Argentina pagó cara su falta de reacción ante un escenario desconocido

La Albiceleste empezó el Mundial con una derrota insólita: debió golear en el primer tiempo, pero se durmió al inicio del segundo y no supo cómo remontarlo. Una lección a tiempo.

Argentina pagó cara su falta de reacción ante un escenario desconocido

Por:Lucas Burgoa
Editor de Deportes

De la mano de Lionel Scaloni, la Selección argentina se acostumbró a ganar, pero sobre todo, se acostumbró a no perder. Después de la derrota frente a Brasil en las semifinales de la Copa América 2019, la Albiceleste inició un camino en el que hiló 36 partidos consecutivos sin conocer la derrota, racha en la cual, además, cosechó dos títulos: Copa América 2021 y Finalissima 2022.

Con esa fortaleza futbolística, pero también grupal y mental, llegó a la Copa del Mundo Qatar 2022 con el mote de candidato. Sin embargo, en un puñado de minutos se le desdibujaron los planes, Arabia Saudita le dio dos golpazos apenas comenzada la segunda parte y a partir de allí nada salió como se esperaba, por lo que después de 32 años y siete mundiales, empezó perdiendo el torneo más importante del planeta.

La primera parte se dio como la mayoría imaginaba, con Argentina manejando la pelota y generando todas las ocasiones de gol ante una Arabia Saudita que se replegó con intenciones de salir de contra, pero no lo consiguió en ningún momento.

La cara de Scaloni lo dice todo.

Por eso el gol llegó rápido, a los 10 minutos, cuando Lionel Messi de penal abrió la cuenta aprovechando la falta que le cometieron a Leandro Paredes y que el árbitro Slavko Vincic cobró a instancias del VAR, muy activo en la primera mitad.

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Había olor a goleada en el estadio Lusail, pero el juez de línea y el VAR empezaron a cobrar protagonismo. Arabia Saudita jugó toda la primera parte con su última línea al límite, tirando el offside en cada intento de la Albiceleste.

Por momentos, Argentina pecó de ansiosa y no supo contrarrestar la arriesgada estrategia saudí, motivo por el cual anotó tres goles más y todos fueron anulados por posiciones adelantadas.

Y el inicio del segundo tiempo fue de terror. No habían pasado ni tres minutos cuando Saleh Al-Shehri aprovechó un mal cierre del Cuti Romero y empató las cosas.

Argentina no le encontró la vuelta al partido.

Primer escenario desconocido para el equipo de Scaloni, que con Emiliano Martínez en el arco y la dupla central conformada por Cristian Romero y Nicolás Otamendi, nunca había recibido goles en los 10 partidos que jugaron juntos.

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Apenas habían pasado cinco minutos de ese gol cuando Arabia Saudita lo dio vuelta, otra vez luego de algunos errores defensivos, gracias a una definición exquisita de Salem Al-Dawsari.

Segundo escenario desconocido para el equipo de Scaloni, que llevaba poco más de dos años sin estar en desventaja ante el rival. La última vez había sido el 12 de noviembre de 2020, cuando empezó perdiendo ante Paraguay por el gol de Ángel Romero y lo terminó empatando con el tanto de Nicolás González tras una asistencia de Giovani Lo Celso, curiosamente dos de los grandes ausentes en este Mundial, ambos por lesión. Desde entonces, hiló 27 partidos consecutivos, contando el suspendido contra Brasil, en los que nunca tuvo que remontar un encuentro.

Argentina no estaba acostumbrada a la adversidad, y se notó. A partir del segundo tanto de los árabes, el desconcierto fue total. Aunque con el correr de los minutos recuperó el dominio de la pelota, nunca pudo volver a mostrar lo hecho en el primer tiempo, y tampoco supo manejar el nerviosismo para definir bien las ocasiones que creó para igualarlo.

Argentina no perdía su primer partido en un Mundial desde Italia 1990, cuando cayó por 1 a 0 frente a Camerún.

La Selección no supo reaccionar y pagó cara su falta de experiencia ante un escenario adverso. Si quisiéramos rescatar algo positivo de lo sucedido este martes, es que recién es el primer partido y puede servir de lección para no cometer los mismos errores en los próximos dos encuentros.

Ahora, a pensar en México, y a no perder la calma, que este equipo ya demostró de qué está hecho y que puede lograr cosas importantes. Ahora tiene que demostrar que también puede asimilar el primer golpe sufrido en tres años y medio.