y comidas todos los días.

Todos los voluntarios piden siempre adonde van comida o donaciones de abrigo para los chicos: “Muchas veces la gente no cree hasta que ve. Muchos han llegado al espacio y han visto la realidad de ver un niño llegar con los deditos al aire de sus zapatillas. Al ver esa realidad tenés toda la compasión. Uno siente esto de compadecerse y de sentir en las entrañas de lo más íntimo el dolor por un niño que te pide pan, te pide abrigo y más aún cuando te pide amor y cariño que no te lo dice explícitamente pero te lo está diciendo con gestos”.

El lugar va a cumplir tres años el 1 de junio y para ayudar se pueden comunicar a través de la página de Facebook o al teléfono de Cristian 261 575-7856. El comedor está ubicado en calle Ameghino 635, entre calles Bertoline y Maestra Cancio, de Palmira.