El contador de Fariña que estafó a padres de un colegio mendocino

Jorge Cersósimo, el mismo que le certificó a Leonardo Fariña el “origen legal” de U$S 135.000, se dedica a estafar a padres del colegio donde van sus hijos, el conocido Rainbow.

El contador de Fariña que estafó a padres de un colegio mendocino

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

La historia tiene todos los condimentos: un nombre famoso, una estafa reiterada y un colegio reconocido. El culebrón es de lo único que se habla en estas horas en los insoportables grupos de Whatsapp, un “curro” que muchos ya no toleran.

Quienes calientan sus celulares a través de interminables mensajes de ida y vuelta son los padres de la escuela Rainbow de Godoy Cruz, donde concurren los hijos de la “crema y la nata” de Mendoza.

Algunos de ellos juran que fueron estafados por un hombre llamado Jorge Ricardo Cersósimo, contador de profesión y fugazmente célebre por haber acreditado en diciembre de 2010 el supuesto “origen legal” de U$S 135.000 que pertenecían a Leonardo Fariña.

La certificación de Cersósimo a favor de Fariña

Es dinero que luego el “valijero K” utilizó para comprar un auto BMW negro, modelo X6 del año 2011, con 42.000 kilómetros.

Como se dijo, Cersósimo se dedica, junto a su mujer, a “engatusar” a los padres del colegio donde van sus propios hijos, el ya mencionado Rainbow. 

Lo hacen de manera subrepticia, de forma harto cuidadosa. Poco a poco, se acercan a las futuras víctimas, siempre personas de mucho dinero, y van logrando su amistad, o algo parecido a ello.

Cersósimo dio fe del "origen legal" del dinero de Fariña

Cuando logran obtener la confianza de los que serán estafados —encuentros mediante, incluso por parte de los hijos de unos y otros— Cersósimo y su mujer les piden a sus víctimas que les guarden altas sumas de dinero en sus domicilios, las cuales a veces superan el millón de pesos. Argumentan no sentirse seguros teniendo esa plata en su propia casa.

Al mismo tiempo, avanzan en la siguiente fase de la estafa: les piden interminable cantidad de cheques a los incautos advirtiendo que precisan cubrir puntuales cuestiones financieras. Con la confianza que brinda el millón de pesos en caución, logran su cometido. ¿Quién desconfiaría de alguien que le confía semejante suma en efectivo?

Ver además: Cersósimo, el Rainbow y los aprietes al periodismo

En principio, todo parece normal y sensato, pero luego los cheques pedidos superan ampliamente la cantidad aportada por Cersósimo y su mujer. En uno de los casos a los que tuvo acceso el Post, la víctima arguye haber perdido más de 4 millones de pesos.

A otro de los afectados, el contador de Fariña le ofreció asociarse en el “rentable” negocio de la comercialización de vinos. El “timador” pidió dos millones al “timado” y prometió una rentabilidad del 25%, pero eso nunca ocurrió.

Como sea, las víctimas superan la media docena y ostentan diferente tipo de inconvenientes: a una de ellas hasta le embargaron el auto; a otra le congelaron sus cuentas bancarias, y así sucesivamente.

Los padres del Rainbow están que trinan

Un hombre con problemas

Cersósimo es todo un “buscavidas”: aunque hoy se dedica a comercializar vinos Monte Falcón (posee el registro de su dominio) hasta 2007 fue vicepresidente de la firma Heliotécnica SA. También está al frente de Fideicomisos Gedaes SA, empresa que acumula una interesante cantidad de cheques rechazados.

Su situación financiera personal tampoco es la mejor, de acuerdo a los registros del Banco Central de la República Argentina. Por caso, debe más de un millón de pesos en cheques y sobregiros.

A su vez, está inhibido por el consejo de Ciencias Económicas de La Plata y en 2012 le fue pedida la quiebra por parte de la firma American Financial Group SA.

Hoy en día vive desde junto a su esposa en el barrio El Marquesado, en Luján de Cuyo.

“Al tipo lo conozco porque es papá del grado de mi hija. Desde el 2013 está en Mendoza y ahora estafó a dos padres de la escuela y a unos inversionistas de la firma Monte Falcon. Él comercializa esos vinos en los supermercados chinos de acá”, sostuvo uno de los padres estafados al Post.

Y añadió: “Acá no tiene nada a nombre de él. Es un estafador que va con cara de lastima y la gente le cree. Igual sucede con su esposa, Silvina Rodríguez Quintero y sus padres, que también salieron corridos de Buenos Aires”.

El mismo informante, aseguró que suele amenazar a los damnificados diciendo que los va a denunciar por injurias: “Tené en cuenta que no tienen nada firmado por él porque eran supuestamente amigos”, advirtió.

Monte Falcon, la marca que comercializa Cersosimo

En primera persona

Consultado el propio Cersósimo, argumentó: "Nosotros tenemos una empresa y una marca de vinos hace varios años, durante los cuales no hemos tenido ninguna clase de inconveniente hasta diciembre de 2016. Durante más de 3 años y pico le vendimos nuestro producto a una distribuidora sin ninguna clase de problemas. Hasta esa fecha que le indico dado que desde esa fecha y hasta marzo de 2017 recibimos de ese cliente más de 13 millones de cheques rechazados por ellos mismos, desde ese momento hasta hoy día nuestra vida comercial ha sido muy difícil, y tanto la relación con proveedores, empleados y clientes ha sido completamente distinta a lo que veníamos acostumbrados".

En el mismo marco, amplió: “En noviembre del 2017 y luego de esperar todo ese tiempo para intentar recuperar ese dinero, nuestro dinero, y después de muchos intentos sin éxito nuestros abogados de Capital Federal impulsaron que nuestro cliente (330 distribuciones estratégicas SRL) quebrara, para que esto fuera más rápido y para que el juez que entiende en este caso apurara las cuestiones propias de ese proceso, nuestros abogados se unieron a otras bodegas damnificadas, a saber: bogega Norton, bodega Putruelle, bodega López, bodega Bianchi, Pernaud Ricard Argentina y nosotros, la suma de todo ello es una fortuna”.

Este es Cersósimo, a quien no se le conocen fotos

A su vez, explicó: “Hoy aún después de todo este tiempo seguimos sin cobrar absolutamente nada y en el mejor de los casos recibir un porcentaje inferior al 50 % de lo que nos deben hoy calculado y ajustado a más de quince millones de pesos, a cobrar en más de 12 cuotas y a partir de fin de año de 2018, eso y nada es lo mismo. Obviamente esto nos afectó en todo y nos sigue afectando”.

“Adicionalmente —añadió— le cuento que durante varios años vendimos mucho y las relaciones con varios productores y proveedores fue absolutamente normal, aun hoy y a pesar de en muchos casos hemos hecho acuerdos de pago en cuotas o convenios para ir saldando siguen confiando en nosotros”.

El Post tuvo acceso a los chats de Whatsapp que detallan las trapisondas de Cersósimo

Cersósimo también añadió: “De más está decir que nuestro medio de vida forma parte de un barrio, un colegio, un club, grupos de amigos y colegas que nos conocen y obviamente con muchos tenemos relaciones comerciales porque así se produce lógicamente. Sin embargo seguimos adelante, como podemos, trabajando y vamos cumpliendo”.

Y culminó hablando de los señalamientos en su contra: "El colegio así como otros lugares comunes forman parte de esos comentarios como día a día yo escucho otros de otras personas de diversos temas o como los escucho en la puerta del INV o como los escucho en la puerta del club o en la puerta del barrio”.