La vigilia de De Marchi

El intendente de Luján va preparándose para dar el salto a la escena electoral. Los últimos acontecimientos impulsados por Cornejo lo han condicionado como aspirante a candidato a gobernador.

La vigilia de De Marchi

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

El hombre ya pasó la barrera de los 50. Dice que está mucho más calmo para emprender lo que ya viene haciendo desde el espacio político que hoy gobierna el país, la provincia y en su caso Luján de Cuyo.

De todos modos a Omar De Marchi se lo percibe incómodo por estos días. Como si el futuro se le fuera de las manos y lo que pensaba que ocurriría dentro de ocho meses puede adelantarse por un catalizador político que se llama Alfredo Cornejo-

Estamos transitando en este recorrido lo que en este espacio hemos denominado “la era de las diferencias”.

Cornejo es un acelerador de procesos políticos y maneja los tiempos con una velocidad que apabulla a propios y extraños.

Así se va a acomodando De Marchi en el tablero que insala Cornejo y toma distancia de las especulaciones que van mutando a certezas.

El intendente lujanino especula con el momento de asomar su rostro sonriente de candidato a gobernador.

El problema es que su rol de jefe del Pro en Mendoza lo pone en ese sitio donde -como el resto de la dirigencia macrista-, está molesto con la postura del mandatario provincial.

Por eso afirma que “hay que ser cada vez más Cambiemos y cada vez menos Pro-UCR”.

Hay que espiar sus intenciones íntimas políticas que se evidenciarán no más allá de fin de año, sino antes, para entender por qué prefiere no confrontar con Cornejo. Y con esa idea hasta habla de liderazgo político y provincial que Cornejo ejerce al plantear el aplanamiento de las tarifas del gas ante el mismísimo Mauricio Macri.

De Marchi sabe que se le acerca el instante de diferenciarse del gobernador si quiere convertirse en su heredero en Peltier 351.

Pero sí comienza a aceptar que en diciembre de este año es el punto de partida para los pretendientes como él se están afilando las uñas para salir a buscar votos para octubre de 2019.

De Marchi compite con un trío de referentes radicales: el ministro de Infraestructura y Economía, Martín Kerchner, el intendente capitalino Rodolfo Suárez y con el senador nacional Julio Cobos.

Es decir, sabe que el radicalismo lo rodea y le será difícil saltar de ese cerco sino tiene apoyo del PD el sector conservador que integra la coalición gobernante y del cual él mismo proviene.

El problema es que el PD durante la conducción de Carlos Balter y ahora de Marcos Niven se mantiene muy crítico a Cornejo por la presunta falta de capacidad de escucha a los reclamos del partido provincial por dentro la liga de partidos gobernantes armada por el mismo Cornejo para vencer al peronismo en 2015.

Y ahora la dirigencia gansa está más molesta aún tras conocerse el acuerdo entre el gobernador y la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti para obtener la aprobación de dos leyes que son prioritarias para ambos.

Esos proyectos son: la ampliación de la cantidad de miembros de la Corte (de 7 a 9 integrantes) por un lado; y la adopción del sistema de juicio por jurado, por otro.

Esta circunstancia impulsada por Cornejo, además de su resistencia por dentro al modo de aplicación del tarifazo movilizó a todo el precario armazón político partidario de donde se sostienen los opositores al gobernador. O sea al PJ por fuera del oficialismo y al PD por dentro de Cambia Mendoza.

La profundización de la brecha entre Cornejo y la cúpula gansa, juega en contra de los planes de De Marchi ya que necesita al PD para la definición de las candidaturas.

Qué quiere De Marchi

La primera respuesta a este interrogante y con la sinceridad más genuina es: quiere ser gobernador. A partir de ese “querer” es cómo llegará a ser candidato la primera meta inmediata para lograr el objetivo. Veamos cómo se imagina ese devenir muy cercano.

El PD no debería ir más allá con su rigidez al gobernador para evitar la salida del partido provincial como socio del frente Cambia Mendoza. “Es necesario pensar distinto y todos deben estar dentro de Cambia Mendoza ése es el desafío”, pregona De Marchi.

De Marchi está convencido que su aspiración a ser postulante a gobernador oficialista, es mucho menos problemática para Cornejo que la “amenaza” que le representa al gobernador si Julio Cobos pretende ir por una reelección provincial.

Sin decirlo, el lujanino sabe que el “factor Cobos” es un problema porque le disputa directamente la simpatía gansa. 

El ex gobernador mantiene buenos contactos con Balter y compañía.

Este escenario en continuo cambio tiene una pieza clave para De Marchi que son las mediciones de imagen de los que aspiran a suceder a Cornejo en el Ejecutivo provincial.

Por eso, sostiene que para fin de año se compararán las encuestas de cada uno de los postulantes, entonces la mesa chica iniciará las negociaciones para definir el candidato consensuado.

El asunto se complicará si no hay acuerdo y si De Marchi ve en riesgo su posibilidad de convertirse postulante está dispuesto a dirimir las preferencias en las PASO.

Así se entiende por qué es tan cauto y pretende no empujar al PD afuera del frente. Básicamente necesita de ese apoyo estructural que lo apuntale en una eventual primaria.

También le resulta engorroso enfrentarse con el gobernador si para Macri sigue siendo un aliado importante. La bronca que el presidente aún mastica sin tragar por las objeciones a la política tarifaria es un sapo que todo el macrismo aún no puede terminar de tragar. Mientras Cornejo le saca el jugo a su cargo de presidente de la UCR nacional para llegar a su posicionamiento como objetor racional.

De este modo, De Marchi prefiere señalar que Cornejo ha demostrado ser un líder político y que el acuerdo con el kirchnerismo es un problema que el mandatario le provocó para el peronismo local y le clavó un puñal para herirlo aún más cuando el PJ aún no sabe cómo llegará a 2019. “Después del acuerdo el PJ apareció fragmentado por lo que el único que ganó fue el gobernador”, afirmó el presidente del Pro en Mendoza.

Siempre haciendo equilibrio de Marchi no festeja la ampliación de la Corte que quiere Cornejo ya que es resistida fuertemente por el PD, pero también afirma que no cree que haya una intención de generar una Alto Tribunal adicto por parte del mandatario.

Mientras tanto, confiesa el jefe lujanino que no puede desconcentrarse de su papel de intendente que le permita mostrarse como un buen gestor apuntando a mejorar su imagen pública para llegar aunque sea a desafiar a los radicales en una elección primaria.