Proyectan al cobre como el impulsor de la economía en los próximos años

El metal rojo se posiciona como un actor clave en el futuro económico, impulsado por la transición energética y las nuevas tecnologías.

Proyectan al cobre como el impulsor de la economía en los próximos años

Editó: Federico Lemos

El cobre, un metal con una amplia gama de aplicaciones industriales, se encuentra en el centro de un creciente interés a nivel global. Su conductividad eléctrica y térmica, su maleabilidad y su resistencia a la corrosión lo convierten en un material esencial para diversas industrias, desde la construcción y la electrónica hasta la generación de energía y el transporte. Sin embargo, en los últimos años, el cobre ha adquirido una nueva relevancia debido a su papel crucial en la transición hacia una economía más sostenible y basada en energías renovables.

 En Argentina, la minería de cobre se presenta como una oportunidad para impulsar el desarrollo económico y generar empleo. El país cuenta con importantes reservas de cobre, ubicadas principalmente en la región andina, que aún no han sido explotadas en su totalidad y Mendoza juega un papel importante ahí. 

Cornejo en su discurso del 1° de Mayo señalando el futuro del cobre y que puede convivir con la actividad vitinícola.

La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) considera que, si se avanza con los proyectos de cobre, la base de la exportación se centrará en este mineral, y podría triplicarlas desde los USD 4.700 millones del año pasado, hasta USD 12.000 millones en 2032, y duplicar los empleos, directos e indirectos, hasta llegar a 200.000 para ese año.

Ver: Audiencia pública: amplio respaldo a Malargüe Distrito Minero Occidental II

Mientras que las inversiones estimadas por CAEM para los próximos años superan los USD 33.000 millones para casi 70 proyectos en distintas etapas de desarrollo. 

La demanda de cobre se ha visto impulsada por el auge de las tecnologías limpias, como los vehículos eléctricos, las redes de energía renovable y los sistemas de almacenamiento de energía. Estas tecnologías requieren grandes cantidades de cobre para sus componentes, lo que ha generado expectativas de un aumento significativo en la demanda global en los próximos años.

Este escenario ha llevado a analistas y expertos a considerar al cobre como un factor clave para el crecimiento económico, especialmente en países con importantes reservas de este metal.

Desde la consulta Abeceb remarcaron que el salto exportador minero a partir de 2030 llegará de la mano del cobre: entre USD 1.000 y 1.400 millones por año por cada mina. "Podría estar al nivel de un complejo exportador cerealero. Luego de 2030, las exportaciones por minería podrían alcanzar los USD 20.000 millones anuales, siempre que todos estos proyectos se plasmen", dijo a Infobae la analista Natacha Izquierdo.

El cobre: un metal clave para el futuro de la electromovilidad

La industria automotriz se encuentra en una profunda transformación, impulsada por la creciente demanda de vehículos eléctricos. Estos vehículos requieren entre tres y cuatro veces más cobre que los vehículos de combustión interna, debido a su uso en baterías, motores eléctricos y cableado. Se estima que la demanda de cobre por parte de la industria automotriz se multiplicará en los próximos años, a medida que la electromovilidad se consolide como una alternativa viable a los combustibles fósiles.

El cobre se perfila como un metal fundamental para el futuro de la economía global, impulsado por su papel en la transición energética y la creciente demanda de tecnologías limpias. 

Países como Argentina y provincias como Mendoza, con importantes reservas de cobre, podrían beneficiarse de este escenario, impulsando su desarrollo económico a través de la minería responsable y sostenible. El cobre, más allá de sus aplicaciones tradicionales, se convierte en un actor clave en la construcción de un futuro más sostenible y electrificado.