Citroën CX ¿cuánto cuesta el auto más futurista de los ochenta?

Nació en 1974 y los fanáticos aún lo buscan.

Citroën CX ¿cuánto cuesta el auto más futurista de los ochenta?

Por:Cuyomotor

Con un concepto de auto completamente revolucionario, y con el difícil objetivo de reemplazar al icónico DS 21, Citroën  lanzó en 1974 uno de sus modelos más recordados dentro de su historia, el CX. Su nombre no hacía más que poner en conocimiento a la siglas del coeficiente aerodinámico, algo a lo que sus rivales recién comenzaron a poner como prioridad una década más tarde.

El Citroën CX cpresentaba un estilo particular, pero que se relacionaba bastante con el del DS, producido a partir de 1955. Desde su concepción, se tuvo en claro que el sucesor del DS debía superarlo en todos sus aspectos, algo difícil, pero que a Citroën no le resultó imposible.

Con un trompa larga, tremendamente generosa, su diseñador Robert Opron dibujó líneas modernas, en las que se podían apreciar trazos rectos, y ópticas frontales de gran tamaño, línea de cintura descendente, y una importante superficie acristalada: algunos de los puntos distintivos de este auto del segmento grande. También las ruedas traseras semi carenadas lo hacían ver como llamativo.

Un clásico buscado entre los seguidores.

Citroën CX: el futurista de los ochenta

El remate trasero fue probablemente la parte que mayor controversia trajo, con una tapa de baúl de pequeñas dimensiones, algo que fue en parte solucionado tiempo, cuando tras un rediseño, se convirtió en un hatchback de cinco puertas, incorporando una quinta puerta que facilitaba el acceso al sector de cargas.

Mucha tecnología para la época.

Pero era en el apartado técnico donde el CX contaba con extras importantes, entre ellos el sistema de suspensión hidroneumática, que podía variar su altura, como así también su dureza de acuerdo a la velocidad. Con ello obtenía un manejo trascendental, con escaso rolido.

El sistema hidráulico que comandaba la suspensión era el mismo que el empleado por el sistema de frenos, como así también por la dirección. Por su parte los motores no fueron lo suficientemente rupturistas, ya que contaban con potencias justas para su peso y dimensiones.

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