Guillermo Mosso: "La matriz productiva de Mendoza no está explotada al máximo"

Para el diputado provincial hay que dar un fuerte apoyo a los nuevos sectores con potencial de ingresos.

Guillermo Mosso: "La matriz productiva de Mendoza no está explotada al máximo"

Guillermo Mosso, diputado provincial del partido Demócratas en el Frente y aliado de Cambia Mendoza, es uno de los muchos miembros del tradicional Partido Demócrata mendocino que están activos en la política, pero fueron dispersando ante la crisis interna y declinación que supieron tener "los gansos" como se los conoció históricamente.

Contador y hombre de negocios, Mosso repasó con Mendoza Post los desafíos que tiene Mendoza por delante con la matriz productiva y por qué el PD, que supo darle varios gobernadores a Mendoza, hoy está al borde de la desaparición.

El legislador provincial destacó que Mendoza tiene que animarse a apostar e invertir en nuevas actividades con gran potencial, por encima de las tradicionales, y que hay que recuperar urgente el terreno perdido en energía, petróleo y minería, cuyos ingresos nos permitirá ponernos al día con toda la infraestructura que hoy le falta a la provincia.

Para donde tiene que ir la matriz productiva de Mendoza. ¿Alcanza con lo que hay? ¿Puede crecer, ampliarse?

Bueno, Mendoza tiene una matriz productiva muy diversificada como pocas provincias en el país. Lo que pasa es que la provincia presenta algunas condiciones macroeconómicas que vienen del sector externo por varios motivos: el primer sector generador del producto bruto geográfico es el del petróleo, después viene el del comercio y luego el vitivinícola. Estos sectores tienen mucha exposición al tipo de cambio, a las condiciones macroeconómicas, a lo que ocurre con el comercio exterior, entonces cuando a la Argentina le va mal, a Mendoza le va mucho peor.

¿Tener la matriz productiva diversificada no es una ventaja?

Sí, pero no la podemos aprovechar a pleno. Hay sectores traccionadores de trabajo, de nivel de empleo y generadores de divisas e ingresos fiscales que otras provincias lo tienen y nosotros no lo estamos aprovechando, llámese energía, llámese minería o petróleo.

¿Qué provincias?

Hoy Mendoza está encorsetada, desde el sur por Neuquén, que nos lleva 15 años de ventaja con el tema Vaca Muerta. Si en la época del ex gobernador Francisco Pérez, se le hubiese exigido a YPF y al gobierno nacional que pusiera inversión de riesgo en perforación como lo hizo YPF en Neuquén, hoy se podría saber si en la lengua malargüina de Vaca Muerta, se puede extraer petróleo o no.

Situación que recién se está averiguando ahora.

Exacto. El problema nuestro es que, por ejemplo, en la Vaca Muerta de Neuquén, sacar el petróleo es un tema de riesgo financiero. De acuerdo a la cotización del barril de petróleo, conviene o no conviene extraer. En cambio, en Mendoza, como llevamos tantos años sin hacer exploraciones, acá el riesgo no es financiero, el problema es que pinchamos y no sabemos si vamos a encontrar petróleo. Entonces, cuando se empieza a explorar no se sabe si se va a encontrar.

Por otra parte, al Norte tenemos a San Juan, donde han conseguido crecer con la minería mientras acá ya llevamos 15 años con la ley 7722, que impidió el desarrollo de la minería metalífera y la posibilidad de generar un ingreso fiscal que se podría haber aplicado a infraestructura, tema en el que estamos muy atrasados.

Con esos recursos se podría haber invertido en infraestructura energética, hospitalaria, productiva, vial y de agua y sistemas de riego más eficientes, hoy que nos encontramos ante una situación tan delicada.

Pero no, seguimos en una discusión bizantina y estúpida de si la minería contamina o no cuando el apocalipsis ambiental que venden algunos vivos, para tener rédito político, no se ha verificado en nada.

Pero si es el temor principal de la ciudadanía, el riesgo de contaminación.

La minería en la Argentina y en Mendoza no ha matado a nadie, estamos lejos de tener las hecatombes ambientales que dicen por ahí, acá la única hecatombe ambiental realmente grave es el hambre y la pobreza. Cuando se ven los niveles de pobreza y de pauperización del empleo en Mendoza versus economías más chicas como la sanjuanina o la neuquina, uno se quiere meter un tiro.

Están los fondos que se iban a usar para Portezuelo del Viento y que vienen del juicio por la promoción industrial que tanto arruinó a Mendoza

También Mendoza terminó encorsetada ahí, porque tenemos 1023 millones de dólares que están frizados y que no podemos usar porque nos arruinaron el proyecto de Portezuelo, que era para lo que estaba previsto, y hasta tanto no se permita usar esos fondos en otro concepto que no sea el de energía eléctrica, vamos a tener ahí un plazo fijo que no se puede tocar para otro fin.

¿Fuera del corset, hay alguna otra opción?

La matriz productiva de Mendoza no está explotada al máximo. Debería poder trabajarse con otros criterios porque hay sectores muy dinámicos de la economía que la provincia tiene que animarse en invertir y en serio, sin que existan lobbies o quejas de por qué se invierte en esos sectores.

Pongo ejemplos concretos: si dijera que hay que invertir en el sector audiovisual o de videojuegos, probablemente el afectado por una contingencia climática que ve que se invierten miles de dólares para poder potenciar el desarrollo en propiedad intelectual en esta actividad, se quejaría fuertemente de que financiamos a quienes están con un joystick y una PlayStation, sin entender que hoy esta es una industria enorme.

En Canadá y el Reino Unido tienen sectores de generación de gaming (juegos) como el de los eSports, muy popular a nivel mundial y que la gente no lo ve porque no pasa por los medios tradicionales.

Para que se dé una idea, los eSports tienen más audiencias por internet y más ingresos publicitarios que la final del Super Tazón en los Estados Unidos. Este sector hoy ya genera oportunidades de empleo y hay argentinos y mendocinos que trabajan para equipos que hacen eSports en Estados Unidos y en Europa.

Entonces, si tuviéramos un centro de desarrollo de esto, a lo que obviamente, habría que ponerle miles de dólares, tendríamos un rédito enorme.

Creo que tenemos que dar una discusión de que vamos a apostar también por otras actividades a pesar de la crítica de sectores, que por una contingencia climática o por una falta de productividad, piden o exigen subsidios, ayudas o créditos que después no devuelven lo que termina matando la posibilidad de generar nuevos sectores más dinámicos y competitivos.

El país sigue hundido en la grieta política. ¿Se puede superar?

Cuando vienen y dicen que superemos la grieta para trabajar en políticas de consensos, yo me pregunto ¿Vamos a consensuar con el gremialista Roberto Baradel como tiene que ser la educación de la Argentina? Claro que no. Ahí no hay punto medio.

Hay que terminar con esta visión Bambi, con esta visión Heidi del consenso. No es posible. Hay gente con la que uno no se puede poner de acuerdo, y lo que queda es ganarle en las urnas y convencer a la gente y decirle que han tenido este modelo durante 70 años y nosotros queremos hacer otra cosa, y ganar esta discusión en las urnas.

Hay que revertir de cuajo toda esta anomalía en que se ha convertido la Argentina, en donde el mérito no vale y es mucho más fácil y mejor tener un plan que trabajar.

Hasta la misma dirigencia política peronista de la Provincia de Buenos Aires se queja, harta de la extorsión de los planes sociales y de dirigentes que han hecho un negocio político con esto, en desmedro de los que trabajan.

Ver: Reunión en Mendoza: Alberto e intendentes del PJ en la fábrica de lavandina

Usted es ganso de cuna. El Partido Demócrata dio varios gobernadores a Mendoza, se hizo su fama de haber generado progreso, casi vuelve a la gobernación en 1999 y fue la tercera fuerza política provincial hasta hace unos años ¿Qué le pasó que hoy está disgregado y fuera del radar?

El PD se quedó detenido en el tiempo, la actual dirigencia ha ido expulsando por acción o por omisión a muchos dirigentes, hay casi dos generaciones que se terminaron yendo por no tener espacios de militancia ni alternativas de poder emerger y hoy se los puede ver en la Legislatura en otras fuerzas políticas.

¿Y esto por qué sucedió?

Siempre digo que, en la vida, en la familia, en la política hay ciclos que se cumplen y cuando sucede hay que dejar paso a nuevas generaciones, nuevas ideas y eso en el PD no ha ocurrido.

Hace 20 años que hay un par de familias en el Partido Demócrata que vienen detentando el manejo en forma explícita o tras bambalinas y lo que han logrado es quedarse con un partido cerrado, cada vez más divorciado del mendocino promedio al que representaba y eso lo ha terminado ganando el radicalismo y el Pro.

Y así uno puede entender los resultados electorales donde el PD tiene cada vez una cosecha más magra, no sintoniza con lo que necesita la sociedad mendocina y está a las puertas de poder llegar a cometer el mismo error en noviembre del 21 donde salió de un frente ganador y exitoso como es Cambia Mendoza, para armar un frente pequeño con el cual sacó el 3 por ciento de los votos y que los dejó al borde de la extinción.

Una situación extrañísima para un partido que fue tan fuerte antaño en Mendoza como lo es hoy la Unión Cívica Radical o el Partido Justicialista.

Es que entre los años 70 y 80 aún perduraba una idea de fuerzas provinciales en muchos puntos del país, como el Pacto Autonomista Liberal de Corrientes, el bloquismo en San Juan, el Movimiento Popular Jujeño, el Movimiento Popular Neuquino, que es el único que subsiste, también estaba el Partido Demócrata Progresista en Santa Fe.

Desaparecieron todos esos partidos provinciales

Sí, porque se necesita tener una visión nacional de las cosas, porque los temas y la praxis política se nacionalizan. Fijase el caso del Pro, que el proceso fue inverso. A partir de un municipio, el más grande del país como lo era la Ciudad de Buenos Aires, el desafío fue hacer el camino inverso, de construirse desde arriba, desde una visión nacional y no local. Esto, que no sostuvieron los partidos provinciales los fue mellando y quitándole contenido.