El dólar malbec "es un puente que queda muy lejos"

Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola Argentina dice que el nuevo dólar agro no sirve.

El dólar malbec "es un puente que queda muy lejos"

A poco menos de un mes y medio del debut del dólar agro o del dólar Malbec, como se lo bautizó tras la Fiesta Nacional de la Vendimia, la herramienta para alentar las exportaciones de vinos no sirve.

Así lo afirmó el gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, Sergio Villanueva, quien le explicó a Mendoza Post que el formato que se le dio a la herramienta desalienta a la mayoría de la industria a usarlo, salvo a alguna que otra gran empresa vitivinícola, que por volumen, mercado u oportunidad podría llegar a aprovecharlo.

Villanueva, grafica que este dólar agro como un puente que está muy alejado para aprovecharlo, como "una barra de hielo que se derrite" minuto a minuto.

¿Cómo fue el debut del dólar Malbec a 300 pesos? ¿Ha servido o no?

Mirá..., había una película de la Segunda Guerra Mundial que se llamaba "Un puente demasiado lejos" y el dólar agro es un puente demasiado lejos. Es una herramienta diseñada para la Pampa Húmeda, porque ellos tienen commodities, tienen stock esperando para liquidar, entonces de un día para el otro embarcan y cobran.

¿Con el vino no es así?

No, la vitivinicultura tiene una complejidad mayúscula en ese sentido, salvo algunas operaciones puntuales que en ese momento pudieron haber estado en funcionamiento, ya sea de mosto o de vino a granel.

Pero en general, la condición que pone el programa es que el dólar de 300 pesos es fijo y como la actividad vitivinícola lo tiene que aplicar a partir del embarque, es decir, una vez que se envía el producto a exportación, desde ese momento hasta cobrar los dólares de la venta, hay que esperar 90 días, por lo que, cuando se vaya a cobrar ese dólar agro de 300 pesos seguramente va a estar muy cerca del dólar oficial, porque esa ventaja de devaluación se va a ir diluyendo.

Y no es el único problema. Por el otro lado, el programa te exige que te sumes a Precios Justos, pero eso tiene una complicación, que es que solo admite un aumento mensual del producto del 3,2%, cuando tenés una inflación que ronda del 7,5 al 8% mensual.

Para una empresa adherida a Precios Justos que la controla la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), implica que tenés que congelar hasta el mes de agosto el precio en el mercado interno.

¿Eso es una condición también?

Es una condición y para la AFIP es muy sencillo controlar esto, porque cuantas son las empresas vitivinícolas que se pueden llegar a adherir al programa, en teoría: 200 o 300.

Es decir, son 300 CUIT (Código Único de Identificación Tributaria) que la AFIP verifica tranquilamente porque tiene la factura, y que te va a decir: "Usted me aumentó en tal lugar que superó lo que le autoriza la Secretaría de Comercio de la Nación". Con lo cual, se te caería el programa y tendrías algún tipo de castigo.

Todo esto hace que cuando las empresas empiecen a jugar con esta cuestión, van a empezar a pensarlo. ¿Por qué? Porque en general, el 70% del vino que se produce en la actividad va al mercado interno y el 30% al mercado externo. Pero ni todas las bodegas son totalmente exportadoras, ni el cien por ciento es mercadointernistas.

Con lo cual una empresa que tenga 70 adentro y 30 afuera tiene que congelar el precio del 70% de su producción para obtener una ventaja sobre el 30% respecto del dólar actual, que ya está atrasado, pero que obviamente, cuando llegue el momento de cobrar, que va a ser 90 días, ese beneficio se va a haber diluido.

Por lo que hay muchas empresas que dudan de adherir porque obviamente esta es una herramienta para otro sistema, no para el sistema de un producto con valor agregado como el vino, que se cobra a posteriori y que tiene un nivel de inflación interna del 7 y 8%.

Ver: La inflación de 2023 llegaría a 126,4%, según el BCRA

¡Todo mal!

Es muy complejo, porque el bodeguero, el empresario, tiene que comprometerse a congelar los precios en el mercado interno, en un momento que la vitivinicultura tiene una cosecha baja, por lo tanto, precios al alza, inflación en los insumos, en los salarios y en todo.

¿Por qué van a congelar si les permiten aumentar hasta un 3,2% mensual?

Porque el 3,2% que plantea por mes la Secretaría de Comercio es el aumento en la góndola, en el almacén, en la vinería, pero cuando ese aumento se traslada para atrás, con todas las partes que intervienen, estas tendrían prácticamente que no aumentar los precios en una economía inflacionaria, para no superar este límite en el mostrador.

Cuando se hace un cuadro de doble entrada, rápidamente se dan cuenta que empiezan a entrar en rojo porque empiezan a perder en 70% que destinan al mercado interno y lo que ganarían del 30% por exportaciones, no alcanza, porque el dólar agro es fijo, y cuando llegue el momento de cobrar la diferencia entre el dólar oficial y el dólar agro, esta va a ser muy chica.

Casi como que irían a pérdida.

Y casi perdido o como mucho empatado, por lo cual, mucha gente ha postergado o no ha tomado la decisión de adherir al programa porque ese puente del dólar, como dije al comienzo, está muy lejos.

Acá la única seguridad es que el precio del dólar agro no se va a mover y mientras, todo se mueve, estamos viendo que todo se mueve, la inflación, los insumos, el precio del vino, de la uva. ¿Y el bodeguero se tiene que comprometer con la AFIP a seguir un ritmo que está a menos de la mitad de la inflación real?

¿Decís que los bodegueros van a preferir exportar con el dólar oficial a 229 pesos en vez de usar la opción del de 300 pesos con tal de tener las manos liberadas para no perder con la inflación?

Claro, porque cuando se saca la cuenta y uno se pregunta cuál es la ventaja de eso, la ventaja, hoy, es que hay un dólar de oficial de 229 pesos y el agro de 300 pesos, pero el dólar agro no lo voy cobrar ahora sino cuando los plazos de exportación me lo permitan, que son 90 días en adelante.

Y si, 90 días hoy en día es como pensar en un viaje a Marte.

Totalmente, casi un viaje a lo desconocido y hay que tomar en cuenta una regla de los contadores muy importante ante estas decisiones: los costos son seguros, las ganancias, eventuales.

Y acá, si se adhiere al programa, los costos son seguros. No se va a poder aumentar en estos meses, o se aumentará a una cifra con la que uno se descapitaliza constantemente. ¿Y la ganancia? Va a ser eventual, porque hoy no puedo saber cuanto va a valer el dólar oficial respecto de este dólar agro dentro de 90 días y porque para ese momento probablemente valgan lo mismo o la distancia sea muy pequeña.

Con todos estos cálculos, las cuentas a las bodegas no les están dando. Eso no quiere decir que no haya empresas que exporten, que quizá son muy grandes y ya tenían un ritmo y por ahí entran y adhieren al dólar agro, pero la percepción es que los medianos y los chicos no están entusiasmados en ingresar al programa, y bueno..., esa es la realidad.

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¿El concepto con el que se armó el programa fue como si lo hubieran armado para un dólar para granos?

Claro, exactamente, porque para nosotros, por más que te den más plazo, o que te pongan un dólar más caro, la realidad es que no se adapta al ritmo de exportación.

¿Y cómo tendría que haber sido con un formato más apto para el vino?

Lo ideal hubiera sido eliminar las retenciones a las economías regionales porque eso ya es un beneficio seguro y no eventual, y si no, tendría que haber sido un dólar que se hubiera ido adaptando a la diferencia de beneficio que hoy hay entre el dólar agro y el oficial, y que esa diferencia se mantenga en el tiempo porque si no, no termina de cuadrar.

Una paradoja, porque sería el único dólar que no se ajustaría. El resto de los dólares, incluso el oficial, se están ajustando.

Es que la diferencia con las producciones de la Pampa Húmeda es muy grande. Para el sojero, por ejemplo, los 300 pesos son ahora porque tiene stock, entonces va, lo liquida, hace el embarque y lo cobra, porque es un commoditie, es otra modalidad. El dólar soja se diseñó para eso y luego se extendió a las economías regionales en la versión dólar agro y no todas las economías regionales son iguales.

¿La exportación de soja y granos se cobra de inmediato?

No, pero se cobra mucho más corto que el vino. Ahora, cuando uno va a las economías regionales, no son todas iguales. No es lo mismo el maní, que a lo mejor tiene stock y lo liquida más rápido, que una economía como la nuestra que hace productos con valor agregado, que tienen marca, que no se pagan de contado.

Y el otro tema que tampoco ayuda es el de los Precios Justos, porque el vino no es un producto que tenga mucha influencia en el índice inflacionario, entonces le ponen esa condición que está hecha como un freno a la inflación de otros productos y nada, si por tantos meses no se puede actualizar el precio del producto, muchos directamente te dicen que no se van a meter en este lío.

La situación económica no ayuda para nada.

No, claro, y de hecho hoy salieron las cifras de las exportaciones de vino, que se vinieron abajo muy fuerte y siguen cayendo.

¿Por qué?

Porque el dólar está atrasado, porque los mecanismos que se crean para incentivarlo no están dando resultado y esto se refleja en los números, más allá de cuestiones endógenas nuestras.

Entonces, cuando vamos a competir al mundo con un dólar de 300 pesos inclusive, si te adherís al programa, los precios de Argentina están muy por arriba de los de otros países y no te compra nadie, o te compran mucho menos.

Quizá, las bodegas que venden en el descreme, en la parte más alta de la pirámide, las que venden más caro, quizás tengan un margen para subir ese precio, pero las que están en niveles de precios más competitivos no tienen esa posibilidad porque compiten con vinos australianos, españoles, etc, etc, a precios que son 30% o 40% más baratos y listo, no te compran.

Entonces, en el volumen aparece esta caída de las exportaciones que también está provocada por problemas endógenos nuestros como una cosecha muy baja, que implica un aumento de precios, y bueno, los números son los números, como se dice en la cancha, "goles son amores y lo demás, buenas razones".

Porque, además, este dólar agro se cerró antes de que se disparara el dólar y si bien había especulaciones de que podía aumentar, no se si alguien imaginaba que en menos de un mes y medio iba a quedar cerca de los 500 pesos.

Por supuesto, y eso te genera expectativas y si el dólar agro no se actualiza respecto del oficial, entonces es como tener una barra de hielo, cuando llegués va a ser un cubito porque se va a ir derritiendo ese dólar.

Los productores y bodegueros sienten que adhiriéndose a esto meten la cabeza en la guillotina porque se tienen que comprometer a no aumentar los precios cuando todo aumenta y en función de un beneficio que se acorta.

Además, hay otra desventaja y es que los supermercados funcionan como una herramienta de la Secretaría de Comercio, porque te contestan con el precio que les admite el Gobierno mientras la ganancia ellos no la reducen.

¿O sea, esto no va a tener un impacto extendido en la actividad?

No, no claro, no vamos a ver un impacto que diga: "Uy mirá, ahora sí qué bien estamos". No va a pasar, porque con toda esta especulación de precios y esta inestabilidad, impide que la gente se entusiasme con esta herramienta.

¿No hubo conversaciones para replantear este tema?

Sí..., pero, con muy poca receptividad. Hay que ponerse en el lugar del Gobierno y del Ministerio de Economía. ¿Dónde están ellos hoy? Están a los baldazos, desesperados, sacando agua para tratar de que no se les hunda la canoa.

Claro, y vos justo querés que te atiendan.

Exactamente, no te atienden y además no quieren hacer excepciones de nada porque cuando las hacen caen 50 más pidiendo excepciones, por lo que no veo que el dólar agro impacte y los números van a seguir dando muy negativos en cuanto a las exportaciones.

Hoy por hoy, la gente que va a las ferias internacionales se da cuenta que la Argentina está cara, en un mundo de vinos baratos.